Los productores de Castilla y León prevén una buena campaña de patata con el listón en 800.000 toneladas
Las Opas destacan el excelente estado sanitario mientras llaman a las cadenas de distribución a que no disparen el precio al consumidor / La exportación contrarresta el solapamiento de las campañas de Andalucía y Castilla y León
Buena campaña de patata en Castilla y León si se mantienen los precios de mercado para el productor , ante los elevados costes que tuvo la siembra. Así lo prevén los agentes del sector cuando la Comunidad lleva prácticamente un mes recogiendo el tubérculo. Todos destacan que un verano menos cálido que el anterior, la buena ‘colocación’ de las lluvias y de las fechas de la siembra, sumado a la experiencia de los agricultores de la región en este cultivo, está dando como resultado un excelente estado sanitario y de calidad de la patata, que ha incrementado su productividad respecto a 2022.
Nada hace prever que la cosecha baje de las 700.000 toneladas, un listón del que tampoco descendió la temporada pasada al registrar una producción de 710.947. Aunque la cifra aproximada no se podrá estimar hasta avanzado septiembre, la sensación es que se podrá recuperar la cota de las 800.000 toneladas del año 2021 y anteriores. La Comunidad es la mayor productora de patata de España, con cerca de un 40% del total nacional.
Hay que tener en cuenta que, aunque en los últimos años la tendencia ha sido la disminución progresiva de la superficie de cultivo, en 2023 se incrementó ligeramente respecto al año anterior –algo que no ocurría desde 2017–, al pasar de las 16.402 a las 16.917 hectáreas cultivadas en Castilla y León, según datos provisionales de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
Una sencilla regla de tres daría una cosecha de 733 millones de kilos para 2023, pero hay otro dato a tener en cuenta, el de la patata de media estación . Se han sembrado este año 5.499 hectáreas de esta modalidad del tubérculo, con una cosecha, ya recogida, de 247.393 toneladas. Arroja una productividad media de 44,99 toneladas por hectárea, cuando el pasado año fue de 42,33 en las 225.650 hectáreas que se sembraron de patata de media estación (considerada también ‘temprana’). Supone un 2,66% más de productividad, que si se repitiera en la patata tardía daría como resultado casi 753 millones de kilos.
Pero más que preocupados del volumen, los agentes del sector lo están del precio que se les pagará . Según el tipo de patata, los precios oscilan entre los 26 y los 36 céntimos el kilo. Ha estado más cara hace un mes, cuando el mercado comprobó la escasez de la cosecha en Andalucía por efecto de la sequía. En cuanto empezó la campaña en Castilla y León, con mucho mejores resultados por hectárea que en el sur, el mercado comenzó a estar mejor provisto y bajaron los precios, pero se espera que no desciendan de la franja en la que están ahora.
«Se dio la circunstancia, por el comportamiento de la climatología, de que la cosecha se retrasó dos semanas en Andalucía y en Murcia y se adelantó otras dos en Castilla y León» , relata, en respuesta a este periódico, el director de Operaciones de Patatas Meléndez, Juan Manuel Coello. «El buen comportamiento de la exportación ha compensado ese solapamiento de las dos campañas, en las que el mercado estuvo muy abastecido, y se le ha podido dar salida sin que bajaran drásticamente los precios», añade. La empresa ha vendido alrededor del 15% de lo producido a diversos países, sobre todo Bélgica, Francia y países del norte como Holanda y Dinamarca.
«Lo normal es que la campaña empezara aquí a mediados de julio, pero comenzó a principios, así que se concentró mucho la oferta. La lluvia de mayo y junio hizo que se retrasara el final de las campañas del sur, de la patata temprana», explica Coello.
Rendimientos
«Lo importante es que tenemos hasta la fecha una campaña de buenos rendimientos y muy buena calidad, y hemos sido capaces de incrementar mucho la exportación . Mucha patata de Castilla y León ha salido a Europa, donde había una demanda importante, pues en Europa también llevan retraso en sus inicios de campaña», señala. Patatas Meléndez envasa y comercializa el 20% de la patata que se produce en España, con más de 200.000 toneladas de patata al año. Lidera un plan agrario en el que cultiva también sus propias patatas, además de comercializar las de más de 500 agricultores. Es el principal operador a nivel nacional, con gran peso en Castilla y León, al comercializar la producción de unas 4.000 hectáreas.
El director de Operaciones detalla que esa línea de exportación ha permitido mantener unos buenos precios para el agricultor. « Los precios se están comportando bien, más o menos como el año pasado , aunque, como es normal, ya no tiene los mismos que cuando Andalucía estaba en campaña. En ese momento se mantenían anormalmente altos, en una cifra histórica, llegando incluso a picos de 70 céntimos por kilo. Todo el mundo sabía que eso no iba a durar mucho».
Coello estima, para la mayoría de las clases de patata que trabaja la marca, que las tarifas oscilen entre los 30 y 35 céntimos el kilo . «Creemos que esos precios van a permanecer estables, incluso con alguna posibilidad de ir subiendo», remarca.
