Diario de Castilla y León

Castilla y León contará con 4.540 profesionales en una campaña de incendios con pronóstico “nada halagüeño”

En los cinco primeros meses del año se registraron 684 incendios, un 2% más que la media de los últimos años

ICAL

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Redacción
Valladolid

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El operativo contra los incendios forestales para este verano en la Comunidad contará con un operativo compuesto por 4.540 profesionales forestales, en una campaña cuyo pronóstico “no es nada halagüeño” a pesar de la reducción de incendios forestales de las últimas legislaturas, que permitió pasar de 1.700 a algo más de 1.177, según explicó hoy el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones.

Suárez-Quiñonez, que presentó el dispositivo en León, puso de relieve que todo está preparado para el arranque de la campaña estival, que inicialmente se prolongará desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre, meses en los que el operativo se encuentra “en su nivel máximo”, aunque Suárez-Quiñones quiso dejar claro que el dispositivo “es anual”, para lo que se lleva a cabo “un dimensionamiento semanal a través de los técnicos en atención a riesgos previsibles”. Además, señaló que toda la Comunidad Autónoma se encuentra en peligro medio desde el pasado 10 de junio , algo que a lo largo de este año se ha producido en prácticamente todos los meses, salvo marzo y abril.

El dispositivo de este año se compone de un total de 4.450 profesionales forestales, lo que supone un incremento de 36 personas respecto al del año pasado. De ellos, 302 son ingenieros, 836 agentes medioambientales, celadores y otros, 1.369 trabajadores fijos discontinuos, 516 trabajadores de cuadrillas helitransportadas, 1.250 trabajadores de cuadrillas de tratamientos silvícolas y 240 profesionales de tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. El refuerzo del operativo se completará con la contratación técnicos de apoyo a las labores de extinción, informa Ical.

En cuanto a los medios materiales, destacan 221 puestos y cámaras de vigilancia, tres más que el año pasado que se sitúan en Burgos, así como con 313 camiones autobombas y vehículos pick-up, 204 cuadrillas -dos nuevas nocturnas en Ávila y Salamanca-, de las que 129 son terrestres y 75 helitransportadas, 33 retenes de maquinaria y bulldozer cortafuegos y 22 helicópteros, a los que se suma uno nuevo en la base de Rosinos (Zamora) y un avión de carga en tierra con capacidad de 3.00 litros en El Maíllo (Salamanca), así como cinco helicópteros y cinco aviones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Por su parte, Suárez-Quiñones afirmó que a las cámaras de vigilancia forestal situadas en Soria, El Bierzo y Zamora, se incorporan también nuevas en Salamanca y Ávila, al tratarse de “instrumentos relevantes que permiten anticipar dónde se puede producir un fuego y favorece la intervención temprana”.

Con respecto a los medios tecnológicos, este año se instalará un sistema de cámaras de 360 grados en 14 aeronaves para “facilitar imágenes a los puestos de mando y poder dar una mayor respuesta”, así como un nuevo sistema de predicción meteorológica.

Entre las novedades para esta campaña, el consejero resaltó la adecuación de “estacionamientos e instalaciones fijas de distintas unidades con una inversión 1,6 millones de euros” o la renovación y mejora de nuevas bases de helicópteros, que permitió la inversión de un millón de euros para crear el de Sahechores de Rueda (León), mejorar en El Maíllo (Salamanca) y la construcción de la nueva base de Oterico, en León, que será licitada este mes para trasladar la de Camposagrado y que contará con espacio para hasta cinco helicópteros.

En materia de formación del personal público y contratado, Suárez-Quiñones resaltó que se lleva a cabo de forma permanente y avanzó que se creará un área de investigación, desarrollo e investigación en el Centro para la Defensa contra el Fuego “para mejorar la respuesta en estudios y capacidades del operativo”.

Del mismo modo, puso de relieve que el operativo contra incendios forestales del Gobierno autonómico cuenta con “plena coordinación con otras administraciones”, entre las que citó al Gobierno de España “a través de medios aéreos, cuadrillas como las Brigadas de Incendios Forestales, la Unidad Militar de Emergencias o la Guardia Civil”, así como las mancomunidades, los Ayuntamientos y las Diputaciones, mediante convenios para que sus vehículos colaboren en la lucha contra los incendios forestales y acudiendo a auxiliar a estar administraciones con los medios de la Junta en el 49 por ciento del territorio de Castilla y León que no es forestal”.

Incremento de incendios

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio cifró en 684 el número de incendios registrados hasta el 6 de junio de 2022 , lo que supone “un incremento del dos por ciento respecto a la media de los últimos años, que se sitúa en 669”. De ellos, un 69 por ciento fueron solo conatos, es decir, calcinaron menos de una hectárea.

La superficie forestal afectada fue de 3.724 hectáreas, “un 15 por ciento menos que el promedio del último decenio, situado en 4.377 hectáreas”, mientras que la superficie arbolada fue de 433 hectáreas, “un 29 por ciento menos que la media de 609 de los últimos años”.

Juan Carlos Suárez-Quiñones explicó que estos datos se deben a que el actual está siendo un “año complejo” y “meteorológicamente malo”, ya que “enero fue cálido y muy seco, febrero extremadamente seco, marzo se mantuvo en parámetros normales, abril fue relativamente normal y ligeramente frío, mayo extremadamente caluroso y junio viene con muy altas temperaturas.

Durante el año pasado, 2021, el número incendios redujo hasta los 1.052, aunque el que sufrió La Paramera (Ávila) tuvo “una influencia importante en el incremento de la superficie quemada”, que alcanzó el total de 21.000 hectáreas, 2.700 de ellas arboladas, pero el 87 por ciento de ellas se produjo en tres grandes incendios.

Suárez-Quiñones insistió este miércoles en recomendar a la población la necesidad de “aplicar el sentido común”. “Las condiciones meteorológicas no las podemos cambiar pero el comportamiento humano sí” , aseguró, al tiempo que detalló que el 93 por ciento incendios se deben a la intervención hombre, mientras que en el oeste de Castilla y León hasta el 50 por ciento de ellos fueron intencionados.

Por ello, pidió “extremar el cuidado en el uso del territorio forestal, evitar hacer hogueras, cuidar las labores apícolas, el uso de herramientas que hagan chispa y las cosechas”, al tiempo que hizo una llamada a la población para que “colabore en la investigación de los incendios forestales”.

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