Episodio 2. ‘Alfonso rueda’

Conversaciones telefónicas con Moncloa. Primera temporada. Episodio 2. «Alfonso rueda». Ring, ring, ring. Suena el teléfono en el dormitorio de Pedro Sánchez. Coge el aparato el adormecido presidente. «Joder, Alfonso, que sobresalto, qué pasa, no son horas». Al otro lado de la línea. «Coño, Pedro, son las once, vas a la cama antes que las gallinas». Pedro: «·Sí, hombre, pero es que ahora duermo a pierna suelta. Sin el coletas esto es como si te metieras una caja de lexatin al día». Responde Mañueco: «Será la conciencia, también, que la tienes como una patena. Es lo que tiene ser coherente y donde dijiste cárcel dices amnistía». «A saber, Alfonso. Coño, que me he metido en la cama con el plumas de Joma que llevé a Davos. Ya decía yo: o está muy alta la calefacción o lo que arregla el cambio climático. Bueno, dime», espeta Sánchez tras un bostezo. «Te lo abrevio. Di a Tudanca que no viene el lobo, que lo tenéis sobreprotegido por encima de vuestras posibilidades. Al lobo, digo, no a Tudanca, que se ha quedado gripado con la incógnita». «O sea, que no te haces un Alfonso Rueda, Alfonso». «Las coges al vuelo, bribón. Si es que contigo me entiendo a las mil maravillas». «Hombre. Alfonso, ya sabes que soy un tío de palabra. Y cuando digo algo va a misa, del gallo. Pues es un alivio. Te agradezco la cortesía electoral, porque otro estacazo en Castilla y León no me viene bien ahora que me van a medir las costillas en Galicia y las europeas, y menuda llorera otra vez». «Estamos para ayudar, Pedro. Aquí dicen que Alfonso rueda sin curvas. Alfonso rueda este año, y el próximo, allá por verano, con las urnas en la mano,  lo que llaman adelanto técnico». «Estoy que me caigo, Alfonso, de tanto amnistiar. Te voy a dejar y voy a quitarme el Joma. Abrazo. Llama cuando quieras». «Otro para ti, campeón. Y no cambies. No cambies de candidato en Castilla y León. Como amigo te lo digo». Cada jueves, o así, un nuevo capítulo en su plataforma amiga, Regaleflix.