Castilla y León registra el tercer peor saldo de fuga de empresas del país al perder 56
Las 135 mercantiles que se asentaron en la Comunidad en 2022 no pudieron compensar las 191 que han trasladado su sede a otras regiones, con Madrid como el principal lugar de origen y destino
El potencial empresarial de Castilla y León se deteriora, y lo viene haciendo al menos desde hace cinco años. Es el difícil escenario al que se enfrenta la Comunidad, incapaz de retener a las sociedades y con un saldo de fuga de las mismas negativo; tanto, que se coloca como el tercero peor del país solo por detrás de Cataluña y Navarra . Tan evidente es este éxodo empresarial, que en lo que va de 2022 el censo de sociedades castellano y leonés se ha reducido en 56.
Son los datos que ofrecen los Registradores de España, que contabilizan los cambios en las sedes sociales de las empresas de todo el país. Así, y en lo que respecta a los tres primeros trimestres del presente ejercicio, hay 191 mercantiles que se han trasladado desde Castilla y León a otros territorios , una cifra muy inferior a las 135 que se han asentado aquí. Esto deja un saldo negativo de 56 entidades perdidas , solo superado por las 60 de Navarra y las 140 de Cataluña.
En este sentido, cabe recordar que en el caso de Cataluña el éxodo de empresas se ha disparado debido a la inestabilidad política provocada por el independentismo, lo que hace que su trasiego de empresas responda a una situación anómala e incluso podría decirse que coyuntural. Teniendo en cuenta esto, podría decirse que la posición de Castilla y León en el ranking es todavía peor, pues en condiciones normales es probable que Cataluña fuera el destino de muchos empresarios como lo ha sido históricamente.
Más allá de esta circunstancia, también es preciso destacar que 2022 no es el único año con un saldo de fuga de empresas negativo. La tendencia comenzó en 2018 , un año después de en el que arrancan los datos de los Registradores, con la particularidad de que el balance en 2017 fue positivo . No obstante, este crecimiento en el número de empresas fue mínimo, con 219 que se marcharon y 221 que llegaron a Castilla y León, lo que dejó un aumento de dos.
A partir del ejercicio siguiente, sin embargo, la sangría empresarial se inició con fuerza en la Comunidad, pues frente a las 183 sociedades acogidas, 249 emigraron a otras autonomías , lo que llevó en 2018 a un saldo negativo de 66 mercantiles perdidas.
2019 ha sido, sin duda, el peor año de los últimos cinco en este sentido, pues a pesar de que en Castilla y León aterrizaron 255 empresas , las que se llevaron su sede a otro territorio fueron 362, 107 más. Además, ese dato de empresas emigradas es especialmente relevante durante este ejercicio, pues supone que prácticamente dejara la Comunidad una al día.
El año siguiente, 2022, fue el de la irrupción de la pandemia de coronavirus, y eso también afectó a los movimientos de empresas. Frente a las cifras de idas y venidas de ejercicios anteriores, en esos doce meses 122 empresas se establecieron en Castilla y León, frente a las 203 que se trasladaron. Pese a las bajas cifras, el balance no lo fue tanto, pues supuso una pérdida de 81 sociedades .
Finalmente, en 2021, las cifras de movimientos empresariales dieron ya muestras de recuperación , asemejándose a las de 2018. En este caso, 187 sociedades llegaron a Castilla y León frente a las 244 que se fueron, lo que supone una diferencia de 57.
Pero lo verdaderamente interesante de estos datos, más allá de mostrar una tendencia negativa, es que la suma de todos ellos deja un balance dramático para el sector empresarial de Castilla y León. Incluso teniendo en cuenta el muy discreto superávit de 2017, en los últimos cinco años la Comunidad ha dicho adiós a nada menos que 365 empresas , lo cual supone un duro hachazo a su economía y al empleo por los puestos de trabajo que todas ellas podrían generar.
Destino favorito
Otro de los análisis que permiten los datos de los Registradores es identificar cual es el destino favorito de las empresas que se marchan de Castilla y León. Atendiendo al presente año, de las 191 sociedades emigradas, 112 eligieron como destino la Comunidad de Madrid, lo que representa el 58,6%. El resto se repartieron de una forma más homogénea, siendo el País Vasco (21) y Andalucía (13) los territorios más elegidos.
Curiosamente, Madrid es también el lugar del que proceden la mayoría de las entidades que instalan su sede en Castilla y León. Entre enero y septiembre fueron 72 las provenientes de este territorio, el 53,3% de las 135 totales. Al igual que en el caso de las salidas empresariales, el resto de autonomías de España ceden sociedades de una manera más igualitaria , con Cataluña (17) y el País Vasco (10) a la cabeza.
Más allá del escenario que dibujan todos estos datos, las cifras aquí recogidas atienden a una explicación que expone CEOE Castilla y León. Su secretario general, David Esteban , señala que «la alta presión fiscal» es uno de los motivos que lleva a las empresas a establecer su sede en otros territorios, aunque aclara que esto, más allá de ser un problema único de la Comunidad, afecta al conjunto del país.
De hecho, esta circunstancia hace que las empresas no solo cambien de comunidad autónoma, sino también de país, aunque en este caso estos traslados no están contabilizados por los datos de los Registradores de España.
Por otro lado, y en este caso presentado como un problema más propio del territorio castellano y leonés, Esteban señala directamente al Impuesto sobre el Patrimonio , un tributo que no existe en otras comunidades autónomas, entre ellas Madrid. De hecho, este hecho podría explicar por qué la mayoría de mercantiles que abandonan Castilla y León lo hacen rumbo a la capital de España.
Al respecto, desde la CEOE urgen a la Junta de Castilla y León a que trabaje por suprimirlo, al tiempo que recuerdan que la propuesta de eliminarlo a nivel nacional ya se ha planteado de la mano del Partido Popular y con el respaldo de Vox , mismos partidos que gobiernan en coalición en Castilla y León.
En lo que respecta al Impuesto sobre el Patrimonio, la patronal castellana y leonesa también incide en que este condicionante deriva en una situación casi anecdótica. Muchas sociedades, en el momento de cambiar su titularidad ya sea por jubilación del propietario o por otros motivos, cambian la ubicación de sus sede para tratar de que las partes puedan evitar gastos añadidos.
Finalmente, entre los obstáculos que Esteban enumera también sitúa el elevado número de inspecciones que sufren las empresas de Castilla y León . Esta denuncia no es algo nuevo, pues incluso algunos representantes políticos ya se hicieron eco en su momento, pero el secretario general de la patronal insiste en que si estas actuaciones se mantienen como hasta ahora «es imposible que vengan empresas a la Comunidad».
Al respecto, critica también que a la hora de pedir datos sobre las mencionadas inspecciones, los responsables no les ofrecen datos exactos. «Pedimos una inspección única en toda España», exige Esteban quien, a modo de ejemplo, recuerda que el número de trabajadores de la Agencia Tributaria en Castilla y León es mucho mayor que en otras autonomías, como por ejemplo Castilla-La Mancha.