El jefe del operativo: «Hemos salvado el monasterio de Silos del fuego de milagro»
El incendio forestal de Burgos arrasa cerca de 40 viviendas en Santibáñez del Val, Quintanilla del Coco y Santo Domingo de Silos
«Hemos salvado el monasterio de Silos de milagro» . Con esta frase resumía el jefe del operativo contra el incendio en la comarca del Arlanza, en Burgos, la dramática situación que se vivió el pasado domingo en el que las llamas llegaron a las puertas del monasterio benedictino, ubicado en Santo Domingo Silos . Una joya del arte español que estuvo cerca de ser devorada por el voraz incendio, tal y como dejan patente las imágenes aéreas tomadas por los medios aéreos de la Junta.
Castilla y León
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Las llamas han causado daños irreparables en al menos cuarenta viviendas . Un día después de comenzar, el saldo es desolador con cinco casas calcinadas en Santo Domingo de Silos, más pajares viejos; cuatro en Quintanilla del Coco y la más perjudicada, Santibáñez del Val, cuya alcaldesa ha visto desolada cómo el fuego acababa con 47 edificaciones, de las cuales una veintena eran casas.
A falta de cerrar la perimetración de un incendio que se da por estabilizado, las primeras estimaciones de la Junta se acercan a las 3.500 hectáreas quemadas de un fuego que el Gobierno regional apunta que fue intencionado.
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Desde las calles ruinosas de Santibáñez del Val, Ana María García Martínez, no esconde su enfado. «No es que los equipos de extinción hayan dado por perdido el incendio aquí, es que lo dieron por perdido antes de empezar», censura la primer edil al recordar que el fuego llegó a Santibáñez del Val el domingo a las 14.00 horas, pero los bomberos profesionales no empezaron a llegar hasta las 20.00 horas. «No contentos con eso, encima obligaron a evacuar a todos los bomberos voluntarios y vecinos, jóvenes que querían salvar sus casas», denuncia desolada porque los bomberos que llegaron después «no sabían ni dónde estaba el agua».
«A nosotros nos corresponde la dotación profesional de Aranda pero aquí no vino nadie» , rechaza a sabiendas de que los que envió Burgos no llegaron hasta las 23.00 horas. «A las 23.30 horas mi casa aún no se había quemado».
A pesar de que es la alcaldesa no recibió instrucciones ni llamadas ni de la Guardia Civil ni de Protección Civil. De hecho, asegura, fue ella la que se desplazó al centro de mando de Burgos para suplicar ayuda. «Como estaba en coche, organizábamos todo por teléfono, pero no teníamos ningún dato exacto. Íbamos tomando decisiones según nos decían los vecinos de la zona y veíamos publicado» , reprocha convencida de que si los vecinos se hubiesen quedado, «como querían», el pueblo no estaría así ahora. «Es un derecho, si queríamos quedarnos deberían habernos dejado bajo nuestra responsabilidad».
Desde que el incendio hizo acto de presencia, los pueblos de la zona se han volcado . Huerta de Rey acogió a 40 vecinos de Hacinas y a los 120 escolares que estaban en un campamento en el monte . Mientras el primer grupo fue acogido por los vecinos en sus casas, los niños fueron atendidos en el gimnasio y el colegio, donde pasaron la noche. Ya por la mañana, viendo que no había peligro, fueron llevados de nuevo al campamento. «La gente se ha portado fenomenal», destaca orgulloso el alcalde de Huerta de Rey, José Antonio Cámara.
También se ha volcado Caleruega, acogiendo a 15 vecinos de Santibáñez del Val. «Todo su afán es pagar pero ya les hemos dicho que estén tranquilos que no hay nada que pagar» , asegura la concejala, Ana Munurea, consciente de los difíciles momentos que están pasando. Entre ellos está Alex, un joven que tuvo que ser atendido en urgencias cuando mientras intentaba apagar un fuego de la casa de su vecino, le saltó una pavesa y se le metió algo en el ojo.
Cerca de doscientas personas, la mayoría de Silos, Quintanilla del Coco, Santibáñez, Carazo y Hacinas, se encuentran ubicadas entre el polideportivo y el Instituto de Salas de los Infantes, donde desde el minuto uno un equipo de vecinos de Salas, codo con codo con el Ayuntamiento, trabaja para que no falte de nada a estas personas, que esperan regresar pronto a sus respectivos municipios, «aunque por el momento todo está preparado para que pasen la tarde y muy probablemente una segunda noche», explica desde el Consistorio, el alcalde Paco Azúa.
En el caso de Hacinas, Carazo y Quintanilla de Hacinas , las previsiones de la Junta pasaban por que pudieran regresar a sus casas en las próximas horas, mientras los de Santibáñez y Silos seguirán desalojados . En Salas, los consejeros de Sanidad, Alejandro Vázquez, y Educación, Rocío Lucas, visitaban a los vecinos evacuados. Allí, ambos insistieron en la necesidad de reforzar los medios de las fuerzas y cuerpos de seguridad para perseguir «este tipo de conductas», en referencia a quienes han provocado alguno de los fuegos que asolan Castilla y León, ya sea de manera intencionada o por alguna imprudencia. Vázquez hizo un llamamiento a la prudencia actuaciones que pueden provocar «importantes daños, tanto a nivel del territorio y del medio ambiente, como daños irreparables para las personas que han perdido sus bienes de muchos años».
350 profesionales
En cuanto a la situación de los incendios en la Comunidad, los esfuerzos de más de 350 profesionales del operativo de lucha contra incendios forestales de Castilla y León, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Unidad Militar de Emergencias durante nueve días permitieron que el incendio de Montes de Valdueza, en la provincia de León, haya bajado a Nivel 1 de peligrosidad. De igual forma, el incendio forestal de Vegalatrave, en Zamora, ha bajado a Nivel 1 de gravedad. El avance de las llamas y del humo durante el pasado domingo obligó a evacuar seis pueblos: Losacio, Márquiz de Alba, Olmillos de Castro, Losilla, San Pedro de las Cuevas y Navianos de Alba. Los vecinos desalojados fueron trasladados el domingo al recinto de IFEZA y ya han podido regresar a sus casas. El incendio de San Juan de la Nava y El Barraco, en Ávila, fue rebajado a nivel uno tras una noche en la que la meteorología ha ayudado a su estabilización, y mejora la situación en la zona de Cebreros y Hoyo de Pinares, en Ávila.