Ribera recomienda blindar al lobo
Transición Ecológica recomienda a la Junta su inclusión en el listado de especies silvestres en régimen de protección especial, por lo que se convertiría en una animal no cinegético
El lobo podría convertirse en especie no cinegética en Castilla y León tras un dictamen emitido por el Comité Científico del Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno central (Miteco), presidido por Teresa Ribera, en el que se recomienda la inclusión de la población española del lobo ibérico en el listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial (Lesrpe), el cual persigue preservar la diversidad biológica y genética de las especies.
Así, todo apunta a que el Canis lupus , tanto en la zona norte como en la zona sur de la Comunidad, pase a ser una especie protegida, y por consiguiente, una especie para la que se pretende que su caza sea prohibida definitivamente, a pesar de que las poblaciones continúan creciendo en ambas zonas. Si bien, cabe recordar que al norte del Duero es especie cinegética y al sur, estrictamente protegida.
Esta novedad surge a raíz de una petición realizada por la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel), el pasado mes de septiembre de 2019, con la que se solicitó incluir al lobo en el Catálogo de Especies Amenazadas, en la categoría de ‘Vulnerable’ para todo el territorio español y, subsidiariamente, en caso de no aceptarse dicha propuesta, hacerlo en el Listado de Especies Silvestres.
Mientras que el dictamen no muestra apoyo al primer requerimiento, sí que considera aconsejable ejecutar la segunda petición dada «su importancia ecológica, como parte fundamental del funcionamiento de los ecosistemas, al tratarse de un carnívoro» . Asimismo, otro de los motivos para considerar dicha inclusión se basa en la «indudable importancia científica y cultural del lobo», remarcando su importancia en los procesos tempranos de domesticación, cuyo estudio ha dado lugar al desarrollo de parte de la biología evolutiva».
El informe ya se ha trasladado a la Junta de Castilla y León para que muestre su punto de vista sobre esta cuestión, la cual sorprendió a la Administración regional, tanto por el momento como por su contenido, según pudo saber este diario.
Además, fuentes de la consejería de Fomento y Medio Ambiente apuntaron que no se comparte la propuesta iniciada por la asociación ecologista Ascel al basarse en datos «muy antiguos, sin rigor científico y obviando datos más actuales». Además, tampoco se secundan las conclusiones del informe elaborado por el Comité Científico que aun reconociendo la falta de rigor de la propuesta de Ascel, y rechazando su catalogación como especie ‘Vulnerable’, basa las conclusiones para su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial, solo en el valor cultural y el papel ecológico del lobo, unos valores que según la Administración regional «también se pueden defender perfectamente desde su estatus de protección actual».
En el informe remitido a la Administración regional se reconoce que la especie está creciendo con lo que, este argumento daría la razón a la Junta, que persigue controlar a las poblaciones de lobo en la zona norte mediante su gestión sostenible a través la caza controlada y también en la zona sur, donde es controlado de forma muy excepcional y en un número muy reducido de ejemplares por daños a la cabaña ganadera, siendo realizados estos controles poblacionales por personal de la consejería, donde los daños son mucho más intensos que en el norte.
El documento remitido también recoge que la población del lobo «es única» por lo que, si las manadas están creciendo, no se entiende que la especie pueda tener dos estatus distintos, uno para el norte de la Comunidad y otro para el sur, y que se pretenda catalogar a la especie como protegida en los dos lugares en un hecho que, de dictaminarse así por parte del Miteco, serviría para no tardar mucho en ver a esta especie totalmente protegida y con su caza prohibida, a pesar de contar con una población de manadas en continuo crecimiento, así como los ataques constatados a la cabaña ganadera en toda la Comunidad.
Por su parte, el presidente de Ascel y signatario de la petición, Ignacio Fernández, destacó la importancia de incluir al Canis lupus en este listado especial, pues «no tiene lógica que se protejan a otras especies en mejor estado y con un papel menos relevante y no lo hagamos con el lobo. Es necesario que esté protegido porque lo está en Europa, España está en Europa y Castilla y León también».
Asimismo, reiteró la importancia del lobo como especie asegurando que genera un «entorno natural saludable» en el que integrarse. «Es el encargado de controlar al resto de animales. Cumple un papel clave» .
Equilibrio
La posible aprobación de este petición por parte de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico traerá consigo un conflicto entre los partidarios de proteger la especie animal y los que persiguen reducir el número de ataques a la ganadería y, por consiguiente, la supervivencia de esta. Así, se deberá encontrar el punto intermedio.
Las últimas cifras publicadas por la consejería de Fomento y Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico muestran como en el pasado año 2019, la Comunidad registró 912 ataques que causaron 1.205 muertes de cabezas de ganado. Además, recogen como, en la zona sur del Duero –frontera establecida en la Comunidad para cazar a este animal–, Ávila es una de las provincias más afectadas por este cánido.
La comunidad computa 179 manadas y 1.600 lobos
El censo nacional de 2012-2014 mostró la existencia de unas 300 manadas en España, según los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. La población ibérica se estimó en unos 350 grupos y casi 2.500 ejemplares, distribuidos en unos 140.000 km2.
Además, la información de la que dispone la Junta de Castilla y León muestra como, en la actualidad, en esta comunidad la población aumentó en los últimos años hasta un 20% –básicamente al sur del Duero–, cifrándose en 179 las manadas regionales con una cantidad aproximada de 1.600 lobos –152 al norte del río Duero y 27 al sur–. Esta población es común en la zona cantábrica, Montes de León y Zamora, aunque en términos relativos el mayor crecimiento se concentró en las provincias de Ávila y Segovia.
Mientras que el Comité dictamina que se recomienda la inclusión de todas las poblaciones del lobo ibérico en el Listado de Especies Silvestres en régimen de Protección Especial, cabe recordar que el lobo ya tiene esta catalogación en Portugal y lo estaba en Andalucía y no ha impedido que las poblaciones decrezcan o desaparezcan, como en Andalucía; todo lo contrario que en las zonas cinegéticas, donde sus poblaciones «no han parado de crecer», aseguraron desde la Administración regional.