BURGOS
«El precio de la leche de vaca se recuperará este año»
Explotación Agrícola Ventosilla compagina su actividad agrícola con 425 vacas de ordeño y 425 novillas
Juan Pablo Ruipérez es, desde hace un año, el gerente de la Explotación Agrícola Ventosilla, la finca agrícola y ganadera más grande de España al norte de Madrid. Con cerca de 3.000 hectáreas de extensión, compaginan, entre otras, 500 hectáreas de regadío, 500 de secano, 700 de pasto, 500 de arbolado y 525 de viñedo, que gestiona la Bodega PradoRey. Además, cuentan con un coto de caza y tres explotaciones ganaderas: una de 425 vacas de ordeño, que dan 18.000 litros de leche al día, más 425 novillas; un cebadero de terneros, con 220 plazas, y 2.000 ovejas de raza churra, que dedican en exclusividad a la crianza de lechazos. «Aunque el precio de la leche está un poco más bajo que el año pasado, las perspectivas apuntan a que este año 2025 se recuperará de nuevo y volveremos a un precio razonable».
En su caso, organizan la cabaña vacuna en cuatro lotes, diferenciando alta, baja y media producción, más un lote de novillas de primer parto. «Buscamos hacer, sobre todo, lotes homogéneos de producción de leche para que no haya problemas de competencia o jerarquía a la hora de comer», explica.
El proceso es sencillo. Al nacer, los machos y hembras toman leche artificial. Tras el destete, a los dos meses de vida, los machos van al cebadero, y las novillas siguen su desarrollo en la finca. A los 13 meses, son inseminadas de forma artificial. «Tras 9 meses de gestación, paren y empiezan a producir leche», señala. A los tres meses de parir, se inseminan de nuevo y se siguen ordeñando durante los 7 meses siguientes de gestación. «Se secan, es decir, dejan de producir leche, en el octavo y noveno mes de gestación, recuperándose durante esos dos meses para la siguiente lactación».
En el impasse, las vacas pasan al aire libre, entre encinas, donde sus necesidades cambian por completo. «Pasamos de los 26 kilos de materia seca al día en la época de producción a 12, cuando están secas, y lo mismo ocurre con el nivel de proteína, que pasa de un 16 % a un 12 %», detalla el ingeniero agrónomo.
Salvo el pienso, que compran a una fábrica, el resto de la alimentación se surte de la propia finca, con la base forrajera de ensilado de maíz y la alfalfa, tanto en heno (seca) como en silo, y un forraje de primavera también ensilado.
A la hora de llegar al mercado, casi toda la producción láctea la venden a la vecina central lechera Pascual. Solo reservan, con marca propia Ventosilla, 300.000 litros de leche al año, pasteurizada y envasada, que venden en supermercados, cafeterías, restaurantes, obradores y tiendas de alimentación de Aranda de Duero y alrededores, y de Burgos.
Por lo demás, las vacas «tienen una vida útil media de 5 años, que da para casi tres lactaciones». Paren solas. Para ello, seleccionan «muy bien» el semen artificial, que llega congelado, para que no salgan crías muy grandes. «Ordeñamos tres veces al día», detalla el responsable de esta explotación ganadera, que emplea a 15 trabajadores en las vacas y 37 en total en toda la explotación.
En el plano agrícola, el año ha sido muy bueno, tanto en secano, con cebada, trigo y centeno, como en regadío, con maíz, alfalfa y remolacha, principalmente. «En primavera llovió mucho y bien, y eso se ha notado en una muy buena producción», afirma, a sabiendas de que, aunque haya caído mucha agua, «tiene que seguir lloviendo para que se recuperen los acuíferos». «En la finca tenemos 14 pívots para el riego, y las 525 hectáreas de viñedo cuentan con riego por goteo».
Aunque comparten espacio con el coto de caza, no suelen tener problemas con los animales. «El jabalí puede hacer algo de daño, sobre todo cuando sembramos maíz, hasta que el cultivo alcanza los 12 centímetros, pero el resto no suele causar estragos. En el viñedo, este año, lo que sí nos hizo daño fueron las cuatro heladas que cayeron y el posterior pedrisco, pero el resto de cultivos aguantaron muy bien».
Con el año cerrado, Juan Pablo prepara la siguiente cosecha. «En regadío seguiremos con la alfalfa y, luego, en primavera, sembraremos el maíz y la remolacha».