Las ciudades se reivindican como las ‘olvidadas’
Los alcaldes de las localidades de más de 20.000 habitantes destacan que son la segunda línea de acción, después de los sanitarios, y exigen financiación más justa y un mayor margen de maniobra con el superávit
Los alcaldes de las 15 ciudades de Castilla y León con más de 20.000 habitantes consideran que los ayuntamientos han sido la segunda línea de actuación frente al coronavirus, después de los sanitarios. Todos coinciden en que las crisis sanitaria les ha confirmado como la administración más cercana a los ciudadanos, lo que les obliga a asumir competencias impropias para las que no tienen financiación adecuada. Ni margen de maniobra, porque ni siquiera se les da libertad para utilizar su superávit. En este sentido las demandas de los 15 alcaldes son siempre recurrentes.
Al mismo tiempo, son conscientes de que la pandemia ha supuesto ya cambios en la forma de entender las ciudades y quieren aprovechar las oportunidades que pueda suponer. Lo quieren afrontar desde una administración local que creen que es la más valorada por los ciudadanos, pero la más maltratada desde las instancias superiores.
Los 15 alcaldes responden a las mismas preguntas: ¿Qué lecciones ha dejado la pandemia para las ciudades? ¿Las ciudades van a tener que hacer cambios para adaptarse a la nueva normalidad? ¿El retraso en la desescalada puede acrecentar las desigualdades territoriales? ¿Ha demostrado la crisis sanitaria que debe cambiar el papel de las entidades locales y su consideración por parte de otras administraciones?
ÓSCAR PUENTE. VALLADOLID
«El padre Estado seguirá atendiendo prioritariamente al hijo díscolo, las comunidades»
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, advierte de que nos encontramos ante «un proceso que será largo», por lo que cree que «aún es pronto para dar una respuesta definitiva» sobre las lecciones que deja esta situación excepcional. Sin embargo, el socialista ya aventura alguna: «Hasta ahora la pandemia nos interpela como seres humanos sobre nuestras prioridades y nuestros hábitos de vida. Y las ciudades son, en esencia, lugares de encuentro de seres humanos. Por tanto, la pandemia nos sitúa ante el reto de redefinir esas prioridades y costumbres», reflexiona.
Puente augura «cambios efímeros, que durarán lo que duren algunos aspectos de la pandemia», pero avisa: «Otros serán definitivos. Me interesan más los segundos, y se relacionan con un modelo de ciudad 100% sostenible. Quizá consigamos salir de esto mejores y acelerando los procesos en torno a la sostenibilidad que sin esta crisis serían más progresivos».
El regidor vallisoletano sostiene que el retraso en la desescalada acentúa desigualdades. «Así lo creo. El tiempo es un elemento clave para la supervivencia de muchos negocios. Cuanto antes podamos recuperar la actividad, menor será el riesgo de desaparición de los mismos. Pero todo con el equilibrio adecuado para preservar la salud. Sin la cual no hay economía posible», indica.
Para este alcalde, la crisis sanitaria y sus consecuencias representan «una prueba más de la necesidad de dar a las entidades locales el papel que les corresponde». Pero no tiene buenos augurios y se muestra crítico: «A este respecto no soy optimista. Los ayuntamientos hemos recibido la enésima parte de atención que las comunidades autónomas. Los ayuntamientos somos el hijo aplicado y responsable del Estado. Las comunidades, el indisciplinado e irresponsable. Y como en la vida, el padre Estado seguirá atendiendo prioritariamente al hijo díscolo».
DANIEL DE LA ROSA. BURGOS
«Hay que ganar espacios en la vía pública para el peatón, con la máxima seguridad»
La pandemia ha dejado la lección más importante de todas, asegura el alcalde de Burgos, el socialista Daniel de la Rosa:que ante un desafío global y un enemigo como es esta pandemia, la batalla se libra y se gana desde lo local. «La única arma de la que disponemos ahora es la responsabilidad individual sobre el cumplimiento de las medidas que nos trasladan las autoridades sanitarias y que debemos interiorizar cada uno de los vecinos en su localidad, ejerciéndola solidariamente y con la máxima disciplina posible», asegura.
En su opinión, las ciudades van a tener que hacer cambios para adaptarse, sobre todo promoviendo más si cabe una movilidad y un urbanismo más sostenibles. «Hay que ganar espacios en la vía pública para el peatón y hacerlo con las máximas garantías de seguridad, eso es lo primero», indica, y por supuesto, añade, complementariamente seguir apostando por la bicicleta como el medio de transporte más sostenible (y seguro frente a una pandemia como la que estamos combatiendo).