Desde otra de las grandes operadoras de patata de Castilla y León, Hijolusa, también hablan de «buenos rendimientos» , aunque siempre «desde la prudencia», según se vaya comportando el tiempo. «En el inicio de la campaña en Castilla y León estamos observando una buena calidad del producto», asegura la marca. «La estabilidad en la superficie cultivada junto con la evolución de las condiciones climáticas fue determinante en 2022, y lo sigue siendo en 2023», apunta.
Desde la empresa señalan que Hijolusa consolida como Grupo su plan de crecimiento y expansión iniciado en 2022 con la adquisición de la participación mayoritaria de la empresa vitoriana Natuber, S. L., líder en el mercado de IV gama de este tubérculo destinado al canal Horeca, y hace unos meses adquirió el 100% de la alicantina Agrícola Villena, la mayor comercializadora y procesadora en España de zanahoria, puerro, apio, bandejas de cocido y palitos de zanahoria, entre otras verduras y hortalizas.
Las Organizaciones Profesionales Agrarias (Opas) se muestran de acuerdo en cuanto al excelente estado sanitario y la calidad de la patata, y también en el buen precio de mercado, pero alertan de que los costes de producción también han sido muy altos.
El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, apunta que en esta campaña se están registrando «unas producciones aceptables, pues el desarrollo de la patata está bien y sobre todo tiene muy buena salud vegetativa . Va a haber una buena calidad», subraya. «Todo apunta a que el precio va a ser razonablemente bueno, aunque hay que tener en cuenta que la patata se sembró a unos precios muy altos, con unos abonos muy caros, mucho gasto en fertilizantes y en fitosanitarios, por lo tanto es necesario que el productor obtenga un buen precio».
Por otro lado, Dujo advierte de que el hecho de que el productor obtenga un precio digno «no significa que tenga que tener un precio desorbitado para el consumidor. Nosotros desde Asaja llamamos a la prudencia de intermediarios y distribución para que todo el mundo se ajuste a unos márgenes dignos , para que no caiga el consumo y para que el consumidor tenga un producto excelente de Castilla y León. Sobre todo, lo que sí apuntamos es que hay una Ley de la cadena alimentaria que hay que cumplir en contratos, en plazos de pagos, en calidad. Pedimos que se cumpla, que haya información transparente al consumidor», concluye.
Transparencia
De parecida opinión se muestra Guillermo Ruiz, productor y responsable del Sector de la Patata de Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL): «Pedimos, sobre todo, transparencia en el mercado y que se cumpla la Ley de la cadena alimentaria» , remarca. «No hay más que ver que la superficie de patata ha ido mermando en los últimos años, desde las 22.000 o 23.000 hectáreas que teníamos, a menos de 17.000. Eso es porque el cultivo no es tan rentable como debería, y porque las nuevas generaciones que se incorporan al campo no siembran patata, no la ven rentable».
Ruiz considera que cultivar patata es «cada vez es más difícil» , y eso se debe al coste. «El cultivo en sí es sencillo, el agricultor lo conoce, domina la técnica, se hacen patatas perfectas en Castilla y León», sin embargo, el riesgo a los vaivenes de los precios «sigue siendo una amenaza, porque es ingobernable, en el sector se da un libre mercado total y es muy susceptible de especulación».
Eso sí, considera que esta campaña va a ser mejor que la del pasado año, ya que las temperaturas se están comportando mejor y permiten un mayor desarrollo del tubérculo. Lo malo es que «para sacar adelante una hectárea de patatas, de tres años a esta parte se han disparado los costes» .
«Lo que tenemos claro desde la UCCL es que el cultivo tiene que ser rentable», señala Ruiz, que considera que si el precio se mantiene como hasta ahora podrá haber una buena campaña. «Hay una enorme diferencia entre unas variedades y otras, el precio de mercado, dependiendo de cuáles sean, oscila entre los 26 y los 36 céntimos».
Por provincias, Valladolid encabeza la tabla autonómica de superficie cultivada, con 4.787 hectáreas de patata en la presente campaña (ha sumado 312 a las del año anterior, un incremento del 7%). Le sigue Salamanca , con 4.257 (suma 360, la que más sube, un 9,2%); Segovia, con 1.856 (prácticamente la misma extensión que el pasado año), Burgos, con 1.802 (baja un 9%); Ávila, con 1.295; León, con 1.163; Zamora, con 767; Palencia, con 667 y Soria, con 323 hectáreas. En estas últimas la superficie es muy parecida a la campaña anterior.
En cuanto a la producción, Valladolid también encabezó la tabla en 2022 con 196.960 toneladas, seguida de Salamanca, con 187.056; Segovia, con 79.240; Burgos, con 67.268; Ávila, con 61.429; León, con 42.986; Zamora, con 37.970, Palencia, con 24.763 y por último Soria, con 13.275 toneladas.