Diario de Castilla y León

DÍA DE CASTILLA Y LEÓN

Puente afirma que Castilla y León "no puede dejarse gobernar por los señoritos de siempre"

El ministro de Transportes apoya la doble fiesta de Castilla y León que propone Cendón / Carga contra los "militares y caziques que quieren resucitarse cogobernando comunidades bajo una autonomía que quieren liquidar"

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, participa en la ofrenda floral en Villalar.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, participa en la ofrenda floral en Villalar.ICAL

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Valladolid

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El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, participó este martes en la celebración del Día de Castilla y León en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, donde protagonizó una intervención en la que tuvo varias referencias a personalidades que han escrito sobre Castilla y sus gentes, como Manuel Azaña o Antonio Machado, que hablaba del castellano como "un pueblo de señores que siempre ha despreciado al señorito". Posteriormente hiló este término, según informa Europa Press, para enfatizar que como un "pueblo de señores no puede dejarse gobernar indefinidamente por los señoritos de siempre" y recordó que mientras algunos quieren "ampliar derechos", otros "tratan de restringirlos, especialmente a las mujeres".

En un alegato realizado desde el atril situado junto al monolito de la plaza de España de Villalar de los Comuneros, el dirigente vallisoletano recordó el “radical concepto de igualdad” que ha acompañado a Castilla y León desde la revuelta comunera, y el “triunfo de las ideas” que supuso pese a la derrota en el campo de batalla en 1521.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, firma en el libro de honor.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, firma en el libro de honor.ICAL

La de Puente fue la última intervención de representantes políticos y sociales que protagonizaron las ofrendas florales a los líderes comuneros y que convirtieron el acto en un alegato de petición de “respeto” por la fiesta de Villalar como símbolo de Castilla y León en el Día de la Comunidad.

En el inicio de su intervención, el ministro de Transportes, encargado junto al alcalde de Villalar de los Comuneros de depositar la corona de homenaje a María Pacheco, consideró su elección para realizar el canto de esperanza como “el mayor honor” para un vallisoletano ya que “no conmemora una derrota, sino la mayor de las victorias”.

“Lo que celebramos hoy es el triunfo de las ideas que se alumbraron aquí hace más de 500 años”, apuntó, celebrando que fueran “la semilla de la libertad y democracia que hoy disfrutamos”. Además, recordó palabras de Machado y Delibes para reivindicar a Castilla y León como cuna del municipalismo y el parlamentarismo, precursora de la universidad y “madre primeriza de unos derechos humanos que fray Bartolomé de las Casas esbozó en la Controversia de Valladolid”, así como “germen de las constituciones”.

Aseguró que todas estas ideas las simboliza la revuelta comunera, en boca de dos hombres a los que “condenó a la muerte o al exilio su inteligencia” el “páramo de militares y caciques” al que se redujo España, según Puente, tras la Guerra Civil, y que “afortunadamente, ya no existe, pero quieren resucitarse, valiéndose de una democracia en la que no creen y cogobernando comunidades bajo una autonomía que quieren liquidar”.

“Pero este es un canto de esperanza y de enaltecimiento de los valores de igualdad, libertad y autogobierno”, continuó esgrimiendo Puente, desde un “homenaje a las llamas comuneras” como antecedente de los movimientos de la Revolución Francesa y de las monarquías parlamentarias del siglo XIX bajo la premisa de que “jamás el rey puede situarse por encima del reino”.

Se trata así de un homenaje a “un pasado que nos ilumina y cuya memoria nadie va a poder enterrar”, en relación a la Ley Perpetua, como precedente de las cartas constitucionales, y que fue redactada “mucho antes que el propio proyecto de Constitución” en los países de Occidente. Porque la revuelta comunera “no fue una mera rebelión fiscal sino implicó el rediseño de una nueva concepción del estado garantizando derechos individuales con una norma por encima del monarca”.

