Diario de Castilla y León

Comienza la restauración de 56.354 hectáreas arrasadas en los incendios por 2,2 millones en Castilla y León

La Junta contrata once empresas para empezar la restauración «de emergencia» en Zamora, León, Ávila y Salamanca, ante el peligro de derrumbes de tierra y el riesgo de plagas en las zonas que ardieron en julio y agosto del año pasado

Un hidroavión durante los trabajos para sofocar las llamas en Losacio, Zamora, este verano.  ICAL

Un hidroavión durante los trabajos para sofocar las llamas en Losacio, Zamora, este verano. ICAL

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Laura G. Estrada
Valladolid

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La tragedia sufrida el pasado verano en Castilla y León por los incendios forestales que arrasaron miles de hectáreas sigue y seguirá arrastrando consecuencias, porque recuperar el estado de las superficies calcinadas es un proceso lento y costoso. Ahora toca trabajar en las zonas quemadas para evitar plagas y ayudar en la reparación del terreno, con un coste de 2,2 millones de euros para unas labores iniciales de emergencia que se desarrollarán hasta mediados de este año. 

Así lo anunció la Junta de Castilla y León a finales de diciembre, y ya se ha contratado a las empresas que se van a encargar de sanar las «afecciones severas» que padecen los suelos quemados, con actuaciones preliminares centradas en la disminución de riesgos, como paso previo para que después, «a más largo plazo», se lleve a cabo « una restauración integral de los espacios dañados ». 

Esos riesgos se concretan, sobre todo, en la posibilidad de derrumbes de terreno y de movimientos de tierras «especialmente en localizaciones con fuertes pendientes y en suelos erosionables », que pueden afectar a «personas y bienes», teniendo en cuenta, además, que se acerca la época de lluvias y tormentas, lo que aumenta el grado de peligro en las zonas afectadas por las llamas.

De ahí la necesidad de ayudar a recomponer el manto de protección vegetal que se ha perdido y que, además de reducir el impacto de las lluvias, resulta fundamental para que ‘resbale’ el agua y aumenten las escorrentías superficiales, según expresa la Consejería de Medio Ambiente para justificar la contratación de unos trabajos que se van a desarrollar en Ávila, Burgos, León, Salamanca y, sobre todo, en Zamora, donde se registró el peor incendio que se ha vivido en la Comunidad, con Losacio como epicentro de la tragedia medioambiental.

En total el año pasado ardieron aproximadamente 84.414 hectáreas en los dieciséis grandes incendios que se registraron en Castilla y León (aquellos en los que se vieron afectadas más de 500 hectáreas), según los datos provisionales de la Estadística General de Incendios Forestales que coordina el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a los que alude la Junta en su informe y, de ese total, los 2,2 millones de euros presupuestados en la actualidad en actuaciones hidrológico-forestales servirán para trabajar en la reparación de 56.354 hectáreas.

La mitad de la cuantía que la Junta tendrá que desembolsar –un millón, en concreto– irá destinada a las labores necesarias para paliar los daños causados por el fuego que se declaró el 17 de julio de 2022 en la localidad zamorana de Losacio , y en el que ardieron 31.473,22 hectáreas.

Según los cálculos realizados, del total de la zona afectada, enclavada en la Sierra de la Culebra, 14.760 hectáreas corresponden con superficie forestal arbolada, 4.601 con superficie forestal ocupada por matorral, 6.820 con pastizales y 5.291 con terreno no forestal. 

Así, para trabajar en el vasto área calcinado, la Junta de Castilla y León ha dividido en dos lotes este incendio, y serán dos empresas –Trasel Servicios Ambientales y Riesco y Marcos– las que se encarguen de las tareas, por medio millón de euros en cada caso. Ellas tendrán que volcarse en la restauración de emergencia para atajar el « grave peligro por desprotección » motivado por la ausencia de vegetación y la pérdida de suelo, con arrastre de cenizas y sólidos que se pueden ver acelerados si ocurrieran fuertes lluvias próximamente, razonan en la memoria de intervención. 

Esas actuaciones, según explicó la Junta de Castilla y León a finales de diciembre, cuando se aprobó en Consejo de Gobierno la partida de 2,2 millones de euros para los doce contratos (correspondientes con once incendios), se centran en la trituración de árboles en pie para crear un acolchado de astilla repartida sobre el terreno, en el extendido de paja de forma aérea o manual, en la apertura de pistas de acceso a los rodales de actuación, así como a la adecuación de las preexistentes mediante la construcción de pasos de agua, o en la construcción de diques para la disminución de la velocidad de circulación del agua.

El listado de tareas, tanto en la zona de Losacio como en el resto de superficies afectadas por los grandes incendios del verano pasado, pasan también por la construcción de charcas para dotar de suministro de agua para la fauna y disponer de puntos de agua para la extinción de incendios, la instalación de pastizales para favorecer y acelerar la implantación de la cubierta vegetal, los tratamientos contra plagas para evitar, sobre todo, la proliferación de insectos perforadores, la reparación de infraestructuras (pistas, pasos de agua, depósitos de agua y sus captaciones, etc.), la corta y desramado de restos de madera, el desbroce y posterior plantación, o la recogida de semillas. 

Todo ello, una vez que las zonas afectadas fueran declaradas como prioritarias, con la necesidad de recurrir a una intervención «inmediata» y «con la máxima celeridad ». Se trata de operaciones que se suman a las anteriores puestas en marcha, como las subastas para la extracción de madera quemada. 

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