Confiesa el crimen del hombre cuyo cadáver apareció en una calle en Aranda

Un solo autor confeso y cuatro acompañantes en una noche de borrachera que deberán demostrar si participaron o no en el asesinato de un hombre de 41 años, padre de dos niñas, en el barrio de Santa Catalina de Aranda de Duero el pasado lunes. El caso no está cerrado, pero la Policía Nacional ya ha podido acreditar que se trata de una «muerte violenta» después de que el presunto homicida mantuviese una acalorada discusión con la víctima por una cuestión «absolutamente nimia».

Con el informe forense ya sobre la mesa, el comisario jefe de la Policía Nacional en Burgos, Jesús Nogales, confirma que la muerte se produjo por un profundo corte en el cuello con un arma blanca. Además, precisa que el mortal ataque no tuvo lugar en el piso de la avenida de Burgos donde en principio se inició la trifulca sino en la calle.

Entre los flecos pendientes de cerrar, el principal sería concretar el grado de participación del resto de personas que se encontraban esa noche en el piso. Se sabe, tal y como señala Nogales, que los allí presentes tenían un «alto grado de intoxicación etílica». Aun así, todavía no se ha podido determinar si fueron simples testigos de la pelea o si por el contrario colaboraron, de una u otra forma, a que el autor material del crimen consumase el asesinato.

Por otro lado, el comisario indica que el autor confeso no era compañero de piso de la víctima. Esa noche, de hecho, había tres invitados. Sea como fuere, el presunto homicida pasará a disposición judicial a lo largo de este miércoles o, como tarde, mañana por la mañana.