COOPERATIVAS
Castilla y León abre el ‘Año de las Cooperativas’ con una facturación de 4.000 millones de euros
Los últimos datos del Observatorio de Urcacyl señalan un volumen de negocio de 3.962 millones en el pasado ejercicio que proceden de explotaciones familiares de sus 35.760 socios
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el próximo ejercicio, 2025, Año Internacional de las Cooperativas, en una resolución aprobada por la Asamblea General el pasado 19 de junio. Castilla y León afronta la efeméride inmersa en una tendencia de crecimiento de estas entidades, más en concreto en lo que se refiere al sector agroalimentario.
Así, los datos del último estudio de la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl) apuntan a una facturación en alza que rozó los 4.000 millones de euros en 2023. Se trata del Observatorio socioeconómico del cooperativismo (Oscae) realizado por la entidad, con datos «especialmente satisfactorios, en cuanto a crecimiento económico social y laboral», apunta Urcacyl. En concreto, sumaron una
facturación de 3.962 millones de euros, procedentes de las explotaciones familiares de sus 35.760 socios, todos ellos de Castilla y León. Las cooperativas de Castilla y León tuvieron, así, un volumen de negocio un 2,6% superior al ejercicio anterior. Destacaron las cooperativas de cultivos herbáceos, que facturaron 1.077 millones de euros; las de alimentación animal, con 678,6 millones de euros y las de suministros con 717 millones.
Por provincias, la de mayor facturación cooperativa fue Zamora, con 678,9 millones de euros, seguida de Valladolid con 715,4 millones de euros y Palencia con 642 millones de euros, siempre según los datos del Observatorio de Urcacyl. En el estudio se observa que el número de socios pertenecientes a las distintas cooperativas autonómicas es de 35.670, y hay que tener en cuenta que muchos de ellos participan en varias cooperativas de diferentes sectores. Eso sí, el número de socios va descendiendo paulatinamente en la medida que se reducen las explotaciones agropecuarias de la región, pero su actividad cooperativizada va creciendo, explicó la misma fuente en un comunicado. Las entidades anotaron un volumen de negocio un 2,6% superior al del año anterior.
De estos socios el 79,9% son varones y el 20,1% mujeres, «reflejo de lo que sucede en el campo». Por otro lado, el 89,7% de estos agricultores y ganaderos son mayores de 40 años y el 10,3% menores de esa edad. «Hay relevo generacional pero escaso; si bien es cierto que quienes se incorporan a las cooperativas lo hacen con explotaciones de más hectáreas o con un mayor volumen de cabezas de ganado», explican desde Urcacyl.
En lo que se refiere al número de trabajadores en las cooperativas agroalimentarias, se cifra en 4.037 directos, a los que habría que sumar varios miles más en transportes, mantenimiento y servicios. «Destaca el grado de profesionalización de estos trabajadores y el hecho de que un 8,2% de los mismos sean titulados superiores en ingeniería y veterinaria, lo que pone de manifiesto el esfuerzo realizado por las cooperativas en prestación de servicios a sus socios con técnicos de campo y de granja», apuntan desde Urcacyl.
Con motivo del 25 aniversario de La Revista Urcacyl, la entidad celebró un evento en el que analizó los datos del cooperativismo del año 2000 y los que hay en vísperas del 2025. «La comparativa resulta más que interesante», apuntaron los responsables de la Unión Regional de Cooperativas. «En el año 2000 tenía el cooperativismo global de Castilla y León, una facturación de 865 millones de euros, frente a los 3.962 millones de euros de la actualidad. Ha cuadriplicado con creces su volumen de negocio», añaden.
A principios del nuevo siglo las Cooperativas de Castilla y León registraban 51.000 socios agricultores y ganaderos. Actualmente hay 35.670 socios. Así, en los últimos 25 años se ha reducido el número de socios en un 30%, siguiendo la tendencia que se ha producido en todo el sector agropecuario en cuanto a número de explotaciones. Sin embargo, los socios integrados en las cooperativas, en ese periodo de tiempo muestran una mayor productividad, ya que han pasado de una media de su actividad con la cooperativa de 16.960 euros en el año 2000 a 110.073 euros en el último ejercicio. En el caso del número de empleados de las cooperativas de las nueve provincias, en el año 2000 contaban con 1.450 trabajadores y ahora disponen de 4.037 con un alto porcentaje de titulados superiores.
