Diario de Castilla y León

César Sánchez

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EN MEDIO DEL aquelarre, con suicidio colectivo incluido, perpetrado este fin de semana por el PSOECyL y sus monologuistas en León, el presidente de la Diputación, el berciano de Bembibre Gerardo Álvarez Courel, ha descubierto X. Y ha debido pensar que es un lugar para el porno, porque ha decidido que lo pongan en pelotas con tanto exhibicionismo de resultado entre lascivo y lacerante. Y como otros compañeros de la arruinada federación socialista leonesa y castellana y soriana y burgalesa y vallisoletana... ha decidido inmolarse al calor y el abrigo de las mofas sobre la identidad leonesa. No es consciente de que es presidente de la Diputación de León y entre sus apéndices tiene un organismo que le llama Instituto Leonés de Cultura, comandado por sus socios de la UPL, cuyos diputados son prudentes, bien domados. Fuera del Palacio de los Guzmanes hace mucho frío. No le queda un periodista y un medio con el que meterse a Courel, que no se dio cuenta que tenía cargado el X, antiguo Twitter, cuando se apuntó al pie. Acabará mancándose el pobre. Porque sea como sea, y por mucho que Luis Mariano Santos intente contemporizar, el alboroto organizado por los socialistas contra el sentimiento leonés le va a obligar a adoptar medidas disciplinarias en Diputación contra sus socios. Faltan meses para las autonómicas y el duelo de los leonesistas por la afrenta de Carlos Martínez sólo será creíble si tiene consecuencias. Y la consecuencia es la ruptura del matrimonio que mantiene con el PSOE para que Courel gobierne la Diputación leonesa. No le va a quedar más remedio a Luis Mariano si no quiere que le pasen por el morro que sus lágrimas y lamentos por la identidad despreciada son de cocodrilo, y los rugidos no son de León, sino de un partido gripado, que elige Diputación sin honra a identidad sin Diputación. Está obligado a dar un zarpazo. Mientras, Courel puede seguir dando a la tecla del móvil en X hasta que se dé cuenta que la X en riesgo es él.

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