La peor sequía de la década deja un 23% menos de lluvia en Castilla y León
Durante 2022 llovieron 111 litros menos de media según los registros habituales de la AEMET y es el verano más cálido y seco desde que se tienen registros con un 1,1º grados más
Castilla y León vive la peor sequía desde hace diez años. Las escasas precipitaciones y el intenso calor son las principales razones de este mal año. En lo que a lluvias se refiere, en la Comunidad ha llovido un 23,55% menos respecto a la media de precipitaciones de la década .
Este año ha llovido 361,62 litros de media en Castilla y León por metro cuadrado. El año pasado fueron 484,91 l/m2 y el anterior 513,51. La media de esta década es de 473,04 litros por metro cuadrado, es decir, este año han caído 111,42 litros menos de lo que debería según los registros de los últimos diez años en la Comunidad.
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) denomina año meteorológico al tiempo comprendido entre septiembre del curso anterior y agosto del presentes, en este caso abarcaría desde septiembre de 2021 hasta agosto de 2022). En la serie de datos de la última década tan solo se le acercan el periodo de 2016-2017 con 364,92 litros por metro cuadrado y el de 2014-2015 con 385,49 l/m2. El resto de los registros superan ampliamente los 400 l/m2.
En los últimos diez años, el 2019 fue el más lluvioso de todos con 561,63 l/m2 , 300 litros por metro cuadrado más que este año. Desde ese año, las precipitaciones en Castilla y León han ido cayendo. En 2020 fueron 513,51 l/m2 los que llovieron y en 2021 hubo precipitaciones que acumularon 484,91 l/m2.
Castilla y León
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El déficit de este curso es muy amplio respecto a años anteriores. Este curso ha llovido un 22,76% menos que el anterior. Ha habido zonas de Castilla y León que se han visto bastante afectadas por ello según lo reflejan las estaciones meteorológicas del Balance Hídrico Nacional. En León las precipitaciones fueron un 40,2% menos abundantes respecto a lo normal (la AEMET señala como ‘normal’ a la media de los años 1981-2010). En la misma línea se sitúa Ponferrada con un 37,6% déficit, le siguen Burgos con un 32,2% de déficit de 32,2% o Soria y Valladolid con un 28,8% y 23,2% respectivamente. Ninguna estación tiene un superávit , es decir, que ha haya llovido más este año de lo que debería. Las que menos déficit presentan son Ávila con un 4,4%, Zamora con un 10,79%, la estación de Villanubla, en Valladolid, con 12,5%, Segovia donde llovió un 17,7% menos de lo normal y en Salamanca hubo un déficit de precipitaciones del 20,3%.
Para realizar el Boletín Hídrico Nacional, la AEMET se centra en diversas estaciones a largo del territorio español, en la Comunidad hay diez que están situados en Ponferrada, Soria, Villafría (Burgos), Valladolid, Ávila, Segovia, Villanubla (Valladolid), Zamora, Virgen del Camino (León) y Matacán (Salamanca). Gracias a estas estaciones podemos saber lo que ha llovido en esas localizaciones a lo largo de los años. En cuatro de ellos se ha registrado en el año meteorológico 2021-2022 las menores precipitaciones de los últimos diez años; ha sido en las estaciones de Ponferrada (407,1 litros por metro cuadrado), Soria (364,4 l/m2), Burgos (372,6 l/m2) y León (320,6 l/m2).
Las zonas en las que menos ha llovido este año en la Comunidad han sido las de León con 320,6 l/m2, Salamanca al registrar 327,1 l/m2, Zamora con 337,4 y Valladolid con 339,9 l/m2.
Tras analizar estos datos, se puede decir que Castilla y León se encuentra en una sequía meteorológica puesto que ha habido un déficit de precipitaciones respecto a los valores normales.
Este año especialmente cálido y seco contrasta con los anteriores. El año 2021 estuvo ligeramente por encima de la media en lo que a subida de temperaturas se refiere, pero llovió lo normal (respecto a la referencia climática de 1981-2010). En cambio, el año en el que estalló la pandemia del coronavirus, el 2020, fue un año cálido, similar a este, pero bastante más húmedo que el año meteorológico 2021-2022.
TEMPERATURAS
Según datos de la AEMET, aparte de haber sido un año especialmente seco por la falta de precipitaciones, también ha sido bastante caluroso. Tan solo el año 2017 fue más cálido que el 2022 . Este año meteorológico ha tenido una media de entorno a 1ºC más de lo normal . Al ser Castilla y León una comunidad autónoma tan sumamente extensa, es complicado generalizar debido a que el clima es diferente en el norte de la comunidad que en la zona sur o centro, pero sí se puede afirmar que ha sido un año muy cálido y seco en la Comunidad, de hecho es el segundo en la serie histórica de la Agencia Estatal de Meteorología.
Si se hace una división por meses, se puede apreciar que el verano ha sido especialmente duro para todos los castellanos y leoneses. El mes de junio tuvo una media de entre 1,5º y 2,5º más respecto al periodo comprendido entre 1981 y 2010.
Los peores meses, en lo que a calor se refiere, fueron los de julio y agosto . El primero de ellos tuvo 4ºC más de lo habitual en estas fechas, pero agosto no se queda atrás ya que las temperaturas aumentaron en 3ºC de media respecto a lo normal.
Otro mes en el que aumentaron mucho las temperaturas fue mayo , ya que estas aumentaron en 3ºC respecto a lo habitual, parecido a diciembre donde subieron de media los termómetros 2ºC.
Tres meses son los únicos en los que las temperaturas descendieron respecto a lo habitual. En marzo los termómetros bajaron entre uno y dos grados de media en Castilla y León, situación muy parecida en noviembre donde descendieron -1,5 ºC, mientras que en abril lo hicieron tan solo medio grado. Por otro lado, enero y septiembre fueron los únicos meses en los que la temperatura no varió respecto a lo habitual.
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Se trata de una serie anual cálida en lo general y particularmente en el tramo veraniego donde se superaron ampliamente temperaturas de 40ºC en muchos puntos de Castilla y León, algo muy poco habitual.
Tal ha sido el calor extremo durante este verano que 576 personas perdieron la vida debido a las altas temperaturas , un cifra que es inédita desde que se registran este tipo de datos.
El MoMo, el sistema de monitorización de la mortalidad diaria del Instituto Carlos III, recoge estos datos y son atribuibles a la temperatura entre el 1 de julio y el 30 de agosto . Con estos datos en la mano, el MoMo establece que el verano del año 2022 está provocando muchas más muertas por temperaturas altas que cualquiera de los precedentes. La anterior más alta fue en 2017 (año especialmente cálido) cuando se produjeron 291 fallecimientos por este motivo.
Cabe destacar que esta mortalidad por el extremo calor también se da en el resto de España, aunque a Castilla y León tan solo la supera la Comunidad de Madrid con 1.292 fallecimientos, más del doble. Ni siquiera Cataluña, que cuenta muchos más habitantes de la Comunidad, supera esos 576 muertos.