SUCESOS
Brutal agresión a un árbitro en Burgos: el joven deberá someterse a dos operaciones
Tiene un hueso del cráneo roto y le ha aparecido un coágulo en el cerebro

Los niños del colegio Fernán González de Burgos se han manifestado hoy contra la violencia.
José, el árbitro que fue agredido el domingo en Aranda por el padre de un jugador de fútbol que competía en la categoría cadete, continúa recuperándose en el Hospital Universitario de Burgos.
Según explica la directora del colegio público Fernán González, donde José ejerce como conserje desde hace muchos años, está estable, pero preocupa un coágulo que ha aparecido en el cerebro. Además tiene un hueso roto del cráneo y deberá afrontar dos operaciones al tener rota la mandíbula y la conexión entre la clavícula y el hombro, “que es lo que más le duele”.
La agresión tuvo lugar el domingo, tras el partido de fútbol que José arbitraba en el estadio Juan Carlos Higuero. Según explican desde el centro escolar, la tensión surgió por una decisión arbitral: un gol que anuló por fuera de juego y que suponía el empate del partido. El presunto agresor, padre de uno de los jugadores del club Capiscol, al finalizar el encuentro, en lugar de abandonar el recinto junto al resto de espectadores, se metió por la zona de vestuarios, donde se encontró con el árbitro que salía.
Según detallan fuentes cercanas a la víctima, el presunto agresor empezó a increparlo y, cuando José le dijo que “le dejase en paz” y se dio la vuelta, recibió un empujón que lo dejó tendido en el suelo, inconsciente y sangrando por un oído. “Lo dejó ahí tirado”, lamentan.
Afortunadamente, un padre que salía del recinto con su hija lo vio y alertó al servicio de emergencias 112, que activó rápidamente el auxilio, enviando una ambulancia a la que se sumó la Policía, que posteriormente detuvo al agresor. “Varios testigos nos han dicho que se le veía muy asustado, como dándose cuenta de lo que podía haber pasado”, comentan.
El detenido pasó el domingo su primera noche en el calabozo, algo que se repetirá hoy. “Mañana pasará a disposición judicial”, informan desde la Policía Nacional.
Mientras José no recuerda nada de la agresión, “ni siquiera que arbitró”, en su colegio, Fernán González, los 450 niños comparten un deseo: que vuelva. “Querido José, lo que te hicieron fue muy injusto. Eres el mejor conserje del mundo”, firma Carmen en una de las cartas que los niños han colgado junto a la puerta de la vivienda de José, en el propio centro escolar. En otra, Lucía le desea una pronta recuperación para que siga siendo árbitro, “un árbitro muy bueno, el mejor de España y el mundo”. “Viva la paz, odiamos la violencia”, escriben en un enorme corazón rojo Laura, Lucas, Imanol, Sagrario, Eneko, Fátima, Sergio, Hugo, Assia, Jorge, Ainhoa, Iker, Irene, entre otros.
Conmocionados, los escolares se han concentrado junto a padres y profesores en el patio del colegio para mandar un mensaje de ánimo y recordar que la violencia “nunca es el camino”. “Cuando hemos llegado al colegio, casi todos los niños lo sabían, porque este tipo de cosas vuelan, y la verdad es que están todos afectados”, lamenta la jefa de estudios.
Más que un conserje, José se ha ganado a pulso el cariño de todos. “En el cole ayuda siempre en todo lo que puede, aunque sea fuera de su horario, como cuando en el temporal de Filomena vinimos un domingo para limpiar el acceso y salió corriendo a ayudarnos. Pero es siempre así: con los niños se desvive… y luego con el fútbol, y con el ajedrez, su gran pasión, da clases y arbitra. Al final, los niños le quieren por el cole pero también por todo lo que hace fuera. Estamos todos deseando que vuelva”.
La concentración ha contado con el respaldo del Ayuntamiento de Aranda que ha estado representado por el concejal José Antonio Fuertes.