Diario de Castilla y León
Javier Teira, Juan García Gallardo y Ana Rosa Hernando

Javier Teira, Juan García Gallardo y Ana Rosa Hernando

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LO CIERTO ES que Juan García Gallardo nunca se sintió cómodo en su escaño de la oposición tras haber alcanzado los cielos de la vicepresidencia de la Junta por obra y gracia de Abascal. Conseguir un título recién llegado a la cancha y sin esfuerzo ni trayectoria alberga vértigos. Gallardo se dejó llevar por los abismos del poder temprano, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo. El abandono de la Junta le fue desdibujando un perfil acostumbrado a ser noticiable, rodeado de micrófonos y lamebotas. Al menos estuvo tan a disgusto en la oposición como la dirección nacional con él. Disgusto que fue acrecentándose en su grupo. Pasar de la oposición al gobierno es de agrado por naturaleza. A la inversa no hay quien lo digiera. Ningún pobre se niega a ser rico. Pero no hay rico que acepte la pobreza. Gallardo en esta ocasión no se ha dejado tentar ni por los impulsos ni por la vehemencia que en gran medida guió su primera etapa política. En esta ocasión ha optado por servir la venganza fría, en una mañana de San Blas, la venganza verás. Gallardo se resistió a expulsar a los rebeldes sin causa. Se resistió y mucho. Tanto que antes de estampar su firma en la expulsión la ha estampado en su dimisión. Plato frío. Medido y meditado, con guarnición de recados para la oligarquía de VOX de la que él era parte, pero no le dejaban ser juez. Con su silencio, su carta de despedida y su renuncia se autoinculpa. Estaba en el ajo de la rebelión. Inhabilitado para avalar la expulsión de Teira y Hernando, dos iluminados en busca de la democracia perdida. Estos que dicen que VOX es una estafa piramidal. De ser así ,ellos serían los ‘primos’ del timo de la estampita. Aunque en estos tres años sólo les han colado billetes de curso legal por parasitar en el chiringuito Cortes. Gallardo los deja en evidencia. Sin ser Leónidas, ha dimitido y enseña el desfiladero de las Termópilas a los otros dos ¿Estamos a Termópilas o a poltronas? Continuará.

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