Considera que el retraso en la desescalada no supone acrecentar las desigualdades territoriales. «Es preferible ir dando los pasos necesarios hacia esa denominada nueva normalidad con prudencia y priorizando siempre el criterio sanitario al económico, en lugar de querer avanzar rápido con pasos en falso que lo único que pueden provocar es que echemos por tierra todos los esfuerzos de estos dos últimos meses tan duros y arruinar la posibilidad de ir recuperando la actividad social y el crecimiento económico.
De la Rosa afirma que sin duda la crisis sanitaria ha demostrado que debe cambiar el papel de las entidades locales y su consideración por parte de otras administraciones. Afirma que si se preguntara a los vecinos, no le cabe duda de que los ayuntamientos serían la administración mejor valorada por una amplia mayoría. «Es la entidad pública más próxima a los vecinos, la que más servicios les presta en el día a día, y lo hace asumiendo muchas competencias impropias sin apenas financiación». Destaca que los ayuntamientos han demostrado ser en su mayoría buenos gestores de lo público, «se está demostrando también en esta crisis», recalca, y los que menos deuda generan, y por el contrario «son la administración más limitada, incluso para utilizar nuestro superávit presupuestario».
JOSÉ ANTONIO DÍEZ. LEÓN
«Necesitamos menos intermediarios y repensar las ciudades para las personas»
La principal lección que extrae el alcalde de León, José Antonio Díez (PSOE), derivada de la crisis por la expansión del coronavirus es «la necesidad de repensar las ciudades para las personas, de estructurar su movilidad, garantizar más espacios libres y, sobre todo, poner en marcha planes de respuesta coordinada desde todas las administraciones para que las crisis tengan el menor impacto negativo posible».
Díez defiende que «una respuesta rápida siguiendo las recomendaciones sanitarias, anteponiendo la seguridad y la salud, es la única posible» y apuesta por «invertir en un futuro de seguridad y garantía». «No estamos a salvo de rebrotes y eso nos obliga a modificar nuestra forma de acceder a los servicios, a la administración, que ha de invertir en informatización y favorecer el teletrabajo. Además hemos de trabajar para fortalecer el comercio de proximidad, ayudar a la revitalización de los sectores asentados en el territorio y replantear la ciudad como un hogar seguro, cuidado y amable», señala.
Sobre cómo afectarán el desigual ritmo de cada zona, el alcalde leonés no aprecia peligro. «Una o dos semanas no creo que acreciente estas desigualdades, lo que puede acrecentarla es la voluntad de las administraciones de revitalizar o no esa determinada zona. Si los presupuestos no son suficientes, no cubren necesidades y desigualdades previas, tendremos un gravísimo problema. Si una comunidad opta por la austeridad y otra por la inversión sí se generará otra injusta brecha; si una comunidad opta por una provincia en lugar de otra sí se producirá una debacle. Dos semanas de diferencia no generarán graves problemas, una decisión injusta en la reactivación, sí», opina.
José Antonio Díez no duda de que ha quedado demostrado «que la atención solo se garantiza desde las entidades locales, salvando, por ejemplo, la falta de actuación en la primera respuesta de la administración autonómica que ha delegado sus competencias por incapacidad manifiesta para afrontarlas, desde las becas de comedor hasta la atención a los escolares o los mayores». Por esto, se muestra crítico: «Salvo la asistencia sanitaria, los ayuntamientos hemos tenido que asumir todo. Y sin ninguna contraprestación ni, de momento, presupuesto añadido. Es lamentable. Es evidente que las administraciones locales debemos participar directamente de los fondos derivados de Europa y del Gobierno central porque la Junta aquí ha sido un mero intermediario que ha ralentizado, frenado y encarecido todo. Las administraciones locales necesitamos más financiación y menos intermediarios».
CARLOS GARCÍA. SALAMANCA
«Que podamos usar ahora nuestro superávit es una cuestión de justicia»
Para el alcalde de Salamanca, Carlos García (PP), la pandemia representa «un desafío de enormes proporciones, que confirma que es mucho más importante lo que nos une que lo que nos separa». En este contexto, afirma que la crisis sanitaria coloca a todos «ante la necesidad de establecer prioridades». «Me refiero a la propia sociedad. Tenemos una ciudad que rebosa generosidad y talento, y hemos reaprendido lo fuertes que somos juntos. A pesar de la tragedia, hemos sido capaces de trabajar con fortaleza y de dar lo mejor de nosotros mismos. Estoy muy orgulloso de la ciudad a la que represento y de todos mis vecinos», asegura.
