MUXIVÉN (2.027 M.)
Un balcón natural sobre el Valle de Laciana
Una ruta muy montañera en el Santuario de la Biodiversidad Cantábrica

La cumbre del Muxiven, desde la localidad de Lumajo, con las últimas nieves del invierno
La provincia de León, tesoro de la Cordillera Cantábrica, nos invita a descubrir la comarca de Laciana, un edén montañoso donde las cumbres acarician los dos mil metros. Este paraíso natural, declarado Reserva de la Biosfera en 2003, nos regala hoy una ascensión al emblemático Pico Muxivén.
El nombre de nuestra cumbre del día, el Muxivén, ya evoca belleza. Para llegar a ella tendremos que llegar por la carretera que, desde Villaseca de Laciana, ascendiende por el valle de la Mozarra hacia el norte, hasta llegar a Lumajo. Una vez allí, la silueta curiosa de nuestra cumbre se alzará sobre los tejados como una promesa de vistas espectaculares.
Atravesaremos por entre las coquetas edificaciones de Lumajo en dirección norte, pasando junto a una fuente y un antiguo lavadero. Pronto acabaremos en una ancha pista que serpentea valle arriba, hacia el imponente Cornón. Sin embargo, nuestro camino no seguirá mucho tiempo por esta senda principal. Apenas trescientos metros después de cruzar un puente sobre el río, un desvío a la izquierda nos guiará hacia el oeste, en busca del cordal que une el Pico Rebezo (1.921 m.) con nuestro objetivo, el Muxivén.

Castilla y León
Mañueco y todos los consejeros asistirán a los funerales por el Papa Francisco en las diócesis de Castilla y León
Diario de Castilla y León | El Mundo
A medida que avanzamos, la pista se difumina, cediendo paso a un sendero donde los últimos vestigios de las nieves del invierno pueden ocultar el camino hacia el cordal. Nuestro rumbo nos dirige hacia la Laguna de las Borras (1.700 m), hoy casi colmatada, un punto de referencia en nuestro ascenso. Desde aquí, dos opciones se abren ante nosotros: ascender directamente al cordal por el collado al norte del Rebezo (manteniendo el rumbo oeste) o realizar un giro más amplio hacia el suroeste, bordeando la vertiente este del Rebezo para alcanzar el Collado de Bobia (1.776 m).
Una vez en el cordal, cruzaremos un sencillo cercado de alambre para progresar sobre la escasa nieve que cubre los bloques de cuarcita, dibujando la línea de cumbres hasta alcanzar el Muxivén Norte (2.023 m). Al llegar a esta primera cima, la panorámica nos revelará que la cumbre más alta, apenas cinco metros superior, se encuentra ligeramente separada hacia el sur.
El sendero hacia la cima principal, coronada por el buzón y el vértice geodésico, exigirá más atención que esfuerzo, discurriendo por una cresta sencilla pero que no permite distracciones. Desde la cima, la recompensa es inmensa: una visión de trescientos sesenta grados donde el pueblo de Lumajo se empequeñece a nuestros pies y las cumbres vecinas del Cornón nos saludan en la distancia.
El descenso, siguiendo el mismo itinerario, nos brindará una nueva perspectiva de los valles de Laciana y las montañas circundantes, permitiéndonos revivir la belleza de este rincón leonés que hoy hemos conquistado. El Muxivén, mucho más que una cumbre, es un balcón privilegiado sobre la esencia salvaje y encantadora de Laciana.
Ya de vuelta al coche, podremos aprovechar nuestra visita a esta zona, haciendo una parada en la Cascada de Lumajo, junto a la carretera por la que descenderemos en nuestro trayecto hacia Villaseca. Se trata de un precioso salto de aguas de aproximadamente unos veinte metros de altura, originado por el río Almuzarra que entre las rocas va en busca del río Sil, y que en estas fechas nos ofrece todo su esplendor.