“Fue el corpus de una protodemocracia”, reivindicó Puente, que al rememorar ese texto político, hizo una apología de la memoria histórica “frente a los que siempre han cabalgado sobre la inercia de los perdedores” y que “sigue hoy enterrada en las cunetas y tapias de los cementerios”. “Pero somos la memoria que tenemos, que se proclama en el Estatuto de Autonomía y es la de los perdedores” porque “sus ideales son precursores de las grandes revoluciones liberales europeas”. “Por eso no conmemoramos el 23 de abril la derrota de una batalla, sino el triunfo de la guerra más importante, la de las ideas”, sentenció, según informa Ical.

Lamentó, en todo caso, que Castilla y León se esté convirtiendo “en un geriátrico”, en un proceso al que ya se refirió Miguel Delibes, al afirmar que a la Comunidad “se la ha ido desangrando y desarbolando poco a poco”. “Pero hoy está en nuestras manos revertir esta agonía”, señaló, pidiendo “garantizar que estas tierras tengan condiciones de vida dignas” tanto para el campo como para las ciudades, con “más y mejores empleos” y llenando de médicos los consultorios rurales. Una modernidad que ya reclamaban los comuneros frente a los que “tratan de restringir derechos”. “Resistiremos”, concluyó.

Los primeros en subir al escenario para depositar la corona dedicada a Juan Bravo fueron la directora general de Protección Civil y Emergencias del Gobierno, Virginia Barcones, que pidió “respeto un año más por Castilla y León”, y el portavoz del Partido Popular en Villalar de los Comuneros, Miguel Ángel Calvo, que recordó que el municipio se vuelve a instituir como “epicentro de celebración, dignidad, solidaridad y determinación”.

"Devolver la dignidad y el orgullo"

Por parte de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, abogó por la regeneración democrática con un cambio de Gobierno en Castilla y León que devuelva “la dignidad y el orgullo” a la Comunidad y solicitó el impulso de hombres y mujeres para que “no se pisotee” la igualdad en esta Autonomía.

Redondo lanzó este mensaje en su intervención en el acto del PSOE de Castilla y León en su ofrenda floral a los comuneros ajusticiados por Carlos V en 1521, donde reivindicó que “no se puede devaluar la fiesta” ante la decisión de la Junta de programar actos el 23 de abril en las capitales.

Además, extendió la reivindicación de que “no se pisotee” la igualdad, donde advirtió de un “machismo que vuelve de la mano de VOX”, a otros derechos como mantener el Diálogo Social y todos los que afectan a los trabajadores, pero también a la memoria histórica, que “no puede estar en entredicho con leyes de la discordia”.

Tras destacar el papel jugado por comuneras como María Pacheco, María Coronel o Ana Abarca, llamó a “alzar la voz” y a pedir respeto pero aseguró que todo ello pasa por un cambio de Gobierno, para el que vaticinó que “queda poco”, porque consideró que los cuarenta años de dictadura no se pueden sustituir por otros tantos de régimen de la derecha.

En ese momento, apeló a la fuerza y el impulso de los hombres y mujeres de esta tierra y al liderazgo del PSOE, que representó en su secretario general, Luis Tudanca, para “devolver la dignidad y el orgullo” a esta Comunidad, y “eso pasa por gobernar en Castilla y León”.

“Se necesita un cambio, son demasiados años de esta dinámica insoportable”, siguió la ministra en su mensaje, en el que realizó una defensa de los derechos conseguidos que no se pueden perder, pero también convencida de que “el cambio está más cerca que nunca”.

"Espíritu comunero" frente a la "derecha y extrema derecha"

Tras ellos, depositaron la corona de homenaje a Juan de Padilla los responsables autonómicos de los sindicatos UGT y CCOO, Faustino Temprano y Vicente Andrés, que defendieron como Puente que “sigue vigente el espíritu de los comuneros” y aseguraron por ello que estarán “enfrente” del gobierno de “derecha y ultraderecha” que quiere “quitar derechos y libertades”, para lo que prometieron “reivindicación”.

