Un proyecto pionero de secado de pulpa permite a ACOR liderar el ahorro energético en Castilla y León

La cooperativa ACOR ha convertido en dinero la recuperación de un uso milenario: la vuelta al secado al sol y al viento de la pulpa de remolacha. Tanta es la energía ahorrada que se puede comparar al consumo de la ciudad de Soria durante un año, y lo que es igual de importante: lo ha monetizado a través de un acuerdo con Repsol, lo ha convertido en dinero, de tal forma que redundará en recursos financieros propios y, a la postre, en ahorro para todos los remolacheros socios. La Cooperativa ha explicado todo esto durante una visita a las instalaciones, en la mañana de este viernes, de la consejera de Industria y el responsable de Repsol, junto al presidente de Acor, que hizo las veces de anfitrión.

La entidad destacó que la molturadora ya ha recibido 65.000 toneladas de raíz de remolacha en lo que va de campaña, con una riqueza de 17,5 grados, uno más que el año anterior, con un descuento del 6% aunque «se elevará con las lluvias». La factoría se enfrenta así a una campaña que la entidad califica de «normal» después de dos pasadas campañas que fueron «malas o muy malas». Se trata de una «normalización» que supone una «buena noticia y «tranquilizadoras para el remolachero».

ACOR ha obtenido el reconocimiento a la mayor actuación de ahorro energético en Castilla y León, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, según explica la cooperativa en un comunicado. En una actuación verificada por AENOR, en total, ha recibido el dictamen favorable para la emisión de 155.972.050 Certificados de Ahorro Energético (CAE), equivalente al consumo energético anual de todos los hogares de la ciudad de Soria.

Esta inscripción se debe al innovador proyecto de secado de pulpa al sol implantado en su fábrica azucarera. Una práctica innovadora en estos tiempos pero, paradójicamente, de un uso ancestral en tiempos pasados. Ha permitido reducir de forma notable el consumo de gas natural y las emisiones de CO₂ asociadas a la producción.

Los Certificados de Ahorro Energético (CAE) son un instrumento oficial que acredita los ahorros de energía final logrados mediante actuaciones de eficiencia energética. Cada CAE equivale a 1 kilovatio-hora ahorrado en el periodo de un año, y estos certificados pueden monetizarse en el mercado.

En este caso, Repsol a través de su Oficina CAE, ha prestado el servicio integral de asesoramiento energético que ha concluido con la conversión de los ahorros en CAEs, que finalmente ha adquirido.

«Este reconocimiento demuestra que la eficiencia energética puede ser una fuente de valor real. Apostar por la innovación, por consumir menos y mejor, nos hace más competitivos y sostenibles. Reforzando nuestra Cooperativa y a nuestros Socios», ha subrayado Jesús Posadas, el presidente de ACOR.

Por su parte, Lucas Angelini, director de Eficiencia Energética de Repsol, señaló: «La colaboración con ACOR en este proyecto refleja cómo la eficiencia energética puede convertirse en una palanca de transformación industrial. Desde Repsol, seguimos trabajando con la cooperativa en nuevas actuaciones que refuercen su liderazgo. Este tipo de iniciativas son fundamentales para avanzar hacia una economía más descarbonizada, competitiva y comprometida con el entorno».

El proyecto de secado de pulpa al sol sustituye parte el proceso térmico tradicional por un sistema que aprovecha el poder desecante del viento y la radiación solar para eliminar parte de la humedad de la pulpa de remolacha. Esta tecnología permite reducir costes energéticos, emisiones de CO2 y generar ingresos adicionales a través de la venta de los CAE.

José Luis Domínguez, director general de ACOR, destacó, por su parte: «Debemos sentirnos orgullosos de la política energética de la cooperativa. Gracias a los recursos que genera nuestra propia industria, podremos seguir invirtiendo en eficiencia y, al mismo tiempo, ser más competitivos frente a Europa. Además, estas inversiones contribuyen a crear empleo estable y de calidad en el medio rural».

Con este logro, ACOR se consolida como referente nacional en eficiencia energética y sostenibilidad industrial, avanzando en su compromiso con la transición energética y la mejora continua de sus procesos productivos.

El valor de las Cooperativas

El anuncio de este reconocimiento tuvo lugar durante la visita que la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, realizó a las instalaciones de ACOR en Olmedo, donde pudo conocer de primera mano todo el proceso de extracción, refinado y envasado del azúcar. Durante el recorrido, la consejera subrayó el valor estratégico de las cooperativas en la economía regional, especialmente en un año en el que estas entidades celebran su relevancia y aportación al desarrollo sostenible. García destacó que las cooperativas no solo generan empleo estable y de calidad, sino que además fomentan la cohesión social, impulsan la innovación y garantizan la fijación de población en el medio rural.

Más de 3.500 socios

La Cooperativa ACOR, fundada en 1962 y con sede en Olmedo (Valladolid), agrupa a más de 3.500 socios agricultores y desarrolla su actividad en las áreas de producción, transformación y comercialización de remolacha azucarera, aceites y harinas vegetales. Comprometida con la innovación y la sostenibilidad, ACOR trabaja para mejorar la eficiencia de sus procesos industriales y reforzar el valor que aporta al conjunto de sus socios y al entorno rural de Castilla y León.

Por su parte, Repsol es una compañía multienergética capaz de satisfacer todas las necesidades energéticas de sus clientes, tanto en el hogar como en la movilidad. La compañía cuenta con 25.000 empleados en más de 20 países y atiende a 24 millones de clientes. Está transformando sus complejos industriales en la Península Ibérica en centros multienergéticos capaces de procesar una amplia variedad de materias primas y materiales residuales. Estos se utilizarán para producir productos bajos en carbono, como los combustibles 100% renovables.