Diario de Castilla y León

Pantallas faciales made in León

Imatec produce 20.000 unidades diarias para aportar su «granito de arena» a la sociedad en la lucha contra el coronavirus / Su siguiente paso es exportar a Latinoamérica, Estados Unidos y Emiratos Árabes

Cajas de pantallas de protección individual para el Ministerio de Sanidad.

Cajas de pantallas de protección individual para el Ministerio de Sanidad.

Publicado por
Estibaliz Lera

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La tan denunciada falta de material sanitario activó ese sexto sentido que tienen los emprendedores. Era momento de pensar en cómo ayudar a los héroes de la pandemia . No había tiempo para lamentaciones. España estaba -y está- inmersa en una economía de guerra, así que esas personas que sacaron adelante su proyecto con solo una idea en un papel se pusieron a trabajar para reorientar su producción. 

Una de esas empresas fue la leonesa Imatec . Sin perder su esencia, el desarrollo y fabricación de piezas de plásticos, supo adaptarse a las circunstancias y, según apunta Óscar San Martín, director general adjunto de la compañía, aportar su «granito de arena» a la sociedad en la lucha contra el coronavirus. Su saber hacer en sectores como la construcción, iluminación, seguridad, automoción se encuentra ahora en pantallas faciales de protección individual. 

En este punto, matiza que cuentan con el marcado CE que garantiza que cumplen toda la normativa aplicable en la Unión Europea específica para la COVID-19. Productos made in Spain que, además de ayudar a proteger a distintos profesionales que las necesitan de forma urgente, como sanitarios y funcionarios de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, «contribuyen a mantener la estructura de empleo en empresas nacionales en estas últimas semanas a causa de esta crisis».

La producción diaria de Imatec es de 20.000 unidades. Para lograr esta cifra, el 80% de la plantilla se dedica a la fabricación de las pantallas de protección individual y el otro 20% sobre todo a packing destinado al sector agroalimentario. 

Un proyecto que, tal y como reconoce, se realizó contra reloj. «En un diseño de este tipo solemos invertir dos meses, pero lo hicimos en 10 días» , declara San Martín, quien subraya que trabajan 24 horas al día los siete días de la semana para poder llegar lo más lejos posible.

De momento, tienen un pedido de 200.000 pantallas para Sacyl, otras 200.000 para el Ministerio de Sanidad, a través de la Fundación Telefónica, y otras tantas para el Ministerio del Interior. También comenta que dentro de su estrategia de Responsabilidad Social Corporativa han donado más de 10.000 unidades a la Policía Local de León, la Comisaría de San Andrés del Rabanedo, la Diputación de León, la UME, el Hospital Universitario 12 de Octubre y otras instituciones públicas y centros hospitalarios de Castilla y León, Asturias y País Vasco. 

«Estamos realizando un extraordinario esfuerzo para contribuir de forma activa al autoabastecimiento de este tipo de productos a nivel nacional, algo de vital importancia como estamos viendo en estas fechas, donde el desabastecimiento en cada país hace que cada uno sea receloso de compartir la producción nacional con terceros», sostiene el director general adjunto de Imatec. 

El decreto del estado de alarma despertó esta nueva línea de producción, sin embargo, cuando todo termine no va a caer en el olvido. Todo lo contrario. Entre sus planes más inmediatos, confirma, está exportar pantallas faciales a Latinoamérica, Estados Unidos y Emiratos Árabes. De igual forma, San Martín adelanta que ya se está estudiando un nuevo modelo de este producto y un diseño de mascarillas de silicona. «Vamos a profundizar más en el sector sanitario para que no se vuelva a producir una situación de desabastecimiento como la que hemos tenido». 

La logística para fabricar este compañero que blinda a los sanitarios y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es «la misma» que tiene el desarrollo de una pieza destinada a un coche, a una herramienta de construcción o a un aparato de iluminación. De hecho, el personal de la empresa no ha tenido que realizar ningún tipo de formación. 

De Otero de las Dueñas salen cada día cientos de cajas con las pantallas que solo se diferencian en el color de la visera y de la goma ajustable. «Las customizamos para que se adapten a nuestros destinatarios», indica para, más tarde, añadir que cada parte -visera, visor transparente y goma ajustable- lleva un tipo de plástico. 

Para elegir el que mejor se adaptaba al uso que se iba a dar posteriormente tuvieron que embarcarse en un proceso de tres fases: diseño, desarrollo y ensayos. El paso más complicado fue la homologación. 

Expone que hay más empresas que se dedican a la inyección de plástico y particulares produciendo este tipo de artículos, si bien deja claro que solo existen dos en España con pantallas homologadas. En esta línea, puntualiza que con el producto que ofrecen los leoneses, los destinatarios pueden conocer su trazabilidad. Una trazabilidad donde participan todos los miembros de esta compañía con una plantilla formada por alrededor de 10 personas. 

Un número que sorprende por el volumen de negocio que tiene. «Podemos producir todo lo que hacemos porque estamos muy automatizados» , celebra San Martín, antes de presumir de que muchos de sus productos están en tiendas de iluminación de todo el mundo. Eso sí, la discreción es parte del negocio y no pueden desvelar el nombre de ninguno de sus clientes. 

La empresa nació en 2003 de la mano de Justino Luengos, fundador y CEO. Sus ganas de hacer realidad su sueño contribuyeron a crear un negocio que en sus inicios se dedicó a la fabricación de productos de plástico para el sector de la pesca deportiva. Poco a poco fue evolucionando y conquistando nuevas áreas como la automoción, construcción, alimentación, seguridad e iluminación. 

Ahora una pandemia ha hecho dar otra nueva vuelta de tuerca que irá mucho más allá. A las pantallas faciales de protección individual se sumarán las mascarillas y quién sabe si algo más. La bombilla del emprendedor siempre está encendida buscando nuevas ideas para brillar más fuerte.

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