Urcacyl, ejemplo de buenas prácticas para Cooperativas Agroalimentarias
La organización nacional pone sobre el tapete el programa de jornadas de puertas abiertas de la Unión Regional de Cooperativas de Castilla y León
Dehesa Grande en Vitigudino (Salamanca), próximo destino de las Jornadas de Puertas Abiertas
El cooperativismo agroalimentario de Castilla y León como modelo. Así lo ha visto la organización que representa al sector en el marco nacional, Cooperativas Agroalimentarias de España, integrada por las federaciones y uniones regionales de cooperativas que ejercen su actividad representativa y de prestación de servicios en el ámbito de cada Comunidad Autónoma.
En su última publicación, con el título Catálogo de Buenas Prácticas para el Fomento del Relevo Generacional y la Movilización de Tierras, la organización pone a Urcacyl como ejemplo de buenas prácticas, concretamente en el ámbito de la transparencia y en los programas para atraer a jóvenes al sector.
«Una de las necesidades detectadas a la hora de atraer jóvenes al sector cooperativo proviene de la falta de conocimiento e imagen positiva sobre el modelo cooperativo y sobre el papel crucial que desempeñan», explica la nueva publicación. «Dentro de esta tipología de buenas prácticas, podemos destacar las Jornadas de Puertas Abiertas que desarrollan diferentes cooperativas de Castilla y León, de manera coordinad, gracias a la Unión Regional de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla y León, Urcacyl».
«Las Jornadas de Puertas Abiertas, que están dentro del programa de fomento y divulgación del cooperativismo a la sociedad, pretenden dar a conocer, especialmente al público urbanita, el trabajo de agricultores y ganaderos, así como la labor que realizan sus cooperativas y su diferenciación con otro tipo de sociedades, evidenciando el compromiso con la calidad, trazabilidad y seguridad alimentarias y el uso de la tecnología en los procesos de producción de alimentos», añade el documento.
«De esta manera, también se busca animar a todas las personas que asisten a estas jornadas a consumir y reconocer las marcas de los productos cooperativos y a valorar el impacto socioeconómico que generan en sus socios y en su entorno rural. Todas estas acciones también generan un mejor conocimiento e imagen de las propias cooperativas entre los propios socios, que se convierten en prescriptores de las mismas hacia otros y hace que sean también más atractivas para los jóvenes del entorno».
Durante el IX Congreso de Cooperativas Agroalimentarias de España se presentó el Catálogo de Buenas Prácticas para el Fomento del Relevo Generacional y la Movilización de Tierras. Esta publicación recoge ideas y experiencias reales que permiten a las cooperativas actuar como agentes clave en la incorporación de jóvenes al campo y la dinamización del uso de la tierra. El documento destaca servicios específicos –como apoyo técnico, jurídico o financiero– y propone modelos de gestión innovadores, como la producción conjunta o el alquiler solidario de tierras, adaptados a las necesidades locales, según explicaron desde Cooperativas Agroalimentarias de España en un comunicado.
Este catálogo es un documento estratégico fruto del trabajo colaborativo del grupo de Jóvenes de Cooperativas Agro-alimentarias de España. La iniciativa surgió como una herramienta inspiradora para que las cooperativas de todo el país implementen soluciones adaptadas a sus respectivos contextos territoriales y sociales, con el objetivo de afrontar uno de los grandes retos del sector agroalimentario: la incorporación de jóvenes y la movilización de tierras.
El catálogo recoge una amplia batería de propuestas que refuerzan el papel de las cooperativas como actores clave para superar barreras estructurales que dificultan la retención y atracción de jóvenes al campo. Además, se recoge una serie de iniciativas orientadas a fomentar la movilización de tierras desde el ámbito cooperativo.
Estas van desde la mediación en el alquiler de tierras –que luego pueden ser subarrendadas a socios– hasta modelos más avanzados que incluyen la aportación de inversión, asesoramiento técnico y comercialización por parte de la cooperativa. También se exploran experiencias de gestión colectiva como las cooperativas de explotación conjunta de tierras o de trabajo asociado, que abren nuevas vías para una agricultura más colaborativa y sostenible.