Una nueva ola de calor irrumpe en Castilla y León por el suroeste y se extenderá a toda la Comunidad desde el lunes
La Junta activa la alerta por meteorología adversa ante temperaturas que podrán superar los 38 grados
La Agencia de Protección Civil de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha declarado este sábado la alerta por meteorología adversa desde las 12:00 horas del domingo, 10 de julio, para las provincias de Ávila y Salamanca, y desde las 12:00 horas del lunes, 11 de julio, para el resto de las provincias de Castilla y León. Ante esta circunstancia se invita a la población a tomar precauciones por este episodio de calor.
El motivo de la declaración es el ascenso térmico generalizado a partir del sábado 9 de julio que afectará principalmente al extremo sur de la Comunidad, donde podrán superarse los 38°C.
Desde mañana domingo las temperaturas continuarán en aumento afectando progresivamente a toda Castilla y León, llegando a alcanzar los 38°C-39°C en el sur y superándose los 34°C-36°C en amplias zonas del resto de la Comunidad.
A partir del lunes las temperaturas seguirán en aumento afectando progresivamente a toda Castilla y León, llegando a alcanzar los 40°C en el sur y superando los 38°C-39°C en amplias zonas del resto de la Comunidad.
Durante este episodio las temperaturas mínimas también alcanzarán valores elevados.
Dicho ascenso se prolongará al menos hasta mediados de la semana que viene, por lo que la alerta se mantendrá vigente mientras dure esta situación.
Recomendaciones a la población
Como consecuencia de ello, la Agencia de Protección Civil de Castilla y León proporciona una serie de recomendaciones a la población para prevenir posibles emergencias derivadas de este episodio de calor. Entre ellas, evitar las actividades al aire libre en las horas centrales del día -entre las doce de la mañana y las seis de la tarde-, así como prestar atención a la población de riesgo , que incluye personas mayores, pacientes con enfermedades crónicas (como pueden ser hipertensión, diabetes, cardiopatías…) y menores de cinco años.
Se recuerda, además, la importancia de beber de manera regular, incluso aunque no se tenga sed , y abstenerse si es posible de la ingesta de comidas copiosas y calientes.
La exposición prolongada al sol puede traer consigo la aparición de un golpe de calor, cuyos síntomas suelen ser dolor de cabeza y mareos, náuseas y vómitos, temperatura corporal elevada -incluso por encima de 40ºC- con ausencia de sudoración, calentamiento de la piel, desorientación, etc.
Para ayudar a una persona que sufre un golpe de calor, se recomienda colocarla a la sombra, refrescar con agua fría o hielo -en especial en la cara y las axilas-, despojarle de ropa para airearla, y en el caso de que se encuentre consciente, animarle a que beba agua.
Además, se hace un llamamiento a la población para que, en el período de vigencia de esta alerta, se extreme la precaución en el uso del fuego al aire libre para evitar que se declare un incendio.