LA METAMORFOSIS DE CAMPO GRANDE
Valladolid se convertirá en "punto estratégico y vertebrador" de la red ferroviaria española
Puente fija esta realidad cuando estén concluidas la Y vasca, la U de Olmedo, la nueva estación de Chamartín y la pasante de Atocha y la Variante de Mercancías
La estación de Atocha permitirá la llegada de trenes directos norte-sur sin transbordo en Madrid

Óscar Puente en un momento de la presentación de la nueva estación de trenes de Campo Grande en Valladolid
Cinco millones de pasajeros anuales, unos 17.500 al día. Esa será la cifra de viajeros que acogerá la nueva estación Campo Grande de Valladolid cuando todas las conexiones de la alta velocidad estén operativas. Y es que este proyecto no se centra solo en la renovación de una infraestructura, sino en la metamorfosis de una ciudad para convertirla en el eje central de las comunicaciones ferroviarias.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, lo dejó claro: "Valladolid será el punto estratégico y vertebrador de la red ferroviaria española". Una visión ambiciosa, respaldada por un plan de obras de calado que ya está despegando -este martes lo aprobará el Consejo de Ministros- y que cambiará por completo el mapa del ferrocarril en España.

Nodo Ferroviario
¿Cuándo veremos esta transformación hecha realidad? La fecha clave llegará cuando confluyan cuatro proyectos determinantes. Hablamos de la Y vasca, ya muy avanzada, que conectará Euskadi con el resto de la península; la U de Olmedo, un bypass estratégico para los tráficos entre Galicia y el País Vasco; la remodelación a fondo de la estación madrileña de Chamartín y la pasante de Atocha, destinada a fluidificar los viajes norte-sur sin transbordos; y, por supuesto, la Variante de Mercancías de Valladolid, que liberará la ciudad del trasiego de trenes de carga, principalmente de Renault.
"A día de hoy, en 2025, tras la liberalización ferroviaria, Valladolid ya ha superado los tráficos que se esperaban para 2035". Un dato que pone de manifiesto la urgencia de la renovación.
Las excavadoras se pondrán en marcha en octubre. Durante 43 meses, se vivirá una transformación profunda que no se limitará a un nuevo edificio. La playa de vías se adaptará por completo a las nuevas necesidades, multiplicando su capacidad para trenes de viajeros, tanto de ancho convencional como de alta velocidad. De las dos vías actuales, se pasará a cinco convencionales, y de cinco de alta velocidad a siete, con la posibilidad de desdoblarse hasta once gracias a los bretelles, esos dispositivos que agilizan el movimiento de los trenes. En total, 16 vías.
La nueva estación estará dedicada en exclusiva a pasajeros. Esto será posible gracias a la Variante Este, que estará lista en su totalidad en 2026 y que, según el ministro de Transportes, "conseguirá que todo el tráfico pesado de trenes circule fuera de Valladolid". Esta liberación de espacio es crucial para "reorganizar todo el conjunto, hacerlo más funcional, más ordenado y, en definitiva, para aprovechar mucho mejor el espacio".
El ministro insistió en el boom de demanda que se avecina cuando todas estas infraestructuras entren en juego. Para Cantabria, se calcula que los servicios diarios se triplicarán, al pasar de seis a 19; hacia Asturias, se multiplicarán por más de dos (de 14 a 34); y a Euskadi, se prevé un aumento que casi quintuplicará la oferta actual, al pasar de 10 a 48 servicios diarios. Incrementos que, según el titular del departamento de Transportes, podrían quedarse cortos viendo el auge del tren en otros puntos de España.