Diario de Castilla y León

Mañana finaliza en Castilla y León la temporada truchera

La normativa vigente permitirá que la campaña lúdico y deportiva siga abierta hasta el 15 de octubre en algunos tramos y aguas regionales

El pescador palentino Eleuterio Antolín, en el AREC de Alar de Rey. L. FUENTE

El pescador palentino Eleuterio Antolín, en el AREC de Alar de Rey. L. FUENTE

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Leonardo de la Fuente

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La temporada de pesca de truchas concluirá con carácter general este sábado día 30 en Castilla y León, aunque la normativa vigente permitirá que la campaña lúdico deportiva de pesca de la trucha siga abierta hasta el día 15 de octubre en algunos tramos y aguas regionales, de acuerdo a las excepciones incluidas en los apartados 1.º y 2.º de las disposiciones específicas para la pesca en cada provincia contenidas en el anexo de la orden anual de pesca.

Orientativamente y como viene sucediendo desde hace años, la campaña truchera quedará cerrada en los ríos que no están regulados por pantanos, y así por ejemplo, se podrá seguir pescando en cotos de pesca, escenarios deportivo-sociales y masas de agua en régimen especial, según su plan de pesca aprobado mediante la Orden FYM/1383/2018, haciéndose por ello imprescindible dar un concienzudo repaso a la normativa anual antes de incurrir en alguna irregularidad que pudiera ser objeto de sanción.

Por supuesto se podrá seguir pescando tanto en aguas libres trucheras, como en aguas libres no trucheras, estando el aficionado obligado a devolver vivas al agua y en perfecto estado cualquier trucha que logrará en estos lugares autorizados. La temporada truchera ha resultado muy entretenida para los cañistas regionales, y también para todos cuántos llegan a nuestra Comunidad en busca de las afamadas pintonas. En esta ocasión, y desde la primavera, los ríos mantuvieron un caudal bastante aceptable para la pesca y así, tanto los pescadores de lance ligero, con sus cucharillas, devones y moscas ahogadas o a la leonesa, como los practicantes de la pesca con el sedal pesado o a látigo, disfrutaron de buenas pescatas.

Según los datos consultados por este diario, muchos aficionados aseguran que la pesca en la Comunidad, en cuanto al número de peces que se ven en los ríos, va clarísimamente al alza desde que se declaró a la trucha como especie de especial preferencia. En las aguas libres el número de capturas quedó reducido hace años a cero ejemplares, y esto se está notando en muchos ríos donde no es infrecuente «llevar a la mano» una docena de truchas en las aguas libres donde antes capturar un ejemplar costaba Dios y ayuda.

«Ciertamente se está pescando cada vez mejor en estas aguas libres, pero también es verdad que la vigilancia deja mucho que desear pues son pocos los aficionados que vemos a la guardería cuando disfrutamos de jornadas de pesca en estos tramos que precisan de una especial vigilancia. Se sabe a ciencia cierta que hay aficionados «llenacestas» que teniendo la posibilidad de llevarse de forma gratuita dos truchas en las Aguas en Régimen Especial Controlado que la Junta de Castilla y León mantiene en la Comunidad, muchos pescadores solicitan estos lugares, donde obviamente no es difícil llevarse dos truchas a casa, pero si el día viene mal dado no dudan en ir a pescar a las aguas libres, donde hay más truchas, para llevarse de forma ilegal esos dos ejemplares que tendrían que haber pescado en los AREC y que finalmente se llevan de forma ilícita de las aguas libres que la mayoría de los aficionados respetamos y donde las capturas son cero ejemplares», señaló a este diario José Salazar, pescador palentino de reconocido prestigio y conocedor a la perfección de los ríos de esta provincia.

El aficionado debe saber que existe todavía la posibilidad de lograr cotos de pesca sobrantes y AREC mediante una llamada telefónica al 012 o al 983 327 850 preguntando por la disponibilidad de estos lugares que, curiosamente son muy demandados a partir de estas fechas, porque es una de las mejores épocas del año para la pesca. Las truchas comienzan a partir de ahora el periodo de alimentación para coger grasas suficientes para el invierno, convirtiéndose algunos jornadas de esta época, en la que los ríos soportan menos presión piscícola en jornadas para recuerdo, con multitud de cebadas y con truchas que suelen tomar los distintos señuelos muchos más confiadas de lo que han venido haciendo a lo largo de la campaña.

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