García habla de la inevitable transformación. «Esta crisis nos obliga a adaptarnos a marchas forzadas. Empezando por la necesidad de ampliar espacios para que los ciudadanos puedan mantener la distancia de seguridad, con acciones como la peatonalización temporal de 47.000 metros cuadrados adicionales de calles en Salamanca. Pasando por la reorganización de nuestras partidas presupuestarias y terminando en la forma de hacer política, buscando el consenso y el acuerdo para que todos nuestros recursos se aprovechen en el objetivo común de la recuperación económica y de la protección social».
Este regidor huye de comparaciones. «Es mi responsabilidad como alcalde no tomarme esto como una competición ni como un agravio. La decisión del cambio de fases debe basarse en criterios de salud pública. Ya sabemos las consecuencias de minusvalorar los efectos de la pandemia. Sí exijo claridad en los criterios y la flexibilización en su aplicación en función de las circunstancias, que son muy cambiantes».
El alcalde salmantino subraya la función de las entidades locales. «Los ciudadanos tienen interiorizado que el ayuntamiento es la administración más cercana. Y ahora mismo vamos a tener un papel protagonista en la recuperación y en la protección de las personas y tenemos que estar acompañados. La Junta ha dado pasos muy significativos. En el Pacto para la Reconstrucción está dando un papel muy relevante a las entidades locales y creará un fondo para ayuntamientos y diputaciones. Sin embargo, no hemos encontrado esa diligencia en el Gobierno. Reclamamos un fondo para ayuntamientos, pero esa reivindicación ha caído en saco roto, lo mismo que nuestra exigencia del pago del IVA que se nos adeuda y de la inmediata facilidad de poder usar nuestros ahorros y aprovechar nuestra capacidad de endeudamiento, a través de la flexibilización de la regla de gasto. Que podamos usar nuestro superávit en atender las situaciones de urgencia de empresas y familias es, ahora más que nunca, una cuestión de justicia».
MARIO SIMÓN. PALENCIA
«Necesitamos una mayor dotación de recursos y autonomía para gestionar»
La cercanía como fortaleza. Para el alcalde de Palencia, Mario Simón (Cs), uno de los aprendizajes de esta situación es la utilidad de las entidades locales. «La principal es la evidencia, una vez más, de que somos las más cercanas a los problemas de los ciudadanos y, aunque no tengamos determinadas competencias, y muchas veces tampoco presupuesto, debemos dar respuesta a nuestros vecinos en cuestiones impropias, porque somos el punto de referencia a quien las personas acuden cuando necesitan algo con urgencia».
Y si deja un lema práctico, en su opinión, ese es que el camino es la unidad. «Cuando todos los ciudadanos y sectores sociales de la ciudad vamos a una, podemos lograr lo que nos propongamos, y por encima de todo la labor de los gobernantes es servir y trabajar para atender las necesidades de nuestros vecinos».
El alcalde palentino reconoce que se avecinan cambios. «Nos hemos visto obligados a revisar partida por partida el presupuesto de este año y a renunciar a proyectos e iniciativas previstas para destinar esas cuantías a tres áreas fundamentales como la emergencia sanitaria y prevención del contagio, los servicios sociales y ayudar a la actividad económica y el empleo». Pide comprensión y asegura que las instituciones deberán «escuchar aún más a los empresarios, a las entidades del tercer sector, a los sindicatos y al resto de colectivos sociales».
Aunque Mario Simón cree que la distinta velocidad de desescalada puede hacer que «empresas del mismo sector se vean beneficiadas o perjudicadas» apuesta por que «el ámbito sanitario marque cualquier decisión». «Dar un paso en falso sería demoledor para todos».
Sostiene que es el momento de la visibilidad. «Las pequeñas ciudades ubicadas en el interior tenemos una gran oportunidad para darnos a conocer como lugares perfectos para desarrollar cualquier actividad profesional sin aglomeraciones, con impuestos bajos y comunicaciones de primer nivel. Que somos destinos turísticos inmejorables. Que nuestra calidad de vida es muy superior a la de las grandes urbes».
Por ser «a quien los ciudadanos han acudido para pedir ayuda para sus empresas o para la compra de productos de primera necesidad», pide más margen de maniobra: «Eso requiere mayor dotación de recursos y autonomía para gestionar ( superávit o regla del techo de gasto). Necesitamos mayores dosis de centralismo o una mejor coordinación en determinadas competencias, como la sanidad. Es un tema de equidad y organización».