«¿Qué es lo que ha permitido este crecimiento en actividad económica, en trasformación de productos y en profesionalización, cuando estamos viendo que el número de cooperativas también se reduce año tras año?», apuntan desde Urcacyl. La entidad considera que en este periodo de tiempo «las cooperativas se han profesionalizado, han diversificado sus actividades y servicios hacia los socios y muchas de ellas han iniciado la transformación de sus productos, han incorporado innovación y nuevas tecnologías y mejorado la formación de los socios, lo que les ha permitido un crecimiento continuo».
INNOVACIÓN
«A ello ha contribuido la incorporación y el crecimiento, entre los socios y entre las cooperativas, de la innovación y de las nuevas tecnologías, que han permitido a aquellos obtener mayores producciones por hectárea y por cabeza de ganado, y a éstas iniciar nuevas actividades, abrir nuevos mercados, prestar servicios diferenciados a sus socios y abordar procesos de transformación de sus productos», explican desde la Unión Regional de Cooperativas. «Todo ello les ha permitido ser más eficientes a nivel económico, social y medioambiental».
El crecimiento también ha sido consecuencia de una mayor formación reglada en los estudios de los socios y de la participación en una formación continua que se les ha ido ofreciendo, por sus cooperativas, muchas veces con la colaboración de Urcacyl. Cabe señalar que en este periodo que se analiza, Urcacyl impartió una media de 52 cursos anuales, con una presencia media cada año de 1.674 alumnos. Los socios han evolucionado de una media de
actividad de 16.960 euros en 2000 a 110.073. En paralelo, el número de socios ha mermado un 30% pero registran mayor productividad.
La facturación delas cooperativas agroalimentarias de la región se ha cuadruplicado en los últimos 25 años. Innovación, formación, diversificación y tecnologías han mejorado la eficiencia.
También en este crecimiento, «han influido algunas políticas propiciatorias del cooperativismo, realizadas desde la administración», apunta la entidad. «Las ayudas de las antiguas APAS, las Ayudas de OPs y OPFH, las Ayudas a las Entidades Asociativas Prioritarias y sobre todo las ayudas al cooperativismo, que en el año 2000 superaban los tres millones de euros, y a través de las mismas se propiciaron la contratación de personal técnico, la implantación de sistemas informáticos, la realización de auditorías y análisis de inversiones, la edición de catálogos y material promocional, la incorporación de socios a las cooperativas, etcétera». Durante su intervención en el 25 aniversario de la publicación de Urcacyl el presidente de la entidad, Fernando Antúnez, recordó este incremento en la facturación de los últimos 25 años y aseguró que las cooperativas «han diversificado sus actividades y servicios y muchas de ellas han iniciado la transformación de sus producciones».
«Tenemos un sector con menos explotaciones, pero éstas tienen bastante mayor dimensión y tenemos cooperativas con muchos menos socios, pero con mucha mayor facturación», puntualizó Antúnez, quien incidió también en el incremento y la mayor profesionalización de los trabajadores de las cooperativas; en la incorporación y el crecimiento entre los socios y entre las propias entidades de la innovación y de las nuevas tecnologías; y en la mejora en la formación de los profesionales. Por su parte el director de Urcacyl, Jerónimo Lozano, expuso las claves del Plan Estratégico del Cooperativismo Agroalimentario 2024-27. Subrayó las cinco prioridades de esta hoja ruta: fortalecer la cultura cooperativa, trabajar en innovación y transformación digital, dar mayor relevancia socioeconómica al cooperativismo, ser más competitivo, generar mayor valor añadido y, por último, captar y retener talento cooperativo.
RETOS
Lozano continuó: «Estos cinco retos están contemplados en 44 medidas. Son metas que nos hemos marcado y que tenemos que perseguir, aunque alguna de ellas no logremos alcanzar. De estas medidas, 27 dependen de Urcacyl y de sus cooperativas, y 17 de la propia Administración. Y algunas de ellas se han reflejado ya en la convocatoria de ayudas al cooperativismo de este año».
