Diario de Castilla y León

Vigilantes ocultos en las ondas

Más de medio centenar de radioaficionados componen en Burgos la REMER, una red estatal alternativa y complementaria a otras redes de comunicación que utilizan los servicios de emergencias

Homenaje de la Subdelegación del Gobierno en Burgos a varios miembros de REMER.- ICAL

Homenaje de la Subdelegación del Gobierno en Burgos a varios miembros de REMER.- ICAL

Publicado por
Redacción
Valladolid

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La héroes no siempre llevan capa o sobrevuelan rascacielos. A veces llevan walkie-talkie y están atentos a las ondas radiofónicas , preparados para intervenir cuando las comunicaciones habituales fallan. Así ocurre con los voluntarios de la Red Nacional de Radio de Emergencia (REMER), una red de ámbito estatal alternativa y complementaria a otras redes de comunicación que utilizan los servicios de Emergencias o Protección Civil . Burgos es una de las provincias de España con uno de los números más “estables” de colaboradores, y a lo largo de toda su extensión cuenta con más de medio centenar de radioaficionados.

No hay una edad límite para ser radioaficionado, aunque sí se requiere ser mayor de edad , tal y como explica uno de los coordinadores provinciales de la REMER en Burgos, Andrés Galarón, que forma parte de este grupo desde hace más de 30 años, aunque ostenta este cargo de responsabilidad desde hace más de 15 años. 

Entre los más de 50 radioaficionados que forman parte de esta Red en la provincia, hay gente de todas las edades, siendo el más joven de 22 y el más mayor supera los 80 . “No hay un rango de edad ni una condición física que se necesite. Nuestro trabajo radica principalmente en casa y un radioaficionado puede serlo perfectamente con más de 80 años”, explica Galarón. La provincia se divide en cinco zonas y cuenta con tres coordinadores provinciales: Andrés Galarón, Fernando Uzquina y José Luis Velasco.

Esta Red, formada por especialistas entrenados y experimentados en comunicaciones de emergencia , constituye un sistema de comunicación “alternativo” en situaciones donde las comunicaciones tradicionales puedan fallar, a consecuencia de catástrofes producidas por terremotos, inundaciones, huracanes, incendios, accidentes tecnológicos...etcétera. Pese a que esta Red lleva años en funcionamiento en España, y de hecho, todo el país cuenta con sus propios voluntarios en todo el territorio, su labor es en ocasiones desconocida. 

“Somos invisibles”, apunta Galarón, que recuerda que fue en 1982 con motivo del Mundial de Fútbol que se celebró en España, cuando se empezó a considerar la necesidad de contar con una red de radio que “reforzase las comunicaciones” en ese momento. Desde entonces, el papel de la REMER ha sido fundamental para prestar apoyo a las autoridades. “Es totalmente altruista y voluntario cien por cien” , afirma, a la vez que recuerda que en su caso sintió una “llamada de vocación y servicio”, y como radioaficionado declarado, quiso prestar su tiempo y ayuda a esta Red cuyos miembros se mantienen activos diariamente. 

“La actividad es diaria. No hay una obligación de estar presente pero se mantiene la escucha en las frecuencias” , explica. En este sentido, explica que cada voluntario dispone de sus propios medios, que les permiten estar siempre “atentos” a posibles emergencias. “Las redes móviles pueden caer, pero la radio siempre se mantiene” explica. Además, cada sábado por la tarde, los miembros del REMER mantienen un encuentro “a través de la radio”. 

A esta actividad permanente de escucha se suman otras como cursos de formación, concursos para mantenerse lo más activos posibles y simulacros sobre cómo actuar ante situaciones de emergencia. En esta línea, Galarón diferencia entre la actividad diaria que realizan y el momento en el que las autoridades competentes movilizan a la REMER. “Activar la Red son palabras mayores. Es algo gordo, cuando se desbordan las comunicaciones” , matiza a Ical.

En el caso de la provincia de Burgos, uno de los momentos que Galarón recuerda que se activó a la REMER fue hace ya varios años, por un satélite ruso que iba a entrar en la órbita terrestre  y se temía que cayese en la Península Ibérica. “Uno de los sitios donde podía caer en la zona norte y en ella estaba comprendida Burgos”, añade. Las grandes nevadas también han activado alguna vez esta Red, y otras veces se ha pedido “colaboraciones puntuales”, como en caso de incendios o inundaciones, en alguna parte de la provincia, o durante la pandemia, cuando también ofrecieron “apoyo” a las movilizaciones. 

Al igual que ocurre con muchas profesiones, en la REMER también preocupa tener un relevo generacional, aunque Galarón afirma que, “por suerte” están teniendo incorporaciones de gente joven. “La radio es una cosa que engancha y cuando uno tiene el gusanillo de la radio, la REMER es un reto . Te supone actuar en las mejores condiciones y como radioaficionados, tenemos concursos, pruebas y ensayos que nos permiten estarlo”, concluye. 

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