El año de Salvueros

No es la primera vez que acapara titulares. Casi tres décadas de aciertos y premios avalan la trayectoria de esta bodega mucenteña . Pero esta vez ha sido el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el que le ha concedido el prestigioso Premio Alimentos de España en la categoría de los mejores vinos 2023. El artífice fue un Salvueros joven, un rosado de corte moderno, actual, que es un coctel de fruta, flor y golosina, muy fresco, vestido de rosa y fresa y que convenció a un jurado ajeno a tendencias y modas. Acertó de lleno.

Conozco esta bodega y a esta familia desde antes del inicio de la DO Cigales. La bodega tomó el nombre de su fundador Marcos Gómez , un viticultor de la localidad de Mucientes que pertenecía a una familia de elaboradores. Han pasado unas cuantas vendimias y sus hijos Raúl y Rafa están al frente de la bodega. Existe por lo tanto una raíz y un vínculo claro al terruño y, en especial, a Mucientes, un término municipal en el que se ha llevado a cabo en los últimos veinte años una verdadera revolución en todos los campos, en una viticultura profesional, con logros enológicos en muchos de sus vinos, y en el campo de unas bodegas bien gestionadas. Es aquí donde encajan los hermanos, hijos de Marcos Gómez y nietos de Raimundo. A ellos les correspondió abrir nuevos mercados, construir la nuevas instalaciones y racionalizar todo el bagaje heredado en viñedo. Dentro de siete cosechas la bodega cumplirá cien años.

Salvueros ha logrado posicionarse en todos los campos desde la gestión del viñedo y la elaboración de vinos al refrendo de un mercado que, a través de profesionales y prescriptores, ha conseguido centenares de menciones, medallas, premios, reconocimientos y comentarios muy favorables de la prensa especializada de vinos. La clave reside en la filosofía de esta familia. En la apuesta por el viñedo y la regularidad de sus cosechas salpicadas con nuevos retos enológicos que han sorprendido por sus registros sensoriales y su apuesta por la selección de variedades en su viñas. Los cepajes, los suelos, los rendimientos y el conjunto de prácticas culturales están en el cimiento de una bodega consolidada. A finales de los 90 apareció en el mercado la marca Salvueros, buque insignia y la punta de lanza de nuevos vinos. Raúl y Rafa afrontaron en el momento preciso el diseño de vinos rosados, modernos, frutales sujetos a los gustos de un mercado que demandaba cambios en el color, primarios con mucha fruta y flor y equilibrio en boca. Sus rosados Salvueros cada año mantienen el tipo y su personalidad ya es detectada por el consumidor. Pero con los mismos fundamentos enológicos la bodega apuesta por el blanco de uva verdejo, mantiene ese triunvirato varietal de tempranillo, verdejo y albillo en su rosados y logra seleccionar un casta muy valorada hoy, la uva tinta garnacha gris, con un componente de defensa y salvación del patrimonio genético de la viña en la propia DO Cigales. El rosario de aciertos y éxitos se traslada a la elaboración de tintos jóvenes con paso por roble y crianzas además de tinto muy frutal de maceración carbónica. 

Hoy Salvueros responde a unas producciones entorno a los 700.000 kilos de uva que se traducen en cerca de medio millón de vinos amparados por la DO, la mayor parte rosados. Éxito en su criterio en las viñas de diferentes pagos, con cepas con medias de edad de 50-60 años, nuevas plantaciones y la aportación de los diferentes suelos que en este territorio favorecen la diferenciación gracias a los terruños de arena, arcilla, caliza y cascajo. Una bodega que exporta, que está presente en mercado nacional, que recibe visitantes gracias a su apuesta por el enoturismo y que nos garantiza a los consumidores las tres razones para consumir sus vinos: raíz, criterio y diferenciación.