La Vuelta abandona Valladolid y llega a Guijuelo en Salamanca entre protestas contra Israel y sin incidentes

Un puñado de manifestantes por Palestina se concentró este viernes junto al puente Enrique Estevan de Salamanca, al paso del pelotón de La Vuelta, camino de la localidad de Guijuelo, donde está ubicado el final de etapa. La ronda transcurrió sin incidentes por la capital del Tormes, incluido este punto, el más conflictivo, puesta estaba señalada una concentración para lucir banderas de palestina y protestar contra la organización de la competición.

Consignas a favor del pueblo palestino y gritos y protestas contra el Gobierno israelí marcaron los prolegómenos del fugaz paso por este punto de la serpiente multicolor. Sin embargo, a la llegada de los ciclistas, nadie traspasó el cordón de seguridad y los aficionados pudieron disfrutar del espectáculo deportivo que hoy regresó a la provincia charra.

La Subdelegación del Gobierno en Salamanca desplegó un dispositivo con más de 200 agentes, para garantizar la seguridad, coordinado entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y las policías locales de ambos municipios, con el apoyo de unidades especializadas en este tipo de eventos, desplazadas desde otras localidades, informa Ical.

Por otro lado, un grupo de unos 30 activistas propalestinos protestó al inicio de la etapa en Rueda (Valladolid), con banderas y kufiyas, si bien la carrera pudo iniciarse con total normalidad. Al corte de la cinta, que simbólicamente da inicio a la etapa, acudieron el presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Conrado Íscar, la delegada territorial de la Junta en la provincia, Raquel Alonso, y el director general de Deportes, Enrique Sánchez-Guijo.

Fue el belga Jasper Philipsen, del equipo Alpecin, quien se impuso hoy al sprint en la meta ubicada en la avenida Filiberto Villalobos de Guijuelo. Se trata de la tercera victoria parcial del sprinter en esta edición de la ronda española, que cumplió los pronósticos y se llevó el gato al agua ante el danés Mars Pedersen, del equipo Lidl-Trek.

El checo Jakub Otruba, del Caja Rural-Seguros RGA, rodó en solitario durante gran parte del recorrido, aunque fue neutralizado por el pelotón a la salida de Salamanca, junto al polígono El Montalvo, cuando restaban unos 50 kilómetros para el final. El viento, llamado a ser protagonista en la llanura charra, no hizo acto de aparición y no se produjeron abanicos.

Una vez en Guijuelo, con el grupo compacto, los efectivos de Alpecin se fueron ubicando paulatinamente en los puestos delanteros para colocar a su velocista en disposición de ganar. Philipsen se encargó del resto y volvió a demostrar que es el sprinter más en forma del pelotón. La localidad chacinera, eso sí, vibró al paso de La Vuelta, con su regreso a la provincia charra, y los aficionados al ciclismo disfrutaron de lo lindo de una jornada muy especial.