La incidencia a siete días baja en Castilla y León pero sigue desbocada en Burgos con casi 1.000 casos
La capital burgalesa roza los 2.200 contagios a 14 días y las provincias de León y Zamora certifican su tendencia a la baja
El espectacular aumento de los contagios que Castilla y León viene registrando durante prácticamente todo el mes de julio empieza a estabilizarse. La cifra de incidencia acumulada a siete días, que aumentó exponencialmente en cuestión de días, se redujo ayer con respecto al día anterior, con 471, 96 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 472,08 del días anterior. Por el contrario, a catorce días el número aumentó hasta los 845 casos. Esta mejora de la situación epidemiológica de la Comunidad, sin embargo, no se hace extensible a todos los territorios, puesto que Burgos sigue siendo la provincia más afectada y donde las cifras se mantienen desbocadas y alcanzan ya los 931 casos por cada 100.000 habitantes a una semana.
Se trata de más del doble del dato que presenta la Comunidad en este indicador, de 471 casos tras su ligero descenso el último día, e incluso de cuatro veces el registro de Ávila, que se mantiene como la menos afectada por esta nueva expansión del virus. Ayer, además, Burgos registraba 1.567 casos por cada 100.000 habitantes y una tendencia en claro ascenso. Y si la situación es alarmante en el conjunto de la provincia, se vuelve terrible en la capital, donde a dos semanas se detectan ya 2.179 casos y 1.229 a siete días.
En este sentido hay que destacar también el caso de Palencia, que a catorce días pasó de 967 a 1.034 casos por cada 100.000 habitantes y convirtiéndose así en la segunda provincia en cruzar la barrera del millar. Por el contrario, la situación más favorable actualmente es la de León y Palencia. Ambas registraron un aumento de la incidencia a catorce días en la última jornada, pero el dato a siete se redujo y certificó que la tendencia en estos dos territorios es ya a la baja, algo que se podía apreciar ya desde 24 horas antes. La circunscripción leonesa arrojó ayer datos de 747 casos a catorce días y de 319 a siete, por 942 y 458 de la zamorana. Por otra parte, tampoco es extraño que estos dos territorios sean los primeros en ver alguna mejora, ya que fueron de las primeras en notificar ese avance desbocado del contagio.
También a nivel de la comunidad autónoma, las últimas cifras publicadas por Sanidad muestran que el porcentaje de casos con trazabilidad vuelve a descender, lo que significa que cada vez es menor el seguimiento que pueden hacer los rastreadores para localizar contactos estrechos. Además, la ocupación hospitalaria también aumentó ligeramente en el último día, especialmente en las UCI donde se incremento un 1,5%. En el caso de Palencia, la ocupación en críticos pasó del 25 al 40%.
Frente a los indicadores de las provincias, las ciudades de más de 20.000 habitantes de Castilla y León dejan cifras incluso más disparadas. A los casi 2.200 casos a catorce días de las capital burgalesa les siguen los 1.428 que ayer anotaba Zamora, con el segundo peor dato. Su tendencia, no obstante, es a la baja, al igual que la de León (905 y 314 casos) y la de la colindante San Andrés del Rabanedo (1.018 y 360 casos). En el resto, la tendencia todavía se mantiene al crecimiento, aunque en algunos casos como Ávila o Medina del Campo, en Valladolid, las cifras son las más reducidas de la Comunidad con 391 y 269 casos a catorce días y 281 y 152 a siete, respectivamente.
Ya en el contexto nacional, Castilla y León mantiene una de las peores cifras de incidencia del país. El Ministerio de Sanidad contabiliza 863 casos por cada 100.000 habitantes, cifra que vuelve a superar Cataluña, con 1.160, y por primera vez en días Navarra, con 864.