Las urgencias de Castilla y León, a la cabeza del país con el menor tiempo de espera

Entre muros y cristales transcurre el ajetreo y la tranquilidad. No faltan los asientos en unas salas de ‘espera’ que no faltan a la verdad, donde el tiempo transcurre lento sin importar si se trata de una consulta rutinaria o de una urgencia médica. Pero en Castilla y León, la realidad refleja que esa demora no es tan inquietante como en otras regiones de España, al ser 166 los minutos que un paciente debe esperar de media en el servicio de urgencias de un hospital público y que supone 1 hora y 16 minutos menos que en Cataluña, el territorio peor situada.

La última encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) permite extraer una muestra representativa de la población española y su espera media en los hospitales. En comparación con el año 2018, la espera en urgencias aumenta un 20% en los últimos cinco años: de los 42 a los 50 minutos. «Un elevado y creciente tiempo de espera, al igual que sucede con la Atención Primaria, lo que a su vez está provocando una creciente insatisfacción con la atención prestada por la sanidad pública», denuncia la organización tras los resultados de su encuesta realizada a un total de 5.317 usuarios de servicios sanitarios.

Si el tiempo medio transcurrido hasta ser atendido por un médico en las urgencias de un hospital público de España es de 50 minutos, esa demora es aún mayor respecto a la espera para ser recibido por un especialista, que se eleva hasta los 74 minutos. Pero ambos datos se quedan lejos a la hora de recibir los resultados de unas pruebas diagnósticas, llegando a prácticamente duplicarse al acumular hasta 135 minutos de espera.

Como es habitual, las estadísticas difieren según la región. Si el equilibrio de la balanza se fija en los 197 minutos de demora en urgencias, por encima se disparan una parte de las comunidades con datos contabilizados por la OCU, desde Cataluña, con 242 minutos de tiempo total desde que un paciente entró en un hospital, hasta la Comunidad Valenciana, con 205 minutos. Entre medias aparecen País Vasco, con 225 minutos, la Comunidad de Madrid, con 220, y Galicia, con 211.

Por debajo de la media, Castilla-La Mancha es el territorio con demora más reducida, con 143 minutos, al que la siguen Castilla y León (166), Aragón (170) y Andalucía (196).

Entre los diferentes apartados analizados por la OCU, la posición de Castilla y León no es tan positiva. Por ejemplo, para que una persona reciba los resultados de sus pruebas diagnósticas tiene que esperar 140 minutos, un montante que la sitúa por encima por encima de Castilla-La Mancha (105), Andalucía y País Vasco (ambas con 128) y Aragón (130). Y lo mismo ocurre para ser atendido por un especialista, con 74 minutos de espera, quinto mejor dato tras Andalucía (66), Castilla-La Mancha (67), Aragón (71) y Comunidad Valenciana (72).

De hecho, Castilla y León presenta el tercer peor tiempo de espera hasta ser atendido por el primer médico que atendió a un paciente, que es de 51 minutos, uno más que la media nacional, seis menos que Cataluña y 16 menos que Andalucía.

2.913 urgencias al día

Los últimos datos no empañan las mejoras que se atisban en los últimos en el servicio de urgencia en Castilla y León. Y es que, mientras crecen las urgencias diarias, la presión disminuye en mayor medida- Concretamente, las atenciones hospitalarias crecieron un 1,93% entre 2022 y 2023, pasando de 2.397 casos al día a 2.913. En cambio, la presión de urgencia cayó del 71,4 al 69,3% entre ambos años, según el último Plan Estadístico de la Consejería de Sanidad.

La mayor actividad se registró en el Complejo Asistencial de Salamanca, donde hubo un total de 150.000 urgencias en 2023, lo que se traduce en 410 diarias. Lo siguen los restantes cuatro ‘grandes’ hospitales de Castilla y León, como son el Complejo Asistencial de León (137.068), el de Burgos (133.668), el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid (127.183), y el Clínico de Valladolid (103.476). En el revés, el Hospital de Medina del Campo (27.791) y el de Santiago Apóstol (28.586) fueron los que menos pacientes recibieron.

No obstante, en el cómputo global de la Comunidad, solo un 14,7% de las urgencia terminaron con el ingreso del paciente. Esa media se dispara en el Complejo Asistencial de Palencia, donde un 24% de sus 49.474 atenciones hospitalarias fueron ingresadas, mientras en el de Ávila fue un 19,1%. Por el contrario, solo un 8% tuvieron el mismo diagnóstico en el Hospital Santos Reyes.

Satisfacción global

Con o mayor presión, la correlación entre el tiempo de espera en urgencias y la satisfacción con los recursos de un hospital también es estudiada por la OCU. En este caso, Castilla y León también se posiciona entre las mejores puntuaciones, con 67 puntos sobre 100, solo por debajo de los servicios suministrados en Asturias (76), Cantabria y Aragón (ambas con 71).

Pese a ello, y ante las diferencias hospitales en todo el país, la organización pide al Gobierno y a las comunidades autónomas aumentar la inversión, «empezando por reforzar la atención primaria en los centros de salud, cuyas deficiencias contribuyen al colapso de urgencias».