Cierre perimetral de las provincias y límite de reuniones a cuatro personas
Las restricciones entran en vigor hoy a las ocho de la tarde con el inicio del toque de queda
El toque de queda impuesto a las ocho de la tarde fue protagonista durante el día de ayer. Sin embargo, la Junta de Castilla y León adoptó otra serie de medidas para limitar al máximo el contacto social y la movilidad entre los ciudadanos en su afán de frenar el avance del virus en esta tercera ola.
En la reunión mantenida con el resto de grupos parlamentarios el jueves y con los alcaldes de las grandes ciudades ayer, se consensuó el cierre perimetral de las provincias y la limitación de reuniones a un máximo de cuatro personas no convivientes. El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, fue el encargado de comunicar unas medidas «lo más intensas posibles» en un día donde el Ejecutivo autonómico aguantó un pulso al Gobierno central, un pulso que todavía no tiene ganador. «Hemos tomado unas medidas lo más intensas posibles manteniendo a la vez la máxima actividad económica», declaró el vicepresidente.
Unas restricciones que, como anunció el pasado jueves en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, buscarán limitar la movilidad, la actividad y el contacto social. Tres premisas para disminuir el impacto que está dejando el coronavirus durante las últimas dos semanas y ante la imposibilidad de aplicar un confinamiento domiciliario por la falta de herramientas que lo permita, en el marco del actual decreto de estado de alarma. Unas restricciones que se deciden aplicar «tras consultar a expertos sanitarios, con el aval de los servicios jurídicos de la Junta».
Así, durante los próximos 15 días y desde hoy a las ocho de la tarde, con posibilidad de revisión para posibles modificaciones, la Junta aprueba el toque de queda entre las 20.00 y las 6.00 horas, adelantándolo desde las diez de la noche, con excepciones tales como: adquisición de medicamentos, productos sanitarios y otros bienes de primera necesidad; la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios y a centros de atención veterinaria por motivos de urgencia; el de obligaciones laborales, profesionales, empresariales, institucionales o legales; el retorno al lugar de residencia habitual tras realizar algunas de las actividades previstas en este apartado o la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables, así como la asistencia a la actividad lectiva presencial de los centros docentes.
En cuanto al cierre perimetral, se limita la libre entrada y salida de los ciudadanos de cada uno de los territorios provinciales de Castilla y León, salvo para los desplazamientos «adecuadamente justificados» que se produzcan por alguno de los motivos exceptuados anteriormente. Esta medida está directamente dirigida a la disminución de la movilidad entre zonas de la Comunidad y, a pesar de un momento en que todas ellas se encuentran disparadas, protegerá a provincias con mejor tasa de incidencia de otras que no corran la misma suerte.
La tercera medida, en relación a la limitación del contacto social, se restringen las reuniones, hasta ahora de seis, a un máximo de cuatro personas, salvo que se traten de convivientes. Si bien aclara que esta restricción no afecta a la confluencia de personas en instalaciones y establecimientos abiertos al público que cuenten con un régimen específico de medidas de prevención y control aprobado por la autoridad sanitaria, ni a las actividades laborales e institucionales.
Por último, la Junta reduce el aforo para las reuniones, celebraciones y encuentros religiosos, de manera que no se supere un tercio de su aforo y un máximo de 25 personas. Un conjunto de medidas que insisten en la gravedad del escenario actual y, sin posibilidad de confinamiento domiciliario, se busca restringir al máximo con el menor perjuicio posible.