Diario de Castilla y León

SANIDAD

Un millar de mutualistas de Castilla y León se pasan al Sacyl y no podrán volver en un año a Muface

Sanidad preveía una mayor «avalancha» en el traspaso de los funcionarios con asistencia privada al servicio público de salud de Castilla y León que, de no arreglarse el concierto con las aseguradoras, absorbería a otros 75.000 funcionarios

Oficinas de Muface en Valladolid ubicadas en el Paseo del Hospital Militar.

Oficinas de Muface en Valladolid ubicadas en el Paseo del Hospital Militar.ICAL

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Valladolid

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Elegir entre atención sanitaria pública o concertada. Dos opciones entre las que se vieron desembocados a elegir los mutualistas de Muface tras la crisis del modelo. En concreto, hasta 76.682 funcionarios en Castilla y León estaban en vilo por sus futuras condiciones, mientras el sistema público de Sanidad empezaba a temblar por la posible recepción de nuevas altas y el consecuente colapso de las listas de espera. Pero esa amenaza parece rebajarse tras ser 1.006 los mutualistas que se han pasado al Sacyl.

Cuando las aseguradores DKV, Asisa y Adeslas plantaron a Muface y su nuevo concierto para los años 2025 y 2026, las razones coincidían para las tres compañías: la insuficiente subida en las primas que sería insuficiente tanto para paliar las pérdidas como para garantizar la vigencia de sus negocias. Pese a quedar desierta la licitación, la mutualidad garantizó que mantendría «la atención médica y asistencial en los términos actuales» y «con posterioridad a la fecha de finalización del concierto con arreglo a los mecanismo previstos en la Ley de Contratos del sector público». Es decir, la continuidad de servicio tuvo efectos desde el 1 de enero y se mantiene así hasta que exista un nuevo concierto en vigor.

Por tanto, mientras el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, ha tratado de encontrar la fórmula para conseguir el paso atrás de Asisa, Adeslas y DKV, cada funcionario ha tenido -y tiene- total libertad de elección para elegir el cambio ordinario desde una de esas entidades concertadas a los servicios públicos de salud de comunidades y ciudades autónomas.

En una hipotética incorporación de la totalidad de la población mutualista de Muface con cobertura asociada a una de esas tres aseguradoras, el incremento fijado por el Gobierno de España sería del 2,12% en el número de personas que recibirían prestación sanitaria pública. Y de todas las comunidades, Castilla y León sería la que mayor impacto recibiría al tener que sumar un 3,12% de población mutualista con asistencia privada siendo, además, la que lo haría con uno de los porcentajes más altos sobre funcionarios mayores de 65 años, con un 35,84% integrados en esta franja de edad.

Si Muface llegara a su final, el trasvase de 76.682 cartillas sanitarias repercutirá en las áreas de salud de Castilla y León, siendo Valladolid la más perjudicada con 15.446 funcionarios que pasarían de golpe al sistema público (6.605 procedentes de Adeslas, 2.869 de Asisa y 1.781 de DKV); seguida Ávila, con 13.975 (10.211 de Adeslas, 3.083 de Asisa y 681 de DKV); León, con 12.684 (4.147 de Adeslas, 4.963 de Asisa y 424 de DKV); Salamanca, con 11.295 (6.663 de Adeslas, 1.020 de Asisa y 3.612 de DKV); Burgos, con 6.361 (4.859 de Adeslas, 717 de Asisa y 785 de DKV); Segovia, con 4.609 (2.774 de Adeslas, 1.475 de Asisa y 360 de DKV); y Soria, con 3.131 (380 de Adeslas, 1.969 de Asisa y 782 de DKV).

SIN «AVALANCHA»

Las hipótesis, sin embargo, se quedaron en eso, en hipótesis. Y es que el trasvase contabilizado hasta el momento únicamente engloba al 1,3% de funcionarios con sanidad privada en Castilla y León, lo que se traduce en 1.006 nuevas altas en Sacyl y que no significa la «avalancha» que tenía prevista la Consejería de Sanidad.

Un millar de personas que se unen de forma automática a las 33.454 personas inscritas al INSS, si bien el Gobierno informa que «durante el mes de enero podrán revertir su decisión en el segundo plazo», que empezará a estar vigente a partir de la publicación del nuevo concierto. En caso de no presentarse la solicitud, los funcionarios que quieran volver a estar inscritos en una entidad aseguradora hasta dentro de un año al mantenerse la cobertura hasta el 31 de diciembre.

