SUCESOS
Luto y silencio por el crimen de Aranda
Cerca de 200 personas se concentran junto al Ayuntamiento para mostrar su rechazo a la muerte violenta de Valentín López a manos de su yerno
Alrededor de 200 personas se concentraron frente al Ayuntamiento de Aranda de Duero para mostrar su repulsa por la muerte violenta de Valentín López Saiz a manos de su yerno la tarde del pasado jueves en una vivienda de la calle Benjamín Palencia.
Una concentración silenciosa a las puertas del Consistorio ribereño presidida por el alcalde de la localidad, Antonio Linaje, junto con otros concejales. Un crespón de color negro en la fachada recordaba el luto de la localidad por un suceso que ha conmocionado a los vecinos.
Un luto que también inunda la localidad de Zuzones, un pequeño municipio integrado en el término municipal de La Vid y Barrios, en el que Valentín fue concejal con el PP entre años 2015 y 2023. Por ello, la corporación municipal de La Vid y los Barrios ha convocado una concentración silenciosa a las 20.00 horas para mostrar su indignación y consternación por este crimen.
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La tarde del pasado jueves, un encuentro aparentemente normal entre un yerno y su suegro terminaba en tragedia tras una discusión que acabó con el yerno acuchillando al suegro. La violencia machista que su hija había denunciado unas horas antes en la comisaría de Aranda de Duero podía estar detrás del homicidio de Valentín López Saiz, de 72 años, a manos de su yerno.
Una discusión entre ambos, en la que la mala situación que atravesaba la pareja, que había hecho que la mujer, con la que el agresor tiene una hija, se hubiese marchado a casa de sus padres hace dos meses, acabó en tragedia, con el suegro muerto y el yerno huido con un dispositivo de búsqueda y captura de la Policía, la Guardia Civil y la Policía Local.
Una huida que no duró ni 24 horas, ya que por la tarde era localizado por la Policía Nacional en Carabias (Segovia), a 30 kilómetros de Aranda. El asesino intentó evadir la detención embistiendo al vehículo policial con su coche, provocando heridas leves a tres agentes. A continuación, huyó a pie hasta que fue reducido por los agentes con una pistola ‘taser’. Posteriormente fue trasladado al hospital de Aranda, donde quedó bajo custodia policial.
El agresor se había puesto en contacto con su pareja, según las fuentes consultadas por este periódico, para que acudiera a la vivienda que ambos compartían porque tenía una carta certificada que debía ir a recoger ella.
Según estas mismas fuentes, el asesino huido podía haber tenido conocimiento ya de que su pareja había presentado una denuncia contra él por violencia de género unas horas antes, por lo que se mantiene como una de las hipótesis que buscara convencer a su pareja para que acudiera al piso. Precisamente, la mujer, al haber presentado la denuncia en la Policía no quería acudir, por lo que fue su padre, que estaba en la calle, junto a su vivienda, el que se ofreció a ir al piso de la calle Benjamín Palencia.
Y fue allí donde se produjo una discusión en la que se maneja como principal hipótesis la mala situación que atravesaba la pareja y que terminó con la agresión mortal a Valentín. Al ver que no regresaba a casa, la mujer de Valentín llamó a la Policía, que, tras buscar sin éxito por el barrio, acudió con la hija al piso de la calle Benjamín Palencia. Al abrir la puerta, se descubrió la tragedia al encontrarse el cadáver del hombre, que yacía en el suelo con claros signos de violencia provocados, a falta de los resultados de la autopsia, por arma blanca.
El centro de operaciones del 112 recibía una llamada de los agentes de la Policía Nacional desplazados al piso a las 20.39 horas para solicitar asistencia sanitaria, pero cuando llegaron los sanitarios solo pudieron confirmar la muerte de Valentín.