Dos muertos en Burgos tras el vuelco de un camión de basura

Las carreteras de Burgos vuelven a teñirse de luto y ya suman cinco víctimas mortales en tan solo una semana. Un matrimonio, trabajadores ambos de la empresa Iglecar, falleció ayer, a primera hora de la tarde, después de que el camión de reciclaje residuos urbanos en el que viajaban sufriese un aparatoso vuelco en el kilómetro 18 de la BU-30, a medio camino entre el polígono de Villalonquéjar y Quintanadueñas. Según testigos presenciales, una de las ruedas «explotó» súbitamente y el conductor perdió el control del vehículo.

El suceso tuvo lugar en torno a las 14.53 horas. Tras el reventón, el camión se salió de la vía por el margen izquierdo, impactando contra la barrera metálica de seguridad lateral y el pórtico de señalización antes de volcar sobre la mediana en sentido contrario.

«Es un horror», reconocía completamente abatido Rafael Iglesias, gerente de Iglecar. Nada más enterarse de lo sucedido, se desplazó hasta el lugar de los hechos con el fin de interesarse de primera mano por lo sucedido. Mientras tanto, su hermano Ricardo se encargó de trasladar la trágica noticia a los dos hijos de la pareja.

El hombre, de 61 años, llevaba cerca de una década trabajando en la empresa y su mujer, de 62, se incorporó hace cuatro. Cuando se produjo el siniestro, venían de recoger material enKronospan y se dirigían hacia la planta de Ropulpat, especializada en la gestión de residuos. Un viaje rutinario dentro de su jornada laboral que acabó de la peor manera posible. Su pérdida, como no podía ser de otra manera, ha causado gran conmoción en toda la plantilla.

Tal y como ha podido saber este diario de mano de varios testigos, no fue el único incidente de esta índole en la zona a lo largo de la jornada. Sí el más grave, desde luego. En cualquier caso, hubo otros vehículos que sufrieron ‘pinchazos’ y por eso se está investigando la presencia de algún tipo de elemento que pudiese haber provocado el siniestro, ya que el firme se encontraba -aparentemente- en buenas condiciones. Aun así, la Guardia Civil no descarta ninguna hipótesis, llegando incluso a barajar otras posibilidades como una «distracción», «somnolencia» e incluso «enfermedad súbita» por parte del conductor.

Sea como fuere, desde el 112 se tuvo constancia en un primer momento de que había atrapada una persona dentro de la cabina. Por este motivo, se decidió movilizar al Cuerpo de Bomberos de Burgos mientras se trasladaba la incidencia a la Guardia Civil de Tráfico, pendiente ahora de esclarecer las causas del siniestro, y a Emergencias Sanitarias del Sacyl, que envió una UVI Móvil y una ambulancia de soporte vital básico.

Desgraciadamente, nada pudo hacer el personal sanitario por salvar la vida de las víctimas tras su rescate. De hecho, todo apunta a que fallecieron en el acto. Por otro lado, las labores de excarcelación resultaron altamente complicadas. Sobre todo con la mujer, cuyo cuerpo se encontraba atrapado en un amasijo de hierros.

El accidente, en el que se vieron provocó largas retenciones en la vía y las labores de limpieza y retirada del vehículo se prolongaron durante horas. Ante tales circunstancias, la Guardia Civil se vio obligada a solicitar la colaboración de la Policía Local para reorientar el tráfico en sentido contrario y así descongestionar la carretera.

Semana negra

A lo largo de la última semana, la red viaria burgalesa ha registrado cuatro accidentes de tráfico con un luctuoso saldo de cinco víctimas mortales. El pasado miércoles, un motorista alemán de 62 años perdía la vida en la BU-570, en Espinosa de los Monteros, después de colisionar contra una señal de tráfico.

No sería único motorista fallecido. El domingo, un hombre de 55 años corrió la misma suerte tras chocar contra un camión en la BU-925 a su paso por San Juan del Monte. También impactó contra un camión, el viernes pasado, una mujer de 72 años que circulaba por la A-1, a la altura del Nudo Landa, muy cerca de la capital burgalesa. Además, otra mujer de 45 años y un hombre de 51 resultaron heridos.