El director de Urcacyl detalló las medidas previstas en cada apartado, entre las que mencionó la organización de jornadas de puertas abiertas, la creación de grupos de jóvenes en las cooperativas, la elaboración de planes estratégicos, la contratación de personal técnico y de comunicación, la incorporación de nuevos socios tanto en cooperativas agroalimentarias como en las de explotación comunitaria de la tierra y la formación en materias de innovación, comercialización, gestión, habilidades directivas y negociación para técnicos y nuevos miembros de Consejo Rectores,
Para terminar, se refirió a la nueva marca a nivel nacional Producto Cooperativo, para pronacional de las Cooperativas 2025 de las Naciones Unidas.
Más de 3.000 delegados de más de 100 países se reunieron en la capital india para poner de manifiesto cómo las cooperativas crean prosperidad en todo el mundo. En el discurso inaugural, el presidente de la ACI, el argentino Ariel Guarco, destacó que vivimos en un «momento complejo» como humanidad, y recordó que retos como la guerra, las dificultades económicas y los desastres naturales «pueden encontrar soluciones en las cooperativas».
En este evento mundial tuvo lugar la ceremonia oficial de lanzamiento del Año Internacional de las Cooperativas 2025, para destacar el papel fundamental que desempeñan las cooperativas en el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico. Es «una oportunidad para que mocionar los alimentos que elaboran las cooperativas agroalimentarias, ligándolos al sabor auténtico del campo y a los valores y principios diferenciadores de estas empresas, así como a su contribución a la eficiencia económica, social y medioambiental. Ya se han adherido al nuevo marchamo, hasta ahora, las cooperativas Acor, Cuatro Rayas, Dehesa Grande y Reina Kilama.
Con esta coyuntura como marco la capital de la India, Nueva Delhi, acogió del 25 al 30 de noviembre la Conferencia Internacional de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), un evento mundial que dio inicio a un año cuyo lema es ‘Las cooperativas construyen un mundo mejor’. En ese encuentro el movimiento cooperativo mundial dio el pistoletazo de salida oficial al Año Interel movimiento cooperativo mundial celebre durante todo un año su impacto y sus logros, al tiempo que planifica un futuro que genere prosperidad para todas las personas», apuntan desde Cooperativas Agroalimentarias de España.
VISIBILIDAD
«Durante los próximos 12 meses, la ACI trabajará para aumentar la visibilidad de las cooperativas y sensibilizar al público sobre su contribución al desarrollo sostenible; abogar por un entorno propicio y marcos jurídicos y políticos de apoyo para fortalecer su ecosistema empresarial; y promover el crecimiento y el desarrollo de las cooperativas a través de iniciativas de capacitación, intercambio de conocimientos y alianzas de colaboración», destacan desde Cooperativas Agroalimentarias. La ACI también está planeando una serie de actividades para inspirar a la juventud a unirse al movimiento en 2025.
El primer Año Internacional de las Cooperativas de la ONU se celebró en 2012. Permitió a las cooperativas de todo el mundo destacar sus contribuciones al desarrollo socioeconómico, en concreto su impacto sobre la reducción de la pobreza, la generación de empleo y la integración social. El pasado 14 de octubre, las entidades representativas del cooperativismo español prese taron en
el Congreso de los Diputados el Año Internacional de las Cooperativas, en un acto que presidió la máxima responsable de la Cámara Baja, Francina Armengol, y en el que intervinieron los máximos representantes de las organizaciones estatales de cooperativas. En este acto se dio lectura a un manifiesto que recoge las reivindicaciones que las unen a todas ellas.
«El actual es un momento propicio para las cooperativas. A nivel europeo y nacional se han aprobado en estos últimos años iniciativas y medidas que conforman un ‘ecosistema’ favorable para este modelo empresarial con avances como el Plan de Acción Europeo para la Economía Social de diciembre de 2021, el reconocimiento del Parlamento Europeo en 2022 de la importancia
de este modelo de empresa, la primera Resolución de la ONU sobre Economía Social de abril de 2023 que recogía y consagraba la definición de la Economía Social contenida en la resolución de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2022 y la Recomendación del Consejo de la UE de noviembre de 2023 sobre Economía Social, entre otros», destaca la entidad.
Estas medidas están contribuyendo a que las cooperativas «liberen todo su potencial, generen economías más competitivas y resilientes centradas en las personas, mejoren su situación socioeconómica, con especial atención a las mujeres, a las personas jóvenes y migrantes, favorezcan el desarrollo de proyectos en el territorio y construyan empresas más sostenibles y arraigadas en el ámbito local», concluye.