JESÚS MANUEL SÁNCHEZ. ÁVILA
«Ahora más que nunca debemos ser flexibles y lo estamos siendo»
El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez, apunta que la crisis sanitaria, social y económica derivada de la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de los servicios públicos municipales, «que han sido claves para el desarrollo y ejecución de las medidas para contener el avance del coronavirus, para paliar sus efectos sociales y económicos y para auxiliar a todas aquellas personas que debido a esta situación han necesitado ayuda humanitaria con carácter urgente». El ayuntamiento, resalta, es la administración más cercana «y se ha vuelto a demostrar que siempre es la primera en estar al lado de los vecinos para todo aquello que puedan necesitar».
Manifiesta que la gestión de las ciudades es una gestión viva, en continuo cambio. «Nos adaptamos a la realidad que viven nuestros vecinos, nuestros barrios, nuestras empresas... Ahora más que nunca debemos ser flexibles y lo estamos siendo, adaptándonos a las nuevas necesidades, a esa nueva normalidad surgida por la crisis de la Covid-19», añade. Pero también es verdad, matiza, que «en esta adaptación no podemos actuar solos porque son muchas las necesidades».
Sánchez opina que en la desescalada tiene que primar la salud: «Todos lo tenemos claro. Ahora, es verdad que la administración local necesita el apoyo económico de la Junta de Castilla y León y del Estado para poder implementar la reactivación económica de nuestros municipios». Por eso, también hay que tener en cuenta la desescalada a la hora del reparto de estos fondos, destaca, así como la incidencia de la pandemia y los gastos en los que han incurrido y van a tener que realizar cada ayuntamiento para atender competencias que no son propias como es el caso, puntualiza, de los servicios sociales. Es por ello que entre otras medidas, por ejemplo, el Ayuntamiento de Ávila ha pedido al Gobierno de la nación que permita un mayor endeudamiento a largo plazo de las entidades locales.
El alcalde abulense, de Por Ávila, asegura que la administración local presta el mejor servicio, el más cercano, a los vecinos. «Esta crisis ha demostrado una vez más la buena gestión desde los consistorios». En esa línea, afirma que el Estado y las comunidades autónomas tienen que mejorar la financiación de los ayuntamientos para poder prestar más servicios y de mejor calidad. «El Estado y las comunidades autónomas deben y pueden confiar en los ayuntamientos», concluye.
CLARA LUQUERO. SEGOVIA
«Cuando está en juego la salud, todo lo demás pasa a un segundo plano»
La principal lección que se obtiene de la pandemia es que ha puesto de manifiesto, de manera durísima, la insuficiencia de infraestructuras y recursos sanitarios en la ciudad, señala la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, y por ello, reivindica ante la Junta de Castilla y León una segunda dotación hospitalaria, imprescindible en esta ciudad. Asegura que claro que va a tener que haber ajustes. «Las ciudades estamos haciendo cambios desde que se inició la pandemia y tendremos que seguir haciéndolo para preservar la salud de nuestros ciudadanos aplicando las directrices de las autoridades sanitarias y todas las medidas sociales y económicas que podamos implementar para hacer frente a las consecuencias de la crisis provocada por el Covid-19», indica.
En cuanto a si el retraso en la desescalada puede acrecentar las desigualdades territoriales opina que «sí es posible, pero cuando está en juego la salud y la vida, todo lo demás, incluido la reactivación económica con lo que ello supone de generación de riqueza y empleo, pasa a un segundo plano». La socialista indica que esta situación excepcional vuelve a dejar claro el papel fundamental de los ayuntamientos, como administración más cercana al ciudadano, «y por ello reclamamos que se flexibilicen los límites a las economías locales, en definitiva, poder utilizar los recursos acumulados, porque si ha habido un tiempo en que la movilización de esos recursos económicos sea imprescindible, ese es este».
FRANCISCO GUARIDO. ZAMORA
«La crisis sanitaria demuestra la pésima financiación local por parte del Estado»
El escenario actual requiere, en opinión del alcalde de Zamora, Francisco Guarido (IU), que «las ciudades deben comportarse de manera solidaria, entre ciudadanos, y en el aspecto institucional». Y esto se traduce en que, a su juicio, «los ayuntamientos deben incrementar las ayudas hacia los más débiles económicamente». Aboga, además, por una planificación de recursos adecuada a los tiempos actuales. «Más política social y más financiación es una forma eficaz de redistribuir», afirma.
