Mazón y los Falcon de Cortes CyL

Bmw
Pareciera que las Cortes de Castilla y León las gobernara Mazón, ese despojo político que la última vez que dijo una verdad se le cayó un brazo, y tiene tres. Pareciera, a decir del entramado de embustes que se traen con sus BMWs oficiales, que son los Falcon de la política de Castilla y León. Sabemos que ruedan a destajo. Sabemos que consumen combustible a toneladas. Sabemos que nos cuestan un dineral en impuestos. Sabemos que son para uso y disfrute de unos pocos privilegiados de la Mesa de Cortes. Pero no sabemos ni cuándo, ni cómo, ni dónde, ni por qué. Si les preguntas por el uso y trayectos, la respuesta es: «Lo desconocemos». Y quienes lo dicen cobran una billetada y tienen en sus manos el legado de nuestra soberanía. Esto es para salir corriendo. Las Cortes no sólo son un chiringuito de unos cuantos, por mucho que le ofenda a Tudanca, que no pisa por ellas, pese a cobrar 103.000 al año de ellas. Este no ha salido del Ventorro todavía. No son sólo la institución más degradada, oscurantista y desprestigiada. Son un cortijo. «Lo desconocemos». Hay que tener mucho cuajo y creerse los dueños de la finca para responder semejante insolencia ante una demanda imprescindible de transparencia. Todo bajo el amparo del letrado mayor, Marcos Herrero, que campa a sus anchas, ante denuncias de acoso y desautorizaciones judiciales. Si al letrado mayor de una institución un alto tribunal le pone con las ruedas pa arriba sus decisiones, no le queda otra que dimitir y salir corriendo al lugar del que vino, a orillas del alcalde madrileño. Pero para eso hay que tener decencia. Algo que hace mucho que no pisa las Cortes. ¿Será que también goza de los BMWs? Tiene que haber algo muy gordo para que sea el secreto mejor guardado de Castilla y León, el cuarto secreto de Fátima. Los BMWs oficiales que mangonean unos cuantos. Urge una reforma del estatuto de autonomía para incluir el articulado: Mesa de Cortes ¿Te gusta conducir?