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PREMIOS INNOVADORES

Corell: «La innovación tiene un aura de reconocimiento social y futuro-ficción»

El inmunólogo asegura que las personas que trabajan en proyectos innovadores están siempre «jugando con el fino equilibrio que se forma entre la modernidad y la tradición»

El inmunólogo Alfredo Corell. PHOTOGENIC

Publicado por
Estibaliz Lera

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«La innovación tiene un aura de reconocimiento social, de magia y de futuro-ficción. Las personas que trabajan en estrategias, empresas, ideas y proyectos innovadores están siempre en la línea donde se junta la actualidad con el futuro, jugando con el fino equilibrio que se forma entre la modernidad y la tradición». Así lo expuso ayer el inmunólogo Alfredo Corell, tras recibir el premio Personaje Único del suplemento Innovadores de EL MUNDO DE CASTILLA Y LEÓN. 

De este modo, afirmó que lo que para unos es pionero y digno de admiración; para otros es transgresor, que viene a cambiar el entorno de confort en el que vivimos que, por mucho peor que sea, es al menos conocido. «Lo nuevo, lo puntero, lo que está por descubrir siempre asusta», apuntó para, a continuación, pedir un aplauso para los pioneros de Castilla y León.

«Todos estos valientes –miró a los premiados por el suplemento Innovadores–, que apuestan su tiempo, sus recursos, y, a veces, su salud para que mañana podamos encender una estrella iluminada por algo más sostenible que los combustibles fósiles, y podamos ofertar terapias seguras y eficaces frente a enfermedades terribles. Todas esas personas que trabajan para que vuestra salud, mi salud, y la de nuestro planeta sea la mejor posible».

Y es que, tal y como reconoció, la innovación es un proceso sostenido en el tiempo, no es, como muchos pueden pensar, un hecho puntual. Puso como ejemplo las neveras de 1834. En su opinión, esos artículos no eran innovadores, los innovadores fueron quienes pensaron que buscando un sistema que mantuviese alimentos a temperaturas bajas, se iban a poder conservar más días. 

Para el también vicerrector de Innovación Docente y Transformación Digital de la Universidad de Valladolid (UVa), existe una sociedad con una cultura en salud muy mejorable. Por ello, animó a que, desde las escuelas, las universidades y las propias instituciones sanitarias, se eduque en salud a la ciudadanía. «Es algo que hemos redescubierto, desgraciadamente y por su trascendencia, durante esta dura pandemia que aún no ha terminado», confirmó.

Salud que, según indicó, se completó a la perfección con la sostenibilidad en los proyectos premiados. En este sentido, recordó la enésima cumbre del clima que «se cerrará, si se cierra, con acuerdos mínimos, insuficientes y que llegan tarde y mal». «Es como si el planeta –continuó Alfredo Corell– tuviese que desangrarse totalmente tras un sometimiento a la máxima extenuación para que nuestros gobernantes se den cuenta de lo insostenible que es el modelo en el que vivimos». 

Admitió sentirse más intruso que innovador ya que, aunque las dos palabras empiezan por IN, no son lo mismo. «Para mí es un honor y una responsabilidad recibir este reconocimiento, y que esto haya ocurrido tras un año y medio de hechos inesperados, convulsos, inéditos y esperemos que irrepetibles», subrayó. Y es que, en su caso, la pandemia le llegó como «un tsunami» e hizo de él «un sándwich». Explicó a todos los presentes ayer en la gala que, por un lado, era responsable de docencia virtual de la UVa, que era «testimonial» y que justamente querían impulsar. «Lo que no sabíamos es que de un día para otro íbamos a pasar toda la enseñanza oficial de la universidad a un formato online y que íbamos a tener que dar soporte a todos los profesores y estudiantes. En esto nos adelantamos y el trabajo en equipo y anticipado nos ayudó a salir de esta tremenda situación más que dignamente», celebró. 

Y del otro lado del «sándwich», relató Corell, estaba ser miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Inmunología, que se puso a disposición de los medios. «La viralidad y la virtualidad se aliaron y de facto me vi en medio de la tormenta en el peor de los escenarios». No obstante, se mostró muy agradecido con la Universidad de Valladolid y con los inmunólogos españoles por haberle arropado y acompañado durante todos estos envites. 

También tuvo unas palabras de aliento para la salud mental, a su juicio, muy deteriorada por el confinamiento, por la ruptura de las actividades cotidianas, por el alejamiento físico de las personas amigas y queridas. En su discurso tampoco faltó la mención a todos y cada uno de los proyectos galardonados. «Que la fuerza nos acompañe», concluyó.

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