El nuevo bulo de Igea. Culpa ahora de su toque de queda ilegal al nuevo consejero de la Presidencia
El conocido en las Cortes como 'rey de los bulos' vuelve al ataque, esta vez sin reparo sobre un tema como el encierro domiciliario que él y Verónica Casado impusieron para que comenzara a las 20.00 horas y que más tarde el Tribunal Constitucional declaró ilegal
Bulo va y bulo viene. Es esa dinámica tan recurrente como cuestionable es en la que ha caído el procurador de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León y expresidente de la Junta, Francisco Igea , y que en esta ocasión ha vuelto a la carga tras conocerse hace unos días el nombre de quien sustituirá a Jesús Julio Carnero al frente de la Consejería de la Presidencia. El nombramiento de Luis Miguel González Gago le sirvió al parlamentario naranja de excusa para lanzar un mensaje en Twitter en el que le acusaba, irónicamente, de ser el ideólogo del toque de queda a las 20.00 horas implantado en la Comunidad duranta la crisis sanitaria del coronavirus.
Toque de queda que, por otra parte, tanto el propio Igea como la por entonces consejera de Sanidad, Verónica Casado, defendieron sacando pecho e incluso retando al Gobierno de España. No hubo rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en aquellos días en la que los dos de Ciudadanos no se felicitaran por las medidas puestas en marcha para combatir al virus, a pesar de que esta en concreto fue después calificada como ilegal por parte del Tribunal Constitucional. Ahora, sin embargo, y como si ni siquiera hubiera formado parte del Ejecutivo autonómico, el conocido en los pasillos de las Cortes como 'el rey de los bulos' pretende lavarse las manos con unos argumentos que, de nuevo, no podrían alejarse más de la realidad.
"En un inesperado giro de los acontecimientos el gobierno de Vox y PP nombra consejero al autor intelectual y material del famoso toque de queda 'desde el orto hasta el ocaso' . He de reconocer que disfruto con estas paradojas del destino", publicaba el pasado 11 de mayo en un tweet. De lo que no hizo mención alguna es que él mismo defendió en la citada red social la medida como "necesaria" para reducir el contagio, según varios mensajes de aquel aciago invierno a caballo entre 2020 y 2021.
Pero la inexactitud de Igea con la realidad va mucho más allá. No solo culpa de su toque de queda a González Gago, sino que oculta deliberadamente el desarrollo del Consejo de Gobierno en el que se tomó la decisión. Según fuente consultadas por este periódico, esta reunión fue una de las más tensas que se recuerdan, con dos bandos perfectamente definidos. Por un lado Ciudadanos, la formación que monopolizó la gestión sanitaria durante su breve estancia en el ejecutivo autonómico para meter a los castellanos y leoneses en sus casas dos horas antes que al resto de los españoles y para proponer un plan de refuerzo de la Atención Primaria que, irónicamente, se basaba en el cierre de consultorios, por mencionar solo algunas de las medidas estrella de esta coalición Igea-Casado. Frente a los naranjas, un Partido Popular nada convencido de lo que se proponía.
Pero como en tantas otras ocasiones, la delicada situación que atravesaba entonces Castilla y León llevó al PP a tragar con el planteamiento de Ciudadanos y a votar a favor del toque de queda adelantado. A pesar de todo, ya por aquel entonces nació sin base alguna, obligando a montar una defensa jurídica apresuradamente con el respaldo justo para publicarla en el Bocyl y que, como se vio más adelante, no sirvió para convencer al Tribunal Constitucional.
Tampoco sirvió para acabar con la inquietud de, precisamente, el propio González Gago, quien por entonces ejercía como director de los servicios jurídicos de la Junta de Castilla y León y que fue uno de los que se mostró en desacuerdo con la propuesta . Tampoco la recibió con demasiada aceptación el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, jurista de profesión y poco optimista con lo que en aquel Consejo de Gobierno se debatía.
Pero, finalmente, el planteamiento de Francisco Igea y de Verónica Casado salió adelante para sorpresa e indignación de la ciudadanía, sobre todo de algunos sectores económicos, que veían como una decisión única en España les obligaba a cerrar dos horas antes y a seguir sufriendo pérdidas en sus negocios. Ninguna de las protestas sirvió, ya que el toque de queda a las 20.00 horas se mantuvo hasta que así lo consideraron el vicepresidente y la consejera de Sanidad, a pesar de que ahora el primero quiere lavarse las manos culpabilizando a quien no solo no tuvo nada que ver, sino que se mostró en costra desde un inicio.