El Procurador del Común advierte de la "falta de psicólogos" y exige reforzar la atención de salud mental en Castilla y León

El sistema de asistencia psicológica en Castilla y León sigue un ciclo de falta de profesionales, sobrecarga de trabajo e incremento de tiempos de demora. Un bucle que no cesa y del que el Procurador del Común toma nota tras la queja de una familia que tuvo que recurrir a la sanidad privada debido a la espera de una consulta en Sacyl, que en el caso del servicio de Psiquiatría se situó en los 48 días de media en el tercer trimestre de 2024. 

La queja remetida a la institución a cargo de Tomás Quintana señalaba la "necesidad imperiosa" de una atención psicológica profesional en el Hospital Universitario de Salamanca. Una urgencia motivada por los "intentos de suicidio de un familiar" que, no obstante, no recibió terapia en el complejo hospitalario debido a que los propios sanitarios informaron a los solicitantes que la demora para una consulta superaba los 12 meses.

Con carácter general, según detalla el Procurador del Común, la duración de una primera consulta psicológica puede variar de 30 minutos a una hora, y de 20 a 30 minutos para una segunda sesión. Una duración que está sujeta al tipo de proceso clínico particular, al momento evolutivo en que se encuentre la persona afectado, así como su respuesta al tratamiento instaurado.

Sobre la situación clínico individual, y en el caso concreto del Área de Salud de Salamanca, se informa que "los pacientes que han sufrido un intento o gesto suicida y no requieren hospitalización, se incorporan al programa de prevención del suicidio y son reevaluados ambulatoriamente por un psiquiatra en el plazo de una semana". Y si son pacientes adultos derivados a un profesional de la unidad ambulatoria, el plazo asciende a los diez días.

Si la salud mental es hoy en día una "prioridad" para el Procurador del Común, uno de los grandes problemas en la atención psicológica es la "deficitaria asistencia disponible en nuestro país para prevenir y tratar los problemas de salud mental". Con un ratio de 3,6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes, los datos reflejan que Castilla y León se encuentra por debajo de la media de España y la OCDE, que es de 6 y 18 profesionales, respectivamente. 

De la "escasez importante de dichos profesionales" es consciente la Consejería de Sanidad, a cargo de Alejandro Vázquez, quien el pasado mes de octubre advirtió que el número de psicólogos y psiquiatras "no es suficiente" a pesar del aumento en los dos últimos años, con un 13% y 12% de incremento en sus correspondientes plantillas. Y además, en ese mismo periodo, hay 30 enfermeras especialistas más para poder hacer frente al problema de salud mental.

Los crecimientos no permiten desligar el calificativo de "bajo" al mencionado ratio de Castilla y León, donde la atención psicológica se define por el "incremento en las listas de espera y de los tiempos de demora", no solo para las primeras consultas sino también para las de sesiones de seguimiento. Déficit que repercute en la sobrecarga de trabajo para los especialistas, que no pueden dedicar el tiempo necesario para cada caso.

Consumo excesivo de medicamentos

La falta de tratamiento psicológico adecuado, con su respectiva escasez de profesionales, tiene como una de sus principales consecuencias el "uso excesivo de medicación", refleja el Defensor del Pueblo. Los fármacos, entonces, actúan como un sustituto de las terapias y consultas para pacientes, lo que conlleva a su vez un retraso en la atención hospitalizada, con problemas ya cronificados "que de haber llegado antes «podrían haberse solucionado". 

Es por ello que el Colegio de Psicología de Castilla y León (Copcyl) alerta del «consumo de ansiolíticos y antidepresivos» y pone de manifiesto la necesidad de que exista un psicólogo por cada centro de Atención Primaria, como mínimo, para enfrentar adecuadamente los desafíos de la salud mental. "La incorporación de esta figura en los equipos de Atención Primaria permitiría ofrecer a los pacientes no solo una atención farmacológica sino también terapéutica", señalan.

Sin terapia, más suicidios

Si la ausencia de profesionales conduce a la falta de terapias, esta sucesión de factores causa que haya un aumento en las tasas de suicidios, con 200 casos registrados en Castilla y León durante el 2023, según la Estadística de Defunciones según la Causa de Muerte realizada por el INE.

A la vista de este panorama, otra de las consecuencias es que muchos pacientes no tienen otra opción que acceder a la sanidad privada para tener una terapia de "calidad" y con una asistencia en "tiempos razonables", lo que conlleva un elevado coste económico "que muchos no pueden permitirse", explica el Defensor del Pueblo.

Bajo este contexto, y en relación con Castilla y León, los datos de Sanidad, más de 6.400 pacientes terminaron el año 2023 a la espera de su primera cita en la especialidad de psiquiatría, acumulando una demora media de 50 días. Cifras similares a las del tercer trimestre de este año 2024, que son los últimos datos disponibles, con 6.647 personas en espera y 48 días de demora media.

"A la vista de estos datos debemos, también, poner de manifiesto que los desequilibrios existentes entre los distintos centros hospitalarios precisan de la actuación de la Administración autonómica con la finalidad de alcanzar una atención basada en el principio de igualdad y en la equidad en el sistema sanitario", considera el Defensor del Pueblo.

Por todo ello, el Procurador del Común pide a la Consejería de Sanidad hacer un "análisis exhaustivo y técnico" sobre las necesidades y prioridades para mejorar el sistema de asistencia psicológica de Castilla y León; reforzar la red de atención a la salud mental ampliando los recursos asistenciales actuales, los humanos con formación especializada en la materia y los económicos para desarrollar un tratamiento adecuado de los problemas de salud mental; y reducir las listas de espera tanto en primeras consultas como en consultas de revisión.