En contra de la creencia extendida, para Guarido el fin de confinamiento traerá cierta continuidad, al menos en las prioridades de su equipo. «La nueva normalidad es transitoria. Los cambios venían de atrás: ciudades recuperando espacios para el peatón y fomento de factores ecológicos en sus políticas, muy especialmente en contratación y urbanismo. Políticas de reducción de contaminación y mayor movilidad interna. En realidad, ya veníamos trabajando en estos aspecto que naturalmente necesitan un refuerzo».
Está convencido de que «no se provocan más desigualdades por una semana más o menos en pasar de fase», y opina que «lo que provoca desigualdades es el sistema económico en su conjunto». «El sistema tributario debe modificarse para que pague más quien más tiene, y la distribución entre territorios debe primar una distribución más racional de la población. Atacar en definitiva que las diferencias económicas se acrecienten entre individuos y territorios, en definitiva combatir el sistema capitalista».
El regidor zamorano sostiene que la crisis sanitaria «ha demostrado la pésima financiación local por parte del Estado y muy especialmente la irracionalidad en estos momentos del techo de gasto». En este contexto, subraya que «el Ayuntamiento de Zamora ha puesto encima de la mesa tres millones y medio en subvenciones y ayudas contra la crisis». «En contrapartida perderemos ingresos y la legislación nos limita el gasto», explica.
CARLOS MARTÍNEZ. SORIA
«Exigiremos preservar la salud, pero acompañar esta prioridad de inversión»
Obviamente, las ciudades tendrán que adaptarse, desde lo más cotidiano, con esos servicios de proximidad, distancias, protección..., a lo extraordinario con nuevos formatos para mantener la actividad cultural, deportiva o turística, opina el alcalde de Soria, Carlos Martínez. «En el trayecto, los ayuntamientos y todas las instituciones deberemos tener un papel esencial atendiendo a quién peor lo esté pasando para no dejar a nadie atrás, siendo proactivos con el tejido empresarial más afectado y manteniendo aspectos como la inversión para no caer en los mismos errores de austericidio de 2008», enumera el regidor socialista, quien reconoce que «será un reto y un desafío recuperar esa Soria dinámica por la que hemos apostado en las últimas legislaturas».
Martínez señala que está claro que la salud de las personas es la prioridad, «y debemos garantizarla», pero también que es importante desescalar al mismo ritmo que el resto de los territorios «y eso se consigue con una apuesta firme y decidida por la sanidad pública». Tal y como ha venido defendiendo durante toda la pandemia, sostiene que esta crisis sanitaria ha demostrado, en el caso de Soria o Segovia, «que el sistema sanitario era frágil y que una situación de tensión lo ha colapsado provocando efectos más dramáticos que en otros lugares». Por ello, reivindica: «Ahora no debemos ser doblemente castigados. Exigiremos preservar la salud, pero acompañar esta prioridad de inversión para tener los mismos derechos que los demás territorios».
El alcalde soriano recalca que las entidades locales han reaccionado con inmediatez a las demandas de los vecinos. Se refiere a las líneas de ayudas de primera necesidad habilitadas, herramientas para facilitar el confinamiento, cestas de alimentación equilibrada para los escolares, servicios de atención psicológica, protección social prácticamente puerta a puerta con especial incidencia en el colectivo de los mayores, línea de financiación para las empresas, asesoramiento legal para emprendedores, financiación... y también a medio plazo medidas de reactivación económica. «Nuestro papel es clave, pero también debemos saber que no podemos hacerlo solos y que la administración autonómica y el Gobierno deben estar ahí y de forma especial con territorios como el de Soria para evitar que la brecha de la desigualdad siga creciendo», concluye.
OLEGARIO RAMÓN. PONFERRADA
«El enfrentamiento entre instituciones es poco decente y nada entendible»
La unidad como mantra. El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón (PSOE), al frente de una ciudad que evoluciona favorablemente más rápido frente a la pandemia, aboga por remar en la misma dirección. «Tenemos que actuar unidos. De nada sirve el individualismo feroz que algunos predicaban. Esta pandemia ha demostrado que es necesaria una sanidad pública fuerte, bien dotada, financiada y organizada porque sin ella nuestra salud individual y colectiva quedarían completamente desprotegidas», defiende.
Pide no olvidarse de otro pilar como la educación pública para que «los más desfavorecidos no se queden por el camino». Y el rumbo a seguir pasa por «que todo el alumnado tenga acceso a la formación online».
En medio de la vorágine, reconoce un efecto «quizás deseable»: «La posibilidad de revitalización demográfica del medio rural».
