PROVINCIA
El PSOE ofrece a Alcalde seguir como edil a cambio de la portavocía
Sergio Ortega, su único apoyo en la actual ejecutiva local, se muestra decidido a seguir en el grupo municipal
Un día después de que diez de los doce miembros que forman la ejecutiva socialista presentasen su dimisión con el fin de forzar el cese de Mar Alcalde como secretaria general del PSOE en Aranda de Duero, el entorno socialista hace un llamamiento al sosiego con la esperanza de que Alcalde rectifique los errores pasados y siga trabajando en el partido donde lleva más de 18 años. «El grupo municipal la va a acoger como una compañera», asegura el procurador y ex secretario general, Luis Briones, convencido de que aunque Alcalde no haya sabido hacer equipo en este puesto de responsabilidad no implica que no pueda aportar como concejala y como diputada (cargo que ostenta desde las últimas elecciones). «Pese a todo Mar Alcalde es una persona de mi absoluta confianza», insiste con la esperanza de que la situación se pueda reconducir, siempre y cuando -eso sí- Mar Alcalde «respete la disciplina del grupo».
Esa disciplina incluye la necesidad de cambiar de portavoz, una cuestión que no es sencilla. Y es que, a falta de que el secretario municipal confirme este extremo en un informe que se le ha solicitado; fuentes cercanas al Ayuntamiento explican que para el citado cambio es preciso que firmen todos los concejales del grupo municipal. Bajo esta perspectiva, si Mar Alcalde u otro edil se negara, la única opción sería disolver de forma momentánea el grupo municipal y rehacerlo nombrando al nuevo jefe de lista y portavoz. Llegados a este punto, Mar Alcalde estaría abocada a pasar al grupo de los No Adscritos.
Así le ocurrió al Partido Popular en el año 2010 cuando tras meses de tensiones, el portavoz Ángel Guerra, presentó los papeles para la expulsión de su entonces compañero de filas, Alfonso Sanz. El problema llegó cuando el PP quiso quitarle del cargo de portavoz adjunto en el Ayuntamiento de Aranda de Duero. La negativa a firmar de Sanz -a la que se unieron sus entonces compañeros, Francisco Martín Hontoria y Teodoro Martín-, obligó al PP a disolver el grupo municipal y crear uno nuevo con tan solo seis de los nueve concejales que había ganado en las urnas. Por su parte, Sanz, Hontoria y Teodoro pasaron a los ‘no adscritos’.
Las discrepancias entre los tres ediles y Guerra salieron a la luz de una forma evidente en el Pleno de diciembre de 2008, cuando los tres concejales díscolos se negaron a votar la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana por no contar con los informes favorables. También se vio en el Pleno de marzo de 2009 cuando Alfonso Sanz presentó una moción que luego retiró, para que se ejecutase el acuerdo que la Junta de Gobierno aprobó en 2008 para el inicio del procedimiento sancionador de la plaza de toros.
Como el tiempo todo lo cura, hoy paradójicamente el Partido Popular cuenta en su grupo municipal con Alfonso Sanz (como independiente) y es socio de gobierno de Ciudadanos, con Francisco Martín Hontoria como cabeza visible.
Mar Alcalde por el momento guarda silencio. Según explica el único concejal que la apoya, Sergio Ortega, «está bien pero necesita lamer sus heridas». «Al final esto se lo han hecho personas a las que ha querido mucho», subraya convencido de que los argumentos que la ejecutiva ha utilizado para defender el cese, «son excusas. Mar ha sido valiente y yo le estoy agradecido porque confió en mí», subraya con la mirada puesta en marzo de 2019, cuando la secretaria general anunció su decisión unilateral de reincorporar al partido a Ortega, que había abandonado el PSOE cuatro años antes para montar un proyecto político paralelo con Eusebio Martín.
Dicho esto, Sergio Ortega asegura que no son «un paquete». «A mí no me han hecho nada. Me he presentado por una ideología y si ese proyecto continúa seguiré», anuncia a El Correo de Burgos. El concejal -ahora independiente- se muestra dispuesto a aprender de los errores del pasado (como cuando abandonó el PSOE y se fue a los ‘no adscritos’ en noviembre de 2011 y cuando repitió experiencia al dejar el RAP, en abril de 2019) pero advierte: «no voy a tolerar faltas de respeto». Aunque prefiere no entrar en detalles, considera que en la última asamblea fue humillado por pensar de manera distinta.
Todas las miradas se centran ahora en Mar Alcalde. Varias son sus opciones: Puede seguir en el grupo municipal asumiendo el papel que le asignen y renunciar a la portavocía, y así podría mantener su cargo como diputada provincial (ya que es condición sine qua non que los diputados sean también concejales). Asimismo puede negarse a renunciar a la portavocía y pasar a los ‘no adscritos, con lo que podría en principio -hay dudas-, mantener también el acta de diputada en esta legislatura); o puede renunciar a la política y retirarse temporal o definitivamente.
Cualquier decisión tendrá sus consecuencias. Si se va a los ‘no adscritos’, el PSOE perdería un voto de cara a sacar adelante su proyecto de moción de censura. Si se pasa a los ‘no adscritos’ habría además que reorganizar el reparto de las comisiones informativas, ya que tendría derecho a participar en todas.
Por el contrario, si se mantiene como portavoz -algo en principio poco probable-, y prosperase una moción de censura de la izquierda, ella sería la candidata a sustituir a la actual alcaldesa, Raquel González.