UNA PRIMA RÉCORD

A falta de conocer cómo quedará la distribución final del colectivo por entidad médica, la rebaja de las tensiones entre el Gobierno y las tres aseguradoras parece resolverse con la aprobación del Gobierno de un aumento del 41,2% en la prima que paga por los servicios de Muface. De este modo, el importe total del presupuesto del contrato, una vez modificado el precio, asciende a 4.808,5 millones de euros, 1.276,5 millones de euros más que el concierto vigente. «El Gobierno de España ha salvado el futuro de Muface», declaró ante ese incremento el ministro Óscar López.

La que es la mayor prima del sector asegurador para los tres años de duración del convenio (2025-2027) permitirá que la cobertura privada, previsiblemente, vuelva a registrar cifras similares previo al peligro de desmantelamiento de Muface.

Sin llegar todavía el anuncio del nuevo concierto, el acercamiento de posturas con el Gobierno ya parecen contar con el ‘sí de Adeslas a la licitación, al menos si se consolidan los avances comunicados por el ministro Óscar López, y que resulta clave debido a que es la aseguradora con más peso en Muface, con 508.703 mutualistas. «Adeslas quiere manifestar su positiva valoración de los cambios introducidos en la licitación y mostramos la confianza en la viabilidad del convenio para la atención sanitaria de los mutualistas de Muface para los próximos tres años», reflejó la entidad en un comunicado.

Si bien desde Adeslas explicaron que todavía tienen que conocer los pliegos y el rumbo elegido por la dirección de la compañía, consideraron que el aumento 1.276,5 millones de euros respecto al concierto vigente «recoge un necesario de incremento de la financiación para poder alcanzar el objetivo de tener pérdidas en el nuevo concierto».

Conviene recordar que Adeslas informó que con las condiciones del anterior contrato tendrían unas pérdidas de 250 millones en los tres años que duraría el convenio, hasta 2027. «Lleva años siendo deficitario y, por ello, otras importantes aseguradoras han ido dejando estos contratos y fueron abandonando el sistema», reflejaron en su momento.

No estará sola en su esperado ‘sí’, y es que Asisa también para retroceder en el que parecía su separación definitiva con Muface. «Creemos que las condiciones establecidas en la licitación son insuficientes y no permiten mantener la actual calidad asistencial. A pesar de nuestra firme voluntad de mantener la vinculación con Muface, la falta de una financiación adecuada junto a unas coberturas más exigentes en algunos aspectos que las que presta el propio Sistema Nacional de Salud (SNS) y la decisión del resto de entidades de abandonar el servicio a esta mutualidad hacen imposible para Asisa mantener la adhesión al modelo sin poner en serio riesgo la solvencia de nuestra compañía», justificaron tras el primer concierto ofrecido por el Minsiterio de Transformación Digitial y Función Pública, donde la subida de la prima se cifraba en el 17,12%.

Con casi treinta puntos de diferencia respecto a la concesión del Gobierno, con una prima que salta de los 1.032 euros actuales por mutualista a los 1.450 euros por medio de ese incremento del 41,3%, Asisa también parece dar un paso atrás después de valorar «muy positivamente» el esfuerzo realizado por el Ejecutivo central para mejorar la financiación de Muface.

Antes de tomar la decisión definitiva sobre su continuidad o no en el modelo, con su debido estuido de «todos los factores a tener en cuenta», los responsables de la aseguradora reflejaron que «siempre» se ha mostrado «dispuesta a seguir participando en Muface», marcando como único requisito el cumplimiento de unas condiciones que le permitan garantizar la calidad asistencial y la sostenibilidad del modelo. «Estamos convencidos de que el proceso de diálogo de las últimas semanas con el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, en el que hemos jugado un papel muy activo, ha permitido avanzar para lograr esas condiciones y posibilitar a la compañía mantener su compromiso con Muface», apuntaron en su caso.

Con Asisa y Adeslas ‘sentadas’ en la mesa del Gobierno, el último invitado por conocer su aprobación de la nueva licitación es DKV. Y es que tras acumular en el último concierto pérdidas, antes de impuestos, de más de 70 millones de euros, la aseguradora mantiene reservado su pronunciamiento a la espera de conocer las condiciones finales de la próxima licitación. No obstante, desde DKV recalcaron que su entidad es una «firme defensora del modelo de colaboración público-privada».

Y es que a falta de publicarse los pliegos para el ‘nuevo’ Muface, todavía es posible que tanto DKV como Asisa y Adeslas se desvinculen de la mutualidad. Y que los 1.006 funcionarios traspasados a la Sanidad de Castilla y León se queden cortos.

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