Diario de Castilla y León

La venta de la madera quemada en la Sierra de la Culebra generará 25 millones de ingresos

El 30% de ese dinero irá al fondo autonómico de utilidad pública y se empleará para regenerar la zona y el  70% restante será para los ayuntamientos porque esos montes en su mayor parte son de propiedad municipal

Numerosas especies vegetales sufrieron la voracidad del fuego.- A. Calvo

Imagen de una de las zonas de la Sierra de la Culebra afectadas por el incendio, con numerosos árboles calcinados.- E. M.

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F. RAMOS / R. GARCÍA | VALLADOLID
Valladolid

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Días después de que la Sierra de la Culebra de Zamora se convirtiera en un auténtico infierno a causa de los incendios que asolaron más de 30.000 hectáreas , algunos de los mecanismos para la recuperación del espacio natural y de la economía de la zona ya se han puesto en marcha. Entre ellos se sitúa una partida aproximada de 25 millones de euros procedentes de la venta de la madera quemada que se reinvertirán, a través de diferentes vías, en mitigar las consecuencias de esta catástrofe medioambiental.

Los cálculos que maneja la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León y a los que ha tenido acceso este periódico estiman que, efectivamente, la madera de los árboles afectados por el fuego podría alcanzar los 25 millones de euros. Un cantidad de dinero importante que se destinará en su totalidad a la regeneración de este paraje natural y que si bien no alcanzará para sufragar todos los gastos de derivados de la tragedia, supone un paso más para empezar a dejar atrás los estragos del fuego.

Actualmente, los técnicos de Medio Ambiente ya se encuentran sobre el terreno afectado evaluando que zonas se pueden regenerar y en cuáles será necesario retirar toda la madera calcinada para incluirla en esta oferta de venta. No obstante, es en base a la superficie quemada y las especies arbóreas de la zona sobre lo que se producen las primeras estimaciones.

En cuanto a esos 25 millones de euros que se obtengan de la venta de los restos del incendio, el 30% se destinará al Fondo Autonómico de Utilidad Pública , empleado para la regeneración de montes a nivel autonómico y que en este caso se concentrará en la Sierra de la Culebra.

Esta herramienta existe desde hace años en Castilla y León, y se ha puesto a disposición de otras áreas que han sufrido incendios. Un ejemplo es el de Navalacruz, en Ávila, y que tuvo lugar el año pasado. No obstante, en este caso las cantidades destinadas fueron menores por la predominancia de matorral sobre otro tipo de especies vegetales y cuyos restos no pueden venderse . Situación distinta fue la que se dio en el incendio de Castrocontrigo, en León, que tuvo lugar en 2012 y que se llevó por delante cerca de 11.000 hectáreas de arbolado.

Junto a esta primera partida, que alcanzará del orden de siete millones y medio de euros, existe una segunda, del 70% de lo recaudado por la venta de la madera quemada, cuyo destino son los ayuntamientos de Zamora afectados por los incendios , como pueden ser Otero de Bodas, Villardeciervos o Ferreras de Arriba, entre muchos otros.

A ellos irán a parar, aproximadamente, unos 17 millones y medio de euros, con la particularidad de que podrán destinarlos al fin que ellos consideren, de manera que podrán utilizarlos para la recuperación del monte o, por el contrario, destinarlos a la reactivación económica de la zona en sectores como la apicultura o el turismo.

Que esta partida sea mayor se debe, además, a que los terrenos quemados son en su mayor parte de propiedad municipal, ya sea por corresponder a un ayuntamiento o a una mancomunidad, de manera que se busca que estas cantidades repercutan positivamente en ellos.

La venta de la madera quemada en el incendio de la Sierra de la Culebra supone por tanto, y a pesar de los innumerables daños para el medio rural y las ingentes pérdidas para los vecinos de la zona, una forma de conseguir fondos para la tan necesaria recuperación de una zona que ha perdido por completo toda su capacidad económica , tal y como han lamentado los habitantes que han visto como las llamas han devorado viviendas y formas de vida.

Este es un producto que cuenta con una alta demanda en el mercado, especialmente por parte de las empresas madereras que la destinan a la fabricación de fines energéticos . Por otra parte, hay que destacar que éstos árboles quemados no se pueden dejar en ese estado en el monte, si no que si no hay opciones de regeneración es preciso retirarlos para dejar espacio a los nuevos ejemplares que se plantarán para buscar la repoblación de la Sierra de la Culebra.

En cuanto al valor de mercado de esta madera, no resulta fácil hacer una estimación. Evidentemente, su precio es más bajo que el de la madera en buen estado y que se destina para otros fines muy distintos, al mismo tiempo que también actúa como variable el árbol del que provenga. En el caso de la Sierra de la Culebra, buena parte de la superficie arrasada por los incendios contaba con encinas y robles, a los que se suman también varias hectáreas de pinos y alcornoques y los castaños centenarios plantados por los antepasados de los vecinos de la zona que además de un vínculo con generaciones anteriores suponían una importante fuente de ingresos.

Habitualmente, en estos casos se habilita un proceso de venta a través de la subasta de diferentes lotes, a la que podrán concurrir todas aquellas empresas interesadas. De nuevo, este modelo de comercialización impide que haya una previsión exacta del dinero que se logrará, aunque sí existen unos baremos que vienen a sustentar las estimaciones de Medio Ambiente.

También hay que señalar, en este sentido, que los fondos procedentes de la venta de la madera calcinada supondrán una partida de ayudas complementaria a los fondos que ya se han puesto en marcha para la recuperación de la Sierra de la Culebra y anunciados tanto por parte de la Junta de Castilla y León como por el Gobierno de España.

La Sierra de la Culebra ha sido hace escasas semanas escenario del que se ha convertido en el peor incendio de la historia reciente de Castilla y León, y por ello es preciso poner en marcha cuanto antes todos los mecanismos que sean necesarios para la reactivación de las zonas afectadas. Son ya muchos los sectores económicos que dudan que cuando podrán volver a la actividad, ya que ahora todos los esfuerzos se concentran en preservar lo poco que ha podido salvarse, como es el caso del ganado.

El impacto en la micología también ha sido un golpe para muchos vecinos que recogían y vendían setas, y que tras el infierno vivido lamentan que hasta dentro de 30 o 40 años no esperan volver a encontrar boletus, una de las joyas de los bosques zamoranos, ahora convertidos en páramos yermos.

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