LA SOLANA
Las llamas sin humo de todo el año
LA ESPAÑA rural, o la vaciada, como prefieran, vuelve a estar estos días en el objetivo de todos los medios nacionales. Las llamas que arrasan montes en Castilla y León, Galicia o Extremadura inundan las portadas de prensa, radio y televisión y el mundo urbano aprovecha para fijarse una vez más, quizá sin recordar lo que vio la última vez, en el mundo rural y en algunos de sus problemas. Al analizar la tragedia provocada por el fuego, los urbanitas volvemos descubrir que los pueblos se van quedando desiertos, que cada vez hay menos ganado que elimine parte del combustible que arde estos días, que no hay gente para vigilar lo que sucede en la naturaleza, que no hay medios… Está bien que, aunque sea por la desgracia de los incendios de agosto, se plasme en los noticiarios un poco de lo que sucede en el mundo rural. Pero pasará agosto, se apagarán los rescoldos y retornarán las noticias habituales que se marcharon de vacaciones junto con los que retornaron por unos días al pueblo y todo volverá a la normalidad. Casi nadie recordará eso de que hay que apagar los incendios en invierno, que también se podía enunciar como que hay que atender los problemas del mundo rural y de la despoblación durante todo el año. Si fuera real eso de que se pretenden más medios para regenerar la calcinada demografía de territorios como Soria, las excepcionales ayudas al funcionamiento de las empresas que permitió la Unión Europea para Soria, Cuenca y Teruel por tener menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado estarían en marcha en su nivel máximo y no en el mínimo que se puso para cubrir el expediente. Eso tuvo su relevancia en un incendio político electoral, debido a que hubo inesperados focos en provincias con pocos representantes que podían ser decisivas y por el surgimiento de movimientos políticos locales con intento incluido de proyecto nacional. Eso, de momento, pasó, como pasará este agosto y volverán los otros incendios habituales que sufre el mundo rural y que no se ven porque son llamas sin humo. Se cerrará otra oficina bancaria y se deberá buscar, localmente, la forma de que los que viven en los pueblos puedan conseguir dinero en efectivo. Seguirá el trabajo, sin humo que se vea en el ámbito nacional, para que se abran establecimientos multiservicio en los pueblos, incluso se continuará poniendo dinero público para que haya bares que permitan la convivencia. O se intentarán aprovechar las nuevas tecnologías creando taquillas inteligentes para que lleguen a los vecinos, sobre todo a los mas mayores, productos no perecederos de un supermercado que hace mucho tiempo que no tienen. En fin, que se seguirá luchando contra ese otro fuego constante que no se produce en agosto pero que también es muchas veces trágico en los pueblos, aunque no provoque el humo de los forestales de estos días. Pero el origen de unos y otros incendios, los de agosto y los del resto del año, es el mismo y también en invierno hay fuegos que parecen inextinguibles.