ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA
El edificio Rondilla del Clínico de Valladolid albergará la primera unidad de ELA de Castilla y León
El proyecto permitirá adecuar la tercera planta de la vieja residencia en una zona multidisciplinar con 5 consultas individuales, una sala de espera y otra para administrar tratamientos tras una inversión de 300.000 euros, financiada con fondos europeos

Edificio Rondilla del Clínico que acogerá la primera unidad multidisciplinar de ELA en Castilla y León
Castilla y León inicia su proyecto para poner en marcha la primera unidad multidisplicinar de enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenarativa con la etiqueta de ‘mortal’ desde el momento del diagnóstico, pudiendo prolongarse de 2 a 5 años la esperanza de vida. En los próximos años, quién sabe si esa cifra mejora, en parte gracias a la unidad específica de ELA que se prevé habilitar en el Edificio Rondilla, perteneciente al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, para la «humanización» de los tratamientos y la «mejora» de la atención con la agilidad de procesos.
Ese futuro espacio ha sido una de las principales exigencias de los familiares y enfermos hacia la Consejería de Sanidad, quienes veían cómo otras comunidades tenían instaladas unidades multidisciplinares para pacientes con ELA, muchas de ellas ubicadas en hospitales de referencia. Por ejemplo, el 12 de Octubre en Madrid, Virgen del Rocío en Sevilla, Sant Pau en Barcelona, o La Fe en Valencia. Próximamente, el Clínico de Valladolid se unirá a esa lista, por lo que se acondicionará el ala derecha del que era el viejo hospital Río Hortega -actualmente desocupada- para dar paso al desarrollo de las dependencias de la unidad multidisciplinar de atención a los pacientes de ELA.
El presupuesto base de licitación del contrato se ha fijado en 299.246,39 euros (IVA incluido), con financiación europea, en base al proyecto elaborado por Luis José Martín Fernández, arquitecto autor del proyecto básico y que ya ha sido aprobado por la gerencia del Clínico vallisoletano, según el expediente al que ha tenido acceso este periódico. De esta forma, el plazo de ejecución de las obras será de 120 días laborables a contar desde la firma del acta de comprobación del replanteo con resultado viable, tal y como establece el artículo 237, de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público.
«El objetivo de presentar este proyecto es modificar la infraestructura, organización y medios para mejorar la atención de estos pacientes», señala la memoria de la unidad, de forma que uno de los pilares del proyecto es la humanización. Para ello, la arquitectura del espacio está pensada para proporcionar un ambiente que contribuya al bienestar de los usuarios a través de varios factores, como el confort acústico, minimizando el ruido para mejorar el bienestar; confort sensitivo, en base a la privacidad en las salas de espera, vistas, iluminación adecuada, materiales saludables y diseño biofílico; diseño inclusivo, a través de accesibilidad total para todas las personas; y señalética y wayfinding, con el propósito de facilitar la orientación dentro del edificio.
«Así mismo, a su llegada a la sala de espera debería de ser recibido por personal sanitario responsable de la acogida del paciente, quien deberían informar de como se llevará a cabo el proceso asistencial así como del tiempo de espera que deberá ser siempre el menor posible», se añade en el documento.
Con la finalidad de facilitar la accesibilidad a las consultas, el proyecto recoge como «necesario» la disposición de un circuito asistencial con modelo de ‘pasillo único’ en el que en un mismo día el paciente pudiera ser evaluado por la mayoría de los especialistas implicados en el seguimiento de su enfermedad. «Esto evitaría desplazamientos repetidos al hospital, disminuirá el tiempo en el centro hospitalario y con ello el impacto emocional que éstos producen sobre el paciente y sus familiares. Además, favorecería el acompañamiento. A su vez permitiría una mejor comunicación entre los facultativos implicados, mejorando la calidad de la asistencia», justifica el arquitecto.
Así es el proyecto
Para mejorar la evolución hospitalaria de los pacientes con ELA, tiempos de ingreso, el proyecto requiere una sala de reuniones con material de escritorio e informático necesario (sesiones clínicas del equipo, reuniones y sesiones formativas para la asociación de pacientes); cuatro consultas individuales con material de escritorio e informático necesario para la atención por los diferentes especialistas (Neurología, Rehabilitación, Endocrinología y Neumología), además de toma de oxígeno y de aspiración al menos en dos de estas, así como camilla para exploración; y otra consulta individual con material de escritorio e informático necesario para la enfermera gestora de casos, pudiendo disponer de una toma de aspiración y tomas de oxígeno. Estas cinco salas se ubicarán en torno al margen derecho de un pasillo central que queda a la izquierda del control de acogida a los pacientes y acompañantes al final del pasillo de la tercera planta del Edificio Rondilla.
Entre otras infraestructuras, y en el margen izquierdo de este corredor, se plantea una sala de espera para los pacientes, con disposición de tomas de oxígeno o bombonas de oxígeno, enchufes para conexión de terapias ventilatorias portátiles, accesos amplios para facilitar la movilidad con sillas de ruedas y camillas y baños adaptados; y una sala para administración de tratamientos, realización de pruebas diagnósticas (punciones lumbares, gasometrías) dotada de camillas y sillones para los pacientes, además de tomas de electricidad, oxigenoterapia y de aspiración.
Así, para crear una atmósfera alejada del ambiente hospitalario tradicional, el diseño incluye espacios amplios y diáfanos, zonas de descanso y confort, iluminación natural y artificial para evitar deslumbramientos y apoyar el ciclo circadiano, y equipamiento con sistemas de comunicación adaptativa.
Además, se realizarán trabajos de renovación de la instalación de fontanería y saneamiento.
Si bien el objetivo de esta actuación es, por tanto, la adecuación de espacios para dependencias de la unidad multidiscipilinar de ELA, este espacio también pretende mejorar el diagnóstico y asistencia sanitaria a las personas con enfermedades raras de Castilla y León. «Al llevar a cabo este proyecto estaríamos mejorando la calidad de la atención especializada para nuestros pacientes y sobre todo, facilitando el acceso a está mejorando su calidad de vida así como teniendo un control más adecuado de su patología, además de iniciando de esta forma la primera Unidad de ELA en Castilla y León considerando ser ampliada posteriormente a otras enfermedades neuromusculares como la Enfermedad de Steinert y pudiendo ser referencia en un futuro en nuestra comunidad», concluye el documento, con el propósito de conseguir que la unidad no solo sea un lugar de descanso para los pacientes, sino también un espacio que promueva la generación de esperanza.