El PP se alza con la victoria y depende de Vox para gobernar en Castilla y León
Los populares logran 31 procuradores con el 96% escrutado y Vox alcanza los 13
El Partido Popular dependerá de Vox para volver a presidir la Junta de Castilla y León. Los castellanos y leoneses devuelven la confianza al proyecto popular liderado por Alfonso Fernández Mañueco, tras la derrota de las anteriores elecciones de 2019. Con el 96% escrutado, las urnas este 13-F otorgan al PP 31 procuradores, mejorando los resultados obtenidos en la anterior cita electoral, cuando se quedó en 29 escaños, para sumar ahora dos más.
Pese a la victoria, se queda lejos de la mayoría, esa mayoría suficiente que Mañueco reclamaba en campaña para no tener que depender de egos y chantajes, por lo que entrarán de nuevo en juego los pactos y esta vez Vox puede ser la llave para un nuevo gobierno en Castilla y León.
Duro revés para el socialista Luis Tudanca, que no logra revalidar la victoria de los últimos comicios, cuando hizo historia al vencer al PP después de 32 años. El PSOE baja hasta los 28 parlamentarios, siete menos que en la anterior cita, y no puede sumar con el bloque de izquierdas.
Mañueco deja atrás las agridulces elecciones de hace ya dos años y medio cuando el PP tuvo que conformarse con 29 procuradores, el peor resultado de su historia, mientras que el PSOE se alzó con una victoria histórica, con 35 parlamentarios. Sin embargo, los socialistas no pudieron formar gobierno, resolviendo la papeleta Ciudadanos a favor de los populares y, con sus doce parlamentarios, se convirtió en la tercera fuerza de la Comunidad, logrando la Vicepresidencia de la Junta.
Y entra en juego Vox. La formación de Santiago Abascal por aquel entonces apenas lograba un escaño. Ahora, con Juan García-Gallardo a la cabeza y sus 13 procuradores que le otorgan los votos de los ciudadanos, además de convertirse en el partido que irrumpe con mayor fuerza en las Cortes de Castilla y León, tiene en su mano decidir el futuro de la Comunidad.