ESPÍRITUS LIBRES / Rosa Gómez - Fotógrafa
''Hay que completar el inventario sentimental de la Sierra de Francia''
De la añada del 75, estudió Turismo, Antropología y Filología Hispánica en Salamanca. Ha vivido en Italia, Bélgica, Holanda, Canadá y Estados Unidos. Hace una década regresó a la casa de sus abuelos, en La Alberca, en “la Toscana salmantina”. Allí tiene su estudio de fotografía. Dirige, desarrolla y coordina el proyecto Antropología Visual – Identidad y Patrimonio. Pero es, ante todo, fotógrafa, como demuestra su interés por captar las miradas de sus paisanos. Rosa es serrana, con muchos apellidos.
El anterior entrevistado, JF Chana, hizo esta pregunta sin saber a quién iba destinada:
Pregunta. ¿Te gustan más las canciones en prosa o en verso?
Respuesta . En verso, porque ofrecen más interpretaciones.
P. - ¿Qué es para usted ser un espíritu libre?
R. - Es aquella persona capaz de realizar y explotar las cosas que desea, aunque sea en contra de las normas y opiniones establecidas. Sobre todo, trascendiendo a los propios miedos e inseguridades.
P. - ¿Se siente así?
R. - Sí. Es un viaje vital que todos recorreremos y unos llegan antes y otros después.
P. - ¿Cómo se gana la vida?
R. - En el arte de capturar momentos, narrativas y emociones. Soy fotógrafa. Además, desarrollo un proyecto antropológico.
P.- ¿Qué le gustaría ser de mayor?
R.- Polifacética.
P.- ¿De qué se siente más orgullosa?
R.- De crear oportunidades en los obstáculos que se me presentan. Tengo capacidad de aprendizaje y adaptación.
P.- ¿Qué es el amor?
R.- El faro que ilumina en las tormentas. Un regalo que debemos cuidar.
P.- ¿Qué tal se lleva con Dios?
R. - Muy bien. Tengo relación directa con él a través de lo sagrado de la naturaleza, del arte, de la búsqueda del conocimiento…
P.- Un espíritu libre al que admire.
R.- Janet Frame.
P.- ¿Es más filóloga, fotógrafa o antropóloga?
R.- Es una sincronía entre las tres. Cada vez que disparo con mi cámara, esas tres partes de mí están ahí.
P.- ¿Ha hecho alguna vez de moza de ánimas?
R.- No, pero en estos días estoy trabajando en ello, lo estoy documentando. Me gustaría acercarlo de una forma más íntima, sobre todo a los jóvenes.
P.- Analice esa secuencia etnográfica de La Alberca, la moza de ánimas.
R.- Es un momento muy intimista. Cuando viene el tramonto, una mujer transita por las estrechas calles de La Alberca rezando una salmodia, acordándose de los difuntos. Es una conexión con lo sagrado.
P.- ¿Fotógrafa por qué?
R.- Porque es una forma directa de comunicar, sin utilizar palabras. Te hace estar en conexión con el mundo.
P.- ¿Cuándo entra la fotografía en su vida?
R.- Yo recuerdo cuando venían antropólogos y estudiosos al pueblo a hacernos fotografías cuando era pequeña. Esas fotos aparecían por todo el mundo.
P.- En una de las fachadas de La Alberca encontramos un retrato de Unamuno. ¿A quién dedicaría usted un retrato?
R.- A Sorolla y Mauricio Legendre
P.- ¿Cree que La Alberca cuenta ya con todo el refrendo de las instituciones?
R.- Creo que queda mucho por hacer, desde el punto de vista cultural, turístico y promocional. No somos conscientes de la importancia que tiene este pueblo. Es cierto que debemos guardar un equilibrio entre la autenticidad y el desarrollo del turismo. De momento lo estamos logrando. Seguimos progresando sin perder esa autenticidad.
P.- Cuando sale por la mañana, en los rostros de sus paisanos, ¿detecta algún rasgo moro, judío o cristiano?
R.- Sí, sí. Se nota esa mezcla de culturas de La Alberca. Incluso en mi propia familia.
P.- ¿Le gusta el sobrenombre de “La Toscana salmantina”?
R.- Sí, yo siempre lo he dicho. Tenemos grandes parecidos.
P.- Su pueblo capitaliza la Sierra de Francia. ¿Hay más Albercas?
R.- Alberca solo hay una. Hay pueblos con mucho encanto y personalidad, pero igual lo han visto más tarde. Nosotros comenzamos en los años 40 a trabajar en lo que tenemos, nuestros puntos más fuertes. Llevamos más tiempo apostando por este tipo de desarrollo.
P.- ¿Se puede vivir de la cultura estando empadronado en La Alberca?
R.- Sí se puede, pero hay que saber buscar los recursos para hacerlo.
P.- ¿Tenemos ya el inventario sentimental completo de la Sierra de Francia?
R.- Se ha intentado en diversos estudios, pero queda mucho por hacer, por completar ese inventario.
P.- ¿Dónde ha comprado el pan esta mañana?
R.- Donde Mariluz, en la calle del Tablado.
P.- Déjeme una pregunta para el próximo entrevistado.
R.- Si tuvieras la oportunidad de hablar con tu yo del pasado, ¿qué consejo le darías?