Diario de Castilla y León

De dar la hora a dar vida

Este médico segoviano firma un artículo en la revista ‘The Lancet’ tras haber detectado una arritmia mortal a un paciente con un reloj inteligente / Relata que el enfermo se encontraba realizando una prueba de esfuerzo cuando se dieron cuenta de que su corazón estaba sufriendo

El médico segoviano Andrés Provencio Regidor en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. - EL MUNDO

El médico segoviano Andrés Provencio Regidor en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. - EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Fantaseó con escribir su futuro desde alguna disciplina artística o creativa, sin embargo, después de hacer la selectividad se matriculó en Medicina. En su entorno cercano no tenía personas que trabajaran en un hospital, pero el segoviano Andrés Provencio Regidor quería avanzar de la mano de un trabajo «excepcional y humano» . Además, reconoce que en la facultad le cogió el gusto muy rápido a todo lo que estudiaba. De hecho, añade, disfrutaba con cada materia y con la idea de vestirse con la bata blanca y ponerse a ver pacientes. 

Tras finalizar esta titulación se metió de lleno en la preparación del examen MIR. El siguiente paso fue comenzar el periodo de residencia en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde está a punto de empezar su quinto y último año de formación en Cardiología . Dentro de este periplo formativo, avanza que en mayo se marcha a Nueva York para aprender sobre imagen cardiaca avanzada. «Es una de mis vocaciones actuales y probablemente uno de los campos de investigación que más me llaman para orientarme también una vez que termine la residencia». A esto se sumará su estancia en Santander para formarse en cuidados críticos cardiológicos.

Para complementar su actividad formativa y asistencial, este segoviano se ha involucrado en diferentes proyectos de investigación, que, según apunta, requieren de esfuerzo y tiempo. En los últimos meses está participando en varias iniciativas, la mayoría muy orientadas a la imagen cardiaca avanzada y al tratamiento de enfermedades de las válvulas cardiacas con técnicas novedosas que están dando pasos de gigante en el territorio del intervencionismo cardiaco. 

«Estas nuevas técnicas, mucho menos invasivas que una cirugía valvular convencional, permitirán en el futuro aportar una solución terapéutica útil, incluso en aquellos pacientes que, debido a su edad o a la presencia de otras enfermedades, se habrían considerado inoperables y sin otra salida», celebra Provencio Regidor para, a renglón seguido, agregar que es un campo de investigación fascinante y en el que hay mucho movimiento; es muy estimulante». 

Pero si por algo se conoce a este médico es por el trabajo que realizó junto al doctor Miguel Ángel Cobos, que lleva años estudiando dispositivos portátiles, en los que ha incluido la capacidad para realizar un trazado de electrocardiograma. En este sentido, expone que han publicado un artículo en la revista The Lancet tras haber detectado una arritmia mortal a un paciente con un reloj inteligente. 

¿De qué se trata? Relata que Cobos se encontraba realizando una prueba de esfuerzo a una persona con enfermedad de las arterias coronarias, cuando comenzó a mostrar signos sutiles en el electrocardiograma de que su corazón estaba sufriendo, por tanto, decidieron interrumpir la prueba. Sin embargo, fueron más allá y optaron por utilizar de manera simultánea un Apple Watch para comprobar si estas alteraciones pudieran ser comparables entre el aparato convencional y un reloj inteligente. 

«Aunque es algo tremendamente improbable que le pase a un paciente que viene de su casa mientras está en presencia de su cardiólogo, el paciente sufrió la arritmia más comúnmente asociada con la muerte súbita en pacientes con alguna enfermedad del corazón , pues es causa inmediata de parada cardiaca. Como el reloj aún estaba haciendo su trabajo, pudo obtener el trazado del electrocardiograma correspondiente. En ese momento se realizó una desfibrilación efectiva al paciente, quien tuvo un ingreso hospitalario corto para estudio y tratamiento, con el propósito de que no se convirtiera en víctima de una muerte súbita al salir del hospital», detalla Andrés Provencio Regidor. 

En este punto, considera que fue muy desafortunado por sufrir esa arritmia, si bien fue afortunado por hacerlo en presencia de un médico con equipo de reanimación cercano. Y es que, tal y como señala, la realidad es que esta arritmia, aunque sea así de común, nunca se había registrado con un reloj por cuestiones obvias, por lo que tener este trazado es excepcional. «No solo es un hallazgo para satisfacer nuestra curiosidad, sino que aporta un poco más de luz acerca de la fiabilidad de estos dispositivos, y también del camino que tienen por delante en materia de telemedicina».

En su opinión, realizar la carrera investigadora en España es «algo sacrificado» y «vocacional» . Eso sí, recalca que esta situación no compite con que existen grupos de investigación excepcionales con excelentes profesionales que se involucran y mueven en la vanguardia, tanto dentro como fuera de las universidades. «Yo tengo la suerte, o al menos para mí lo es, de que mi trabajo es en primer lugar asistencial y disfruto con el contacto y cuidado de los pacientes, pudiendo en segundo lugar investigar en materias que me interesan y, como el caso que hemos tratado antes, lo hago a través de intentar plasmar y mejorar lo que vemos en nuestro día a día con los pacientes, por lo que es doblemente estimulante», subraya este segoviano. 

Es verdad, dice, que el investigador no ve enfermos a tiempo completo, ya que se dedica en cuerpo y alma a su proyecto, no obstante, las condiciones inciertas de su trabajo son una constante, lo que hace que muchos decidan desarrollarse en el extranjero. En este sentido, insiste que en su caso investiga por placer y no está obligado a nada. 

Para Andrés Provencio Regidor, el prejuicio de situación de estanqueidad y de inexorable deterioro de Castilla y León lo tienen los de fuera y los de dentro, puesto que, agrega este médico, el I+D parece conformado siempre como un lujo, una eventualidad que está condicionada por una economía boyante y no al revés. «Quizá sea cosa de invertir la relación, que la innovación lidere el desarrollo». 

No hay que olvidar, tal y como sostiene, que sí que hay premios de todo tipo a trabajos muy excepcionales y ejemplares, pero otra cosa son aquellas personas que trabajan innovando, ya que por muy talentosas que sean, vayan a ver reconocido su esfuerzo, porque parece común ser brillante y emplearte a fondo y no tener ningún premio más allá de la satisfacción que pueda aportar ese trabajo. Prueba de ello, manifiesta, son las conocidas condiciones de trabajo de un investigador.  

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