Olegario Ramón piensa que vendrán «muchos cambios». «Es necesario reinventarse. Nuestro comercio tradicional, hostelería local, sector turístico, todos los sectores productivos y hasta el público deben acomodarse a lo que imponen los tiempos». Para ello, apuesta por otro modelo de urbe. «Debemos hacer una transición hacia modelos de oferta digital de nuestros productos y propuestas. Algo en lo que el Ayuntamiento lleva trabajando desde hace tiempo dentro del proyecto Smart Cities en el que participamos. Debemos construir ciudades más saludables y más sostenibles, donde el protagonista de los espacios públicos sea el peatón», indica.
Ramón no augura desigualdades por las diferentes velocidades de la desescalada. «Los territorios rurales y los más aislados han sido menos castigados por la epidemia de coronavirus. No creo que Madrid o Barcelona se vayan a ver muy retrasados respecto al resto porque su desescalada sea más lenta». Pero sí aprecia desigualdades de otro tipo: «Lo que se va a producir, si no lo atajamos de forma drástica, es una desigualdad interterritorial, de personas y familias dentro de un mismo territorio. Tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas para proteger a los más vulnerables. Primeramente, la salud, y después, el empleo, la educación y el acceso a bienes y servicios básicos».
Si algo le queda claro es la función clave de las entidades locales: «Los ayuntamientos han sido la segunda fuerza de choque, después de los sanitarios, para hacer frente a esta terrible situación. Es la administración más cercana al ciudadano, por eso no se entiende mucho que no tengamos una mayor capacidad de actuar y que estemos supeditados a decisiones que se toman muy lejos de aquí. Y todavía lo estamos haciendo con nuestro propio presupuesto municipal, sin ayudas externas por parte de la Junta, que espero que lleguen en breve».
Pese a este apunte, defiende «la lealtad institucional», rechaza una «guerra entre administraciones» y pide que todas «colaboren por objetivos comunes». «El enfrentamiento entre instituciones es poco decente desde el punto de vista político y nada entendible para los ciudadanos. En todo momento hemos colaborado lealmente con todas las administraciones y hemos recibido colaboración leal de todas. Quizá, solo quizá, también eso pueda explicar, al menos en parte, alguno de los modestos logros de este municipio y sus habitantes al evitar la propagación de la enfermedad», arguye.
AITANA HERNANDO. MIRANDA DE EBRO
«La financiación debe corresponder con las funciones que realizamos»
«La pandemia ha demostrado que nuestra realidad, la vida que llevábamos antes, que pensábamos que era algo estable y para siempre, es algo a valorar, aprender como ciudadanos a valorarlo. Como ciudades, yo creo que en el caso de Miranda ha dejado aún más patente algo que siempre lo ha sido: que es una ciudad solidaria», manifiesta la alcaldesa de Miranda de Ebro, Aitana Hernando (PSOE). Asegura que esta pandemia «nos ha demostrado la importancia de lo público, y que una vez más los ayuntamientos somos un pilar fundamental de la Administración Pública».
Hernando apunta que los ayuntamientos ya están haciendo cambios para adaptarse a la nueva normalidad. «Podemos poner ejemplos: la suspensión de la zona azul, el cierre de todos los edificios públicos, paramos el transporte público urbano desde el día 11 de marzo, antes de la declaración del estado de alarma como zona de contención reforzada. Y luego lo retomamos sólo en una línea y con límite de aforo a 20 personas. Estamos llevando alimentos a las personas infectadas; hemos aplazado determinados impuestos y tasas; las desinfecciones que se llevan a cabo; hemos habilitado una línea de ayudas para autónomos y micropymes, etc», concreta la alcaldesa, quien recuerda que Miranda, como zona de contención reforzada, adoptó medidas desde el 11 de marzo, primer sitio de Castilla y León en hacerlo. Sobre lo que vendrá, se refiere a los ajustes en las terrazas en el sector de la hostelería, a la forma en la que se viven las fiestas y el deporte. «Las nuevas realidades requieren medidas sociales, de ocio, y también económicas», comentó.
En cuanto a si el retraso en la desescalada puede acrecentar las desigualdades territoriales, Hernando apuesta por «no mezclar política con criterios técnicos». «Los criterios que se establecen por el Ministerio de Sanidad y por la Junta de Castilla y León son técnicos. Es una mala noticia no pasar pero todas las administraciones públicas están pidiendo prudencia. Desescalar demasiado rápido y volver a la casilla de salida sería insoportable para la sanidad, para la economía y para la salud», añade.
