Diario de Castilla y León

BURGOS

Fallecen dos obreros y otros tres salvan la vida, tras hundirse un tejado en Burgos

Las víctimas, de origen extranjero, retiraban amianto en la factoría de Gonvarri / CCOO y UGT, pendientes de la investigación para «determinar responsabilidades y perseguirlas si fuera necesario»

Dos trabajadores se abrazan, consternados, después del trágico accidente acontecido ayer en la fábrica de Gonvarri, en Burgos. TOMÁS ALONSO

Dos trabajadores se abrazan, consternados, después del trágico accidente acontecido ayer en la fábrica de Gonvarri, en Burgos. TOMÁS ALONSO

Publicado por
Diego Santamaría

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Sin tiempo para reaccionar, fallecieron prácticamente en el acto. Nada pudieron hacer los servicios sanitarios por salvar la vida de dos trabajadores que, en la mañana ayer, sufrieron un aparatoso accidente tras caer desde una cubierta en la planta de transformación de acero y aluminio de Gonvarri, situada en el polígono industrial Burgos-Este de la capital burgalesa. Se encontraban a 10 metros de altura junto a otros tres compañeros cuando el tejado, en pleno proceso de retirada de amianto y sustitución por paneles sándwich, no pudo soportar el peso de ambos y de los materiales que se requerían para la intervención. 

Los empleados, pertenecientes a una subcontrata «especializada» en remoción de materiales peligrosos de la empresa constructora a la que Gonvarri asignó estos trabajos, eran de origen rumano y magrebí. Tenían 28 y 41 años, tal y como acabaron confirmando fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Previamente, a media mañana, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa se desplazaba hasta la factoría junto al vicealcalde, Vicente Marañón, para interesarse por lo sucedido. Según detalló el regidor, los obreros carecían de una «línea de vida de enganche», aunque sí contaban con una malla protectora que cubría «todo el tejado». Desgraciadamente, todo parece apuntar a que dicha red estaba únicamente diseñada para «el propio peso de los trabajadores». 

Nada más recibir el aviso, poco antes de las 9:30 horas, la sala del Centro de Emergencias del 112 movilizó una ambulancia de soporte vital básico, un vehículo de intervención rápida y una UVI móvil. Las primeras informaciones alertaban de que los operarios se encontraban «inconscientes» y en estado crítico. También se desplazaron varias dotaciones de Policía Nacional (Seguridad Ciudadana, Científica y Judicial) y Local, así como dos camiones y una furgoneta de los Bomberos. Aparte de «asegurar el tejado», también fue necesaria su presencia para «liberar» a los trabajadores, sepultados bajo los escombros de la cubierta. Según fuentes municipales consultadas por este periódico, se barajaba la hipótesis de que «debieron calcular mal el peso que habían puesto sobre determinado espacio» del tejado.

Como en años anteriores por estas fechas, la fábrica de Gonvarri permanecía cerrada para cambiar las cubiertas de las naves. Se trata de unos trabajos que se realizan paulatinamente, por tramos, para retirar el amianto del tejado. En el momento del luctuoso suceso, junto a los operarios, tan solo estaban en las instalaciones dos responsables de la planta y el jefe de prevención de riesgos laborales, que «acababa de llegar» según pudo saber De la Rosa tras recabar información de la Científica, los bomberos y el juez de instrucción. Por su parte, la comisión judicial e inspectores de trabajo también comparecieron en el lugar de los hechos para determinar la causa última del accidente junto a los agentes encargados de la investigación. 

Aparte de lamentar públicamente el fallecimiento de los dos obreros, el alcalde señaló que el Ayuntamiento se pondrá «inmediatamente» a disposición de sus familiares, pendientes de localización por aquel entonces, para ofrecerles asistencia psicológica si lo estiman necesario. En cualquier caso, también hizo un llamamiento para que «la seguridad en el trabajo pueda evitar en el futuro este tipo de percances». 

Reacción sindical

La respuesta de los dos principales sindicatos no se hizo esperar. En primer lugar, para mostrar sus «condolencias» a las familias. En segundo, para exigir que se refuercen -y supervisen con mayor rigor- los mecanismos de seguridad laboral. «Habiendo menos trabajadores de servicio se han producido más accidentes que nunca. Es un contrasentido y da qué pensar», declaraba a este diario el secretario general de Comisiones Obreras en Burgos, Juan Núñez, a sabiendas de que la precariedad obliga a muchas personas a ejercer determinadas actividades que «carecen de medidas de seguridad suficientes». 

En la misma línea, el secretario provincial de UGT, Pablo Dionisio Fraile, subrayaba la necesidad de «cambiar la dinámica y ser conscientes de que entre todos es la única manera de resolverlo». Es decir, entre «sindicatos, patronal e instituciones». Sobre todo en un contexto de crisis como el actual, en el que «una gran cantidad de trabajadores corren un peligro inminente», y en una provincia como la de Burgos, «casi en cabeza de mortalidad en Castilla y León». 

Al margen de valorar la situación actual de precariedad en la clase trabajadora, ambos sindicatos permanecerán atentos a las conclusiones de la investigación abierta para esclarecer las causas del trágico accidente. A este respecto, UGT Castilla y León exponía a través de un comunicado que «todo apunta a que se cumplían las medidas de seguridad», tanto a la hora de manipular uralita con «los monos y respiradores que marca la norma» como con «la protección colectiva pertinente para trabajar en altura».

No en vano, el máximo responsable de CCOO en Burgos aseguró que su sindicato tratara de recabar toda la «información objetiva» sobre lo ocurrido para «determinar responsabilidades y perseguirlas si fuera necesario». Tampoco lo descarta su homólogo en UGT, aunque lo que toca ahora, a la espera de novedades, es «ser cautos a la hora de proceder». 

Herido en Palencia

El de Burgos no fue el único accidente laboral registrado ayer en la Comunidad. Un hombre de 60 años resultó herido, en torno a las 13:15 horas, en la fábrica de Quesos Cerrato de Baltanás (Palencia) tras golpearse en la cabeza con unos perfiles de acero mientras realizaba labores de descarga. El empleado, consciente tras el impacto, fue trasladado al Hospital Río Hortega de Valladolid. 

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