Diario de Castilla y León

Temor en el comercio ante un verano de ventas incierto por la ‘fuga’ a segundas residencias

Avadeco cifra en un 25% las pérdidas en el balance anual por el cierre durante el confinamiento / Conferco estima que un 20% de los comercios de la Comunidad ha tenido que abandonar al no poder pagar el alquiler

.- JUAN MIGUEL LOSTAU.

.- JUAN MIGUEL LOSTAU.

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Las calles de las capitales de Castilla y León, como las del resto de España, estuvieron vacías durante los meses del confinamiento por el coronavirus y en verano pueden volver a estarlo por la escapada masiva a segundas residencias. Si hay algo letal para el comercio es la imagen de las calles sin gente, sin potenciales clientes, y esto es lo que temen que pueda pasar este verano que ya está encima.

Si después de tres meses sin hacer caja, el verano no contribuye a recuperar al menos parte de lo perdido, algunos comercios se verán abocados a echar el cierre.

Incertidumbre es la palabra en la que coinciden para describir la campaña de verano que se avecina el presidente de la Asociación Vallisoletana de Comercio, Avadeco , Alejandro García Pellitero, el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid, Fecosva , Jesús Herreras, y la presidenta de la Confederación Empresarial Regional del Comercio de Castilla y León , Rosario Sanz.

Aunque ni Avadeco ni Fecosva disponen de datos sobre cierre de comercios en Valladolid, Conferco cifra en un 20% los que han tenido que poner fin al negocio en Castilla y León ante la falta de ingresos durante meses y la imposibilidad de pagar los alquileres. «Son casi todos comercios que están en el centro de las ciudades, con alquileres altos que ha sido imposible negociar», afirma Sanz, y advierte de que este porcentaje «puede incrementarse» en función de la desescalada, dado que cuatro provincias de la Comunidad seguirán en fase 2, y de la evolución del verano.

La recuperación del comercio , y en esto también hay coincidencia, va muy despacio, con desconfianza, incluso miedo entre los clientes. «Hay miedo entre la gente» , afirma el presidente de Fecosva y añade que «te preguntan si se puede pasar cuando van a entrar en el establecimiento». Y eso que las dos primeras semanas de apertura de los comercios fueron bien, con bastante afluencia de público, aunque tiene su lógica. Después de más de dos meses sin comprar más que  productos de alimentación, había necesidad de otras cosas, de ropa, por ejemplo.  Pero después de esas dos semanas iniciales, el presidente de Avadeco percibe  «una bajada» notable de clientes, a lo que ha contribuido el mal tiempo de los últimos días, poco propicio para salir a la calle. Sumado todo, García Pellitero considera, y eso con generosidad,  que la clientela todavía no llega al  70% de la que tenían antes de declararse la pandemia .

Más claro tiene las pérdidas que, de media, pueden haber supuesto para los comercios los meses de cierre. Dado que la clausura coincidió con la temporada de primavera, con los almacenes llenos para la nueva campaña, el presidente de Avadeco cifra entre un 25% y un 30% las pérdidas acumuladas en el balance anual. De ahí que la clave para mucho comercios sea el verano.

García Pellitero asegura que «la gente ya está preparando el traslado a segundas residencias» y teme que este verano se produzca «un vaciamiento de las ciudades» . Sin poder vender la mercancía de temporada, algunos comercios «tendrán que pedir préstamos» y si la campaña de verano no va bien puede haber cierres. «Eso se va a notar en otoño», afirma.

También el máximo responsable de Fecosva, una federación que agrupa 900 establecimientos, asume con pesar que «va a ser inevitable» que algún comercio se vea obligado a cerrar, aunque  que intentarán «que no se produzcan» . Ferreras ve como el gran peligro para el comercio «la incertidumbre general de la economía, que va a perjudicar a sectores que no sean esenciales».

Pese a todo, el presidente de Fecosva atisba un rayo de luz si, como parece, empiezan a recuperarse, como parece, eventos y ceremonias, bodas sobre todo, que se habían suspendido por culpa de la pandemia. Septiembre puede ser un mes clave , siempre y cuando no se produzca un rebrote. 

Ferreras se muestra convencido de que, en la medida que se «vayan recuperando» muchos de estos actos que tuvieron que suspenderse, lo notarán, sobre todo «el comercio, la hostelería». Sería la vuelta a la nueva normalidad que para el comercio todavía va despacio .

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