La alcaldesa de Miranda, del PSOE, opina que el papel de las entidades locales y su consideración por parte de otras administraciones debe cambiar. «Es necesario replantearse con más fuerza que nunca la importancia del municipalismo como eje vertebrador del Estado. Y para ello es pieza clave la financiación que debe corresponderse con aquellas funciones que los ayuntamientos en la realidad, a pie de calle, realizan». «Y espero y confío en que la Junta de Castilla y León lo haga también porque es su obligación», concluyó.
RAQUEL GONZÁLEZ. ARANDA DE DUERO
«Las entidades locales hemos llevado un gran peso, debemos ser mejor tratadas»
La pandemia ha puesto de manifiesto que las entidades locales, como administraciones más cercanas, son las más eficaces y rápidas en la toma de decisiones y en las actuaciones diarias respecto de cualquier crisis o situación, defiende la alcaldesa de Aranda de Duero, la popular Raquel González. Por tanto, añade, «debe adaptarse la financiación y otorgar mayor autonomía a las entidades locales».
Estima que las ciudades van a tener que hacer «muchos cambios» para adaptarse a la nueva normalidad. «Nuestras vidas después del Covid-19 no serán las mismas y las administraciones locales deberemos cambiar muchas cosas y tomar decisiones que garanticen la salud de los ciudadanos», recalca.
En cuanto a si el retraso en la desescalada puede conllevar desigualdades territoriales, González asegura: «Esto es algo que no podemos adelantar, pero confío en que no».
Asimismo opina que esta crisis sanitaria a la que el mundo se está enfrentando implica cambiar el rol de las entidades locales y por lo tanto su visión por parte de otras administraciones. «Las entidades locales hemos llevado un gran peso en esta situación, debemos ser mejor tratadas por el gobierno de la nación», asevera.
CAMINO CABAÑAS. SAN ANDRÉS DEL RABANEDO
«Se abre un horizonte de oportunidades y puede ser importante el entorno rural»
«Nadie nos había preparado para una situación tan excepcional», reconoce Camino Cabañas, alcaldesa de San Andrés del Rabanedo. «Hemos sido conscientes de nuestra propia vulnerabilidad como sociedad. Hemos aprendido que todo aquello que hemos construido puede desmoronarse y que sólo unidos, administraciones y ciudadanía, podremos superarlo. Juntos somos más fuertes».
La alcaldesa socialista asegura que ya existe un antes y un después: «Han cambiado muchas cosas. Desde nuestra propia organización interna a nuestra forma de relacionarnos con la ciudadanía (de manera telemática) y esto marcarán las etapas que están por llegar. Las ciudades volverán a abrirse, pero esa nueva normalidad implicará una serie de medidas preventivas, relacionadas con el distanciamiento social, que harán el cambio inevitable», vaticina.
En su opinión, «la mayor desigualdad que puede existir ahora entre territorios es precisamente la salud de sus ciudadanos y la calidad de su sistema sanitario». Y pide prudencia: «Deseamos avanzar en la desescalada para evitar un impacto aún mayor de esta crisis sanitaria en la economía, pero la salud debe ser prioritaria siempre». Cabañas es partidaria de no dejar escapar ninguna oportunidad. «Este escenario nos abre un horizonte de oportunidades con la puesta en valor de nuestros recursos y ahí puede jugar un papel muy importante algo que nos define tanto como es nuestro entorno rural. El covid puede cambiar nuestra forma de vivir y si las administraciones sabemos acompañar esos cambios con proyectos, con alternativas, con una oferta atractiva, entonces saldremos reforzados».
Como reforzados cree que salen los ayuntamientos. «Siempre hemos presumido de ser la administración más cercana al ciudadano y en esta crisis sanitaria ha quedado patente que es así. Nos hemos preparado en tiempo récord para llevar las medidas de los distintos gobiernos, nacional y autonómico, de una manera efectiva a la calle. Y estamos dando una primera respuesta ante las situaciones de emergencia social. Por eso necesitamos que el resto de administraciones acompañen este esfuerzo con una mayor financiación. Sólo con un buen engranaje, a través de una cooperación sin fisuras, podremos estar donde debemos estar: al lado de las personas».
ROMÁN RODRÍGUEZ. LAGUNA DE DUERO
«Somos la primera puerta a la que llama un vecino. Debemos tener las herramientas»
Gobernar, sobre todo en estos tiempos, mirando más allá de colores políticos. Román Rodríguez, regidor de Laguna de Duero, en Valladolid, asegura que por la pandemia se ha dado cuenta de que hay que «gobernar con altura de miras y preparados para afrontar cualquier situación». «Con dinamismo, adaptándonos a las circunstancias sin dudar y sabiendo apartar diferencias políticas para abrirnos al diálogo y la participación en favor del bien común».
