Diario de Castilla y León

El vendedor de la Once que repartió 9,2 millones en Salamanca: “Sientes una satisfacción enorme. Compartes la alegría y la ilusión de la gente"

Manuel Ángel Álvarez Parra había vendido ya a una vecina de Aldehuela de la Bóveda otro premio hace seis años

El vendedor de la Once que reparte 9,2 millones en Aldehuela de la Bóveda, Salamanca. - E.M.

El vendedor de la Once que reparte 9,2 millones en Aldehuela de la Bóveda, Salamanca. - E.M.

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Redacción
Valladolid

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El vendedor de la Once Manuel Ángel Álvarez Parra fue el encargado de llevar la suerte a la localidad salmantina de Aldehuela de la Bóveda, donde el Cuponazo de la Once del sorteo de este viernes repartió 9,2 millones de euros . “Sientes una satisfacción enorme. Compartes la alegría y la ilusión de la gente”, señaló Manuel Ángel en declaraciones a la Agencia Ical. 

El vendedor explicó también que la suerte recayó de nuevo en una de las vecinas del pueblo, a quien él mismo vendió otro cupón premiado hace algo más de seis años. “Entonces le tocaron 20.000, y ahora han sido 25.000 euros”, detalló Manuel Ángel Álvarez, quien en el año 1998 acercó la fortuna a Aldehuela de la Bóveda cuando repartió 90 cupones premiados con cinco millones de pesetas por cada boleto. Aun así, después de vender diferentes premios sueltos, confesó que nunca había repartido boletos agraciados con estas cantidades de dinero. 

Seis de los 10 cupones premiados fueron vendidos en la propia localidad , en la única tienda del pueblo, un punto de venta habitual. Cada uno, premiado con 25.000 euros, y uno de ellos con los nueve millones del premio mayor debido a llevar la serie agraciada. La suerte también fue repartida por la ruta habitual del vendedor, donde los cuatro boletos restantes se vendieron por las localidades de Matilla de los Caños del Río, Carrascal del Obispo, Vecinos o Aldeatejada, aunque confesó no saber en qué municipios había dejado los cupones agraciados. 

Ahora, Manuel Ángel Álvarez señaló que espera que la gente se anime más durante los próximos días debido al premio, pero que su satisfacción recae en las conversaciones con los agraciados y en recibir cómo los vecinos se animan a comprar con ilusión. 

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