Los hospitales liberan 150 camas a la vez que disminuyen los sanitarios de baja por Covid
La ocupación y los profesionales aislados descienden por tercer día consecutivo aunque se registran otros 43 muertos
Las consecuencias del nefasto mes de enero todavía ejercen una presión alarmante sobre los hospitales de Castilla y León. La virulencia del Covid-19 en el inicio de la tercera ola, más controlada que hace unas semanas mediante las restricciones del Gobierno autonómico, agrieta ahora el sistema sanitario, encontrándose en continuo riesgo de colapso.
A pesar de la extrema situación de la Comunidad, los datos comienzan a descender levemente, una tónica repetida durante las últimas tres jornadas y que alivia los centros, dejando respirar, aunque sea por un momento, a unos profesionales sanitarios que se acercan a cumplir el año más duro de sus carreras.
En la última jornada, los hospitales liberaron 150 camas, una reducción muy notable y repartida entre todos los centros autonómicos. El martes, la Consejería de Sanidad notificó un total de 2.096 pacientes que se encontraban ingresados por coronavirus. De este dato, las UCI soportaban 312 enfermos de coronavirus. Ayer, la actualización registró un descenso que liberó 150 camas, fijando un conjunto de 1.946 hospitalizados en Castilla y León con la patología Covid-19, de los cuales 309 se localizaban en las unidades de críticos, ocupándose tres camas menos que en la jornada anterior. No obstante, estos pacientes ocupan el 93% de las UCI, si bien, un dato que ha disminuido durante las últimas fechas desde el 98%.
Fuera de la ocupación por coronavirus, la media regional de aforo completado en planta es del 71%. Un porcentaje que se ha reducido los últimos días y que aleja a los hospitales del colapso, con 4.502 camas ocupadas frente a las 6.352 habilitadas.
Sin embargo, hasta nueve centros superan la media, con los hospitales de Zamora y Salamanca encabezando el computo autonómico con un 83% llenos, seguidos del Complejo Asistencial de Palencia, al 77%; de los tres de Valladolid, Río Hortega, Clínico y Edificio Rondilla, y los de Ávila, León y Segovia, todos ellos por encima del 70% de camas ocupadas.
En las unidades de críticos el panorama se asemeja a pesar de una connotación negativa. La ocupación media en UCI asciende al 77%, dos puntos porcentuales más, con 430 camas ocupadas de las 560 que se han habilitado incluyendo la dotación de camas habitual y la extendida, aunque la del Río Hortega de Valladolid cae al 90%, cuando el día anterior registraba un aforo completo. La UCI de Salamanca y la de Segovia, con un 88% y un 87%, respectivamente, completan el podio autonómico.
Casi 2.600 bajas
Los 2.580 sanitarios de baja a causa del Covid, ya sea por resultar positivo en el test diagnóstico o por mantener la cuarentena al haber estado en contacto estrecho con un contagiado, sigue siendo un número alarmante. Sin embargo, la cifra se ha reducido en este inicio del mes de febrero en casi 50 profesionales, que se han reincorporado al trabajo en los últimos días.
El domingo se registraron 2.622 trabajadores aislados, el lunes 2.628, el martes 2.607 y ayer 2.580. Por tercer día consecutivo desciende un dato que, hace apenas mes y medio, tan sólo marcaba a 1.400 sanitarios en aislamiento preventivo o por positivo o 1.900 a mediados del mes anterior. Un número que ha crecido tan rápido como avanzaba el virus en un período de tiempo tan reducido, arrastrado por la virulencia de la tercera ola en enero, y que parece haber alcanzado el pico la semana anterior, ya que son tres días en los que mantiene una disminución ligera pero sostenida.
Así, con 37 sanitarios de baja menos que el día anterior, los hospitales continúan recuperando efectivos para enfrentar los momentos más crudos de esta tercera etapa del coronavirus, unos hospitales que agradecen de igual manera tanto la liberación de espacio como la liberación de la carga de trabajo. La categoría más afectada es la enfermería, que acapara un tercio del total con más de 800 profesionales de baja por coronavirus, junto a los médicos y auxiliares sanitarios, con más de 400 aislados en cada ámbito.
Ante un escenario donde los hospitales parece que relajan su agitada situación, con el riesgo de colapso todavía presente a pesar de la sostenida reducción de la ocupación, la velocidad del contagio continúa un descenso mucho más notable, con una jornada más con un total de contagios diarios por debajo de los mil, tras alcanzar en enero incluso los 3.000 nuevos casos en una jornada.
La incidencia en Castilla y León ya fija un dato inferior a los 800 casos por cada cien mil habitantes, casi 100 menos que el día anterior. En el conjunto provincial, así como en las capitales y grandes municipios, la tendencia a la baja promete la caída de la tasa a catorce días durante las próximas semanas.
De hecho, solo Palencia y Soria notifican una incidencia por encima de 1.000, con tasas en territorios como Burgos, Ávila y Zamora entre 400 y 600, un escenario que, en caso de mantener esta tendencia, situaría a estos territorios por debajo del rasero que marcó la Junta en noviembre para levantar las restricciones de los cierres.
332 muertos en febrero
El mes de febrero acumula ya 332 muertos. En tan solo diez días, más del 60% de los registrados en todo enero. Esta cifra deja ver claramente cómo las consecuencias de la gravedad de la situación ocurrida hace unas semanas se traducen ahora en fallecidos.
De hecho, el mes actual se espera como uno de los peores de la pandemia en cuanto a muertes por coronavirus, siguiendo la tendencia de la segunda ola. Por aquel entonces, en octubre se notificaron 548 fallecidos, cuando se disparó el contagio en todos los puntos de Castilla y León; noviembre dejó 864 muertes por Covid, debido a las consecuencias del mes anterior; y en diciembre cayó el dato hasta los 451. La situación podría repetirse en esta tercera ola, ya que enero dejó 541, momento en que el contagio se desbocó. Hasta ahora, febrero acumula una progresión de casi mil muertes, con más de 300 en solo diez días de mes.
Además, datos como el de ayer agravan cualquier augurio. Con 40 muertos notificados, además de otros tres en residencias de mayores, el coronavirus dejó una cifra que se repitió el pasado 1 de febrero y que no se veía desde mediados de noviembre, mostrando la gravedad de la situación.