CORONAVIRUS
Las previsiones sobre el coronavirus abocan a la suspensión de la Semana Santa
Sanidad estima entre “mes y medio y cuatro meses” para el fin de la epidemia que ahora está en auge
Primero fueron los partidos de fútbol. Después fueron las fallas. Y con mucha seguridad el tercer gran evento que el coronavirus obligue a suspenden serán las procesiones de Semana Santa , un elemento clave del turismo de gran parte del país y especialmente de Castilla y León, donde las conmemoraciones de Valladolid, Zamora o León se encuentran entre las más afamadas del mundo.
El director del centro de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, el portavoz sanitario del plan contra el coronavirus , ha fijado entre mes y medio y cuatro meses el tiempo para atajar la epidemia que se sigue extendiendo por España, especialmente en Madrid, aunque Castilla y León, por el foco de Miranda de Ebro (Burgos) aparece como uno de los territorios más afectados con 71 casos.
Estas previsiones ofrecidas hoy por el portavoz nacional del plan contra el coronavirus y la decisión adoptada ayer de suspender las fallas abocan a la suspensión de la Semana Santa para evitar la epidemia. Nadie tiene duda de que esta medida se adoptará, aunque faltan todavía tres semanas para que empiecen las celebraciones de Semana Santa, según fuentes gubernamentales y autonómicas consultadas por este periódico. Los responsables políticos están en conversaciones con los responsables eclesiásticos para adoptar conjuntamente la decisión para salvaguardar la salud pública. Las Juntas de Cofradías son los que más resistencia están ejerciendo, aunque a la vista de lo que está ocurriendo empiezan a ser conscientes de que no hay más solución que esta medida drástica para evitar las concentraciones masivas que generan las procesiones de personas llegadas de numerosos destinos.
Sin embargo, seguramente está decisión, que ya se está valorando seriamente, no se adopte de forma oficial hasta que la fecha esté más cercana , como ha ocurrido con las celebraciones falleras. Además del factor religioso, lo más preocupante es el factor económico por el impacto que tiene la Semana Santa en el turismo de Castilla y León, época en la que se llenan hoteles y restaurantes. Lo que está claro es que la pretensión de la Consejería de Cultura de este año de atraer turismo extranjero con la Semana Santa es ya fallido. “De donde no va venir gente es de otros países”, vaticinan los expertos. Seguramente la Junta debería plantearse un plan alternativo para intentar al menos que el turismo se resienta lo menos posible, consiguiendo que los castellanos y leoneses viajen a su propia región, en vista de que también se está recomendando no viajar.