Castilla y León pierde 13.937 habitantes en un año pese a un saldo migratorio positivo
A la Comunidad llegaron solo 8.723 personas más de las que se fueron y que no compensan una diferencia de las muertes sobre los nacimientos de 22.543 en doce meses de la pandemia
Castilla y León y la pérdida de población vuelven a ser noticia y, una vez más, desde el peor punto de vista posible. El 2020, conocido ya como el año de la pandemia, volvió a esquilmar los indicadores demográficos de la Comunidad provocando una disminución de 13.937 habitantes. La principal consecuencia de tan dramática cifra tiene que ver con el saldo vegetativo, es decir, con la diferencia entre las muertes y los nacimientos registrados y que deja 22.543 más de las primeras que de los segundos. El dato es terrible, a pesar de que se compensa, si hay forma de compensarlo, con la llegada de personas a la región procedentes de otros países y comunidades autónomas en un volumen superior al que se marcharon. Esto, que es lo que se conoce como saldo migratorio y que alcanza las 8.723 personas en Castilla y León, solo sirve para maquillar una realidad que acentúa la despoblación con la mayor pérdida de habitantes de España en el último año.
La comunidad castellana y leonesa pasó de los 2.401.307 de habitantes que tenía el 1 de enero de 2020 hasta los 2.387.370 de doce meses después, que implica una caída del 0,6%. Es lo que indican los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y que muestran como otras autonomías sí lograron aumentar su cifra de habitantes. Andalucía (23.366 más), Cataluña (17.651 más) y la Comunidad Valenciana (16.544 más) son los casos más llamativos. Asimismo, y en lo que a provincias se refiere, León destaca con el segundo peor dato de España. A lo largo de 2020 perdió 4.170 habitantes, solo por detrás de Asturias, con 5.881 personas menos.
El único dato positivo que se puede extraer para Castilla y León de los recopilados por el INE es el saldo migratorio. Para una comunidad que atraviesa una crisis demográfica tan preocupante, la llegada de nuevos habitantes supone un respiro o, como es el caso, que la pérdida de ciudadanos sea menos crítica. De ese saldo migratorio positivo de 8.723 personas que anota la región, 5.320 procedían de países extranjeros, mientras que 3.403 se desplazaron desde otras comunidades.
Con todo, hay que destacar que en las cifras que incluye este informe existen mínimas discrepancias a la hora de comparar la disminución real de habitantes restando el saldo migratorio del saldo vegetativo, aunque las diferencias son tan discretas que no alteran en absoluto los resultados. En este sentido y aunque no se ofrece una explicación como tal, sí se menciona que todos los datos salvo el de población inicial, correspondiente al 1 de enero de 2020, son provisionales.
Ya en un análisis por provincias, los datos son igual de desoladores que para el conjunto de Castilla y León. Ocho provincias certifican la pérdida de población, mientras que solo una gana un puñado de habitantes.
ÁVILA. La provincia abulense es la única de Castilla y León que a lo largo de 2020 registró un crecimiento demográfico positivo. Cerró el año con 260 habitantes más que con los que lo comenzó, una diferencia pequeña pero que dada la situación que atraviesa la Comunidad merece especial mención. Ávila pasó de tener una población de 158.895 personas a 159.155, con un saldo vegetativo negativo de 1.673 personas y un saldo migratorio positivo de 1.933.
BURGOS . El caso de la provincia burgalesa tiene algunas peculiaridades, puesto que a pesar de estar entre las más pobladas, perdió menos habitantes que otras de menor tamaño. Con todo, cerró 2020 con una caída de 1.215 personas en este dato, con un saldo vegetativo negativo de 2.625 habitantes y un saldo migratorio positivo de 1.410. Así, pasó de tener 355.693 habitantes totales a 354.478, pero sigue como la tercera con más ciudadanos.
LEÓN . La provincia de León es, sin lugar a dudas, la que peor parada ha salido de la hecatombe demográfica de 2020. Tradicionalmente siempre ha sido de los territorios que más habitantes perdía, y en esta ocasión ha restado 4.170, haciendo que su población total llegue a las 455.066 personas desde las 459.236 con las que comenzó el año. Esta cifra es la segunda peor de España, solo por delante de Asturias, consecuencia de un saldo vegetativo negativo de 5.378 personas y un saldo migratorio positivo de 1.208.
PALENCIA . Pese a que la provincia palentina nunca ha destacado por su número de habitantes, en esta ocasión anota un descenso sensible. El año de la pandemia perdió 1.312, pasando de 159.906 a 158.594. Registró un saldo vegetativo negativo de 1.653 personas y un saldo positivo migratorio de 341.
SALAMANCA . Es la cuarta y última de las nueve provincias en superar los 300.000 habitantes, a pesar de que el año pasado también vio reducida esta cifra. Pasó de 331.081 ciudadanos a 327.958, tras perder 3.123 como consecuencia de un saldo vegetativo negativo de 3.448 y un saldo migratorio positivo de tan solo 325 personas.
SEGOVIA . La provincia segoviana es, dentro de las ocho que perdieron población, la que menos se vio afectada, con solo 33 habitantes menos. Pasó de 154.205 ciudadanos a 154.172, con un saldo vegetativo negativo de 1.484 personas y un saldo migratorio casi idéntico, de 1.451.
SORIA . Soria se mantiene como la provincia menos poblada de Castilla y León, y arrancó 2021 con 89.457 habitantes frente a los 89.892 con lo que empezó 2020, 435 menos. Registró, al igual que el resto de territorios, un saldo vegetativo negativo de 948 personas, compensado en parte por un saldo migratorio positivo de 513.
VALLADOLID . El caso de Valladolid es otro de los más llamativos que dejan los datos del INE. No en vano, se trata de la circunscripción más poblada de la Comunidad, a pesar de que tras el último balance ha dejado atrás los 520.737 habitantes de 2020 para caer hasta los 518.983, acercándose cada vez más al límite del medio millón. Esto supone una disminución de 1.754 vallisoletanos, consecuencia de un saldo vegetativo negativo de 3.009 personas y un saldo migratorio positivo de 1.255.
ZAMORA. La zamorana es, en proporción entre población total y disminución en el último año, la provincia que más pordentaje de ciudadanos perdió a lo largo de 2020. No obstante, en cifras absolutas el total de habitantes se redujo en 2.156, pasando de 171.661 a 169.505. En cuanto a los saldos, pocas diferencias con respecto al resto: el vegetativo fue negativo, con 2.443 personas; y el migratorio, positivo, solo pudo compensar esa cifra sumando 287.