Presume de la actitud de Laguna: «Hemos dado ejemplo, reorganizando nuestra plantilla municipal para prestar servicios nuevos. Lo importante es que el vecino se sienta respaldado y sepa que cuenta con sus servicios municipales, especialmente los que se encuentran en situación de vulnerabilidad por esta crisis».
Román Rodríguez, de Independientes por Laguna que gobierna con el apoyo de PP y Cs, cree que esta crisis sanitaria saca el mejor lado de la ciudadanía. «Hemos aprendido como sociedad a implicarnos con la comunidad. Los vecinos han sabido dar lo mejor de sí mismos».
Para este alcalde, la adaptación resulta ya inevitable. «Tendremos que seguir anticipándonos para modificar la manera de atender a los ciudadanos manteniendo la cercanía y la calidad en los servicios».
Descarta Rodríguez que la diferente situación en cada territorio marque el futuro. «Dos semanas de diferencia a largo plazo no marcarán la economía sustancialmente como para pensar en una brecha entre comunidades. Estamos ante una crisis a nivel nacional y que nos equipara a todos, si la Junta ha tomado esta decisión ha sido por criterios sanitarios y debemos pensar colectivamente y entender que estamos todos a una», opina.
Rodríguez ve en los ayuntamientos un puntal imprescindible. «Esta crisis ha vuelto a demostrar que somos las instituciones más cercanas a los ciudadanos, las que resolvemos sus problemas más inmediatos». Sostiene, además, que «más flexibilidad en el gasto público sería positivo en el caso de Laguna, con sus cuentas saneadas» y hace un llamamiento a administraciones superiores: «Si nos permiten más libertad a la hora de usar nuestro remanente podremos ayudar de manera más ágil al ciudadano. Somos la primera puerta a la que llama el vecino cuando está en situación de crisis y debemos estar a la altura y tener las herramientas para poder ayudarle con garantías».
GUZMÁN GÓMEZ. MEDINA DEL CAMPO
«Al ciudadano hay que tratarlo desde las administraciones como a un adulto»
El alcalde de la vallisoletana Medina del Campo, Guzmán Gómez (PP), saca una conclusión principal de los tiempos actuales: «Tenemos unos ciudadanos y un tejido social ejemplar, insuperable, magnífico. De manera individual y colectiva el pueblo español está dando una lección de solidaridad, compromiso y altura de miras que pasará a la historia como una de sus grandes gestas». Pero no es la única lección que dice haber aprendido. «Al ciudadano hay que tratarlo desde las administraciones como a un adulto. Sólo así y todos juntos seremos capaces de superar las consecuencias de esta pandemia. Todo lo que está ocurriendo debe espolearnos para detectar errores, para redefinir protocolos y para fortalecernos a través de la prevención. Para ello, necesitamos liderazgos transparentes y que destierren la mentira y la tergiversación de sus herramientas de comunicación», expone.
Gómez ve irremediable que se produzcan cambios en las ciudades. «Sin duda. Quizás sea pronto para saberlo. Hay que atender lo urgente; y lo urgente es el bienestar de las personas. A partir de ahí, la colaboración y la corresponsabilidad deben ser los principios que guíen. La actuación colaborativa de instituciones y ciudadanos va a ser esencial para afrontar cambios: laborales, culturales, económicos, de relaciones sociales, de movilidad. Todos se sentirán en nuestras ciudades y debemos estar preparados».
Sobre la desescalada, el regidor advierte que «no es más que un proceso temporal que debe hacerse en función de criterios de salud pública». «Tendrá un final al que todos los territorios llegaremos antes o después y, seguramente, con muy poca diferencia en el tiempo. No es ninguna carrera. Debemos ir con pies de plomo. A partir de ahí, principios como el de la solidaridad territorial deben guiar toda la acción pública y en todos los niveles territoriales. Solidaridad con los ciudadanos, con los tejidos productivos, con las personas, con las familias. La pandemia debe servir para salir todos fortalecidos».
Guzmán Gómez defiende el papel de las entidades locales: «Al igual que los ciudadanos que en ellas residen, han demostrado que tienen madurez suficiente como para quitarnos el viejo polvo de algunos paternalismos. Estoy seguro de que lo que no ha cambiado es la consideración del ciudadano sobre su ayuntamiento. Los ayuntamientos y diputaciones seguimos siendo la administración más cercana al ciudadano con capacidad para gestionar de forma eficaz servicios de proximidad al vecino que, con la oportuna colaboración, coordinación y lealtad institucional pueden conseguir grandes logros en situaciones como la que estamos viviendo».