Los comuneros ‘reviven’ después de 500 años en forma de documental
Arranca el rodaje, dirigido por Pablo García Sanz, con el objetivo de actualizar los valores, la relevancia y el impacto del levantamiento
La película documental ‘Comuneros’ comenzó su rodaje en diferentes escenarios de Castilla y León este mes de enero. Dirigida por el cineasta vallisoletano Pablo García Sanz, pretende reivindicar la «indiscutible importancia histórica» de la Guerra de las Comunidades de Castilla y de la batalla de Villalar, que en 2021 cumplirá su 500 aniversario.
El largometraje, producido por las castellanas y leonesas Visual Creative y Plan Secreto, quiere mostrar con los ojos del siglo XXI el papel de los comuneros, su relevancia y su impacto, cuya huella se ve reflejada en documentos de gran trascendencia, como la Constitución española.
‘Comuneros’ dará voz a un elenco de personas estudiosas, investigadoras y especialistas en este hito histórico y que destacan especialmente en materias como la Historia o el Derecho Constitucional. El rodaje ha arrancado con las entrevistas a la directora del Archivo General de Simancas, Julia Teresa Rodríguez, y al catedrático de la Universidad de León y doctor en Historia Salvador Rus Rufino.
El rodaje continuará en localizaciones clave para narrar este acontecimiento histórico, como Villalar de los Comuneros, Medina del Campo, Segovia, Valladolid, Salamanca, Madrid o Toledo, pero también llevará al equipo a filmar en países como Inglaterra o Estados Unidos.
La banda sonora del documental estará compuesta por los músicos y creadores Carlos Herrero y Héctor Castrillejo, cofundadores del grupo palentino de música de raíz ‘El Naán’, que revisarán y adaptarán el romance ‘Los comuneros’, del poeta berciano Luis López Álvarez.
La iniciativa nace de la «necesidad de contar una historia épica y poner el foco en unos hechos que cinco siglos después generan discrepancias». Con este objetivo, además de contar con imágenes filmadas en la actualidad, el documental recreará estos hechos históricos a través de animaciones basadas en obras de la ilustradora burgalesa Sandra Rilova, diseñadas especialmente para la película.
Se trata de un proyecto que cuenta con el patrocinio y el apoyo de la Fundación Castilla y León y del Ayuntamiento de Valladolid.