Por último, y antes de subir Puente, subieron a depositar la corona dedicada a Francisco Maldonado el presidente del CES, Enrique Cabero, y la presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, que reivindicaron Villalar como “símbolo de igualdad, libertad y democracia” e inspiración del “constitucionalismo y los procesos democráticos”.

Conmemoración de las Cortes Leonesas

Por otro lado, Puente dio la “bienvenida" a la propuesta del PSOE de León, con Javier Alfonso Cendón a la cabeza, de que se celebre como fiesta también de la Comunidad el 18 de abril, en conmemoración de las primeras Cortes Leonesas, existiendo una doble fiesta, si eso contribuye a la “unidad” de la Autonomía. “Se trata de que avancemos juntos desde nuestras diferencias y diversidad”, sentenció.

Óscar Puente, que firmó en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Villalar de los Comuneros (Valladolid), donde se celebran los actos centrales del Día de Castilla y León y donde pronunció el Canto de Esperanza, apoyó la iniciativa del PSOE leonés y consideró que esto no es “necesariamente malo”, ni tiene que ser objeto de polémica, sino que consideró positivo que los castellanos y leoneses compartan las dos fiestas, la del 18 de abril en León y las del 23 en la villa comunera.

En ese sentido, el ministro y dirigente socialista de Valladolid volvió a referirse en declaraciones a los periodistas a las Cortes de León de 1188, como un símbolo de la Comunidad, al ser el origen del parlamentarismo, pero también a la Ley Perpetua de Ávila, en una tierra que subrayó tiene “mucha riqueza cultural” y “mucha historia”, que insistió hay que “intentar preservarla e intentarla hacerla confluir de manera común”.

De esta forma, Óscar Puente consideró que estaría “bonito” que hubiera una fiesta de la Comunidad en León el 18 de abril, en la que pudieran participar los castellanos, y que el 23 de abril los leoneses acudieran a Villalar de los Comuneros, para acabar “con esta historia”. “Bienvenido sea, compartamos esas dos fiestas”, apostilló tras reconocer que en León no se ha aceptado los actos de la localidad vallisoletana en una Comunidad que insistió es “muy diversa” y tiene “dos almas”.

“Todo lo que conduzca en esta Comunidad a una mayor unidad, bienvenido sea”, insistió Óscar Puente sobre la proposición no de ley de los socialistas leoneses, si con ello se pueden “arreglar las cosas". “Lo importante es que la Comunidad avance”, señaló porque lamentó que carece de una identidad común, pese a tener “tantos lazos históricos y tantas señas de identidad compartidas”.

Al respecto, el ministro y exalcalde de Valladolid aseguró que lo primero y primordial es que las propias instituciones traten los símbolos con el “respeto debido”, para que después los distintos territorios lo hagan. En su opinión lo ocurrido con la fiesta de Villalar en los últimos años, tras la conformación del Gobierno de PP y VOX en la Comunidad, se ha puesto en marcha un “proceso” que consideró “muy desmoralizador”.

A su juicio, son las instituciones de Castilla y León las que no creen en sus símbolos y valores, ya que consideró que no hay ninguna comunidad autónoma en España en la que sus gobernantes se comporten “de esta manera” en el día de su festividad. “Me resulta descorazonador”, dijo para añadir que no entiende qué objetivo o “meta” se logra con ello. “Es desconcertante”, concluyó.

"Resistimos para vencer"

El secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, envió un “canto de esperanza” por la Comunidad desde Villalar de los Comuneros (Valladolid), convertido en la “fiesta del pueblo”. “Resistimos y resistiremos, pero no para quedarnos donde estamos; resistimos para vencer”, dijo el dirigente socialista convencido de que “más pronto que tarde” habrá otro gobierno autonómico “a la altura” de su tierra.

Desde el monolito que recuerda a los tres capitales comuneros, Luis Tudanca cerró su intervención con un “arriba el ánimo” ante una abarrotada plaza de España de Villalar, una villa que recordó hace 500 años encendió un “faro de esperanza” y que se ha convertido ahora en un lugar de “encuentro, de unidad